SIMCA Vedette Présidence de IXO/Altaya

Perteneciente a la colección francesa de SIMCA, publicada por Altaya.



En septiembre de 1954 SIMCA compró Ford Francia y su fábrica de Poissy. Dentro de esta adquisición también iba la construcción del nuevo modelo Ford Vedette, reemplazante del anterior que databa de 1948. Aunque SIMCA no tenía la voluntad de desarrollar este modelo, ya se había lanzado por parte de Ford y decidió aprovechar todo el trabajo desarrollado.

Inicialmente, la gama Vedette se declinaba en los modelos Trianon (acabado básico), Régence (modelo de lujo intermedio), Marly (familiar) y Versailles (el tope de gama). Pero todos tenían en común el motor Ford V8 "Aquilon" de 2.351 cm3 que desarrollaba 80 tranquilos CVs. Lo más innovador de estos modelos fue la adopción de una carrocería monocasco, pero el resto de su arquitectura era más bien de concepción antígua (frenado sin asistencia, caja de cambios mecánica de tres velocidades, y eje trasero rígido). Estos coches iban destinados a una clase medio-alta que se podía permitir algo mejor que un Peugeot 403.

Para 1957 los modelos fueron rediseñados exteriormente y el motor se retocó un poco, alcanzando ahora los 84 CVs de potencia. La razón del rediseño fue fundamentalmente lograr una imagen más europea ya que los modelos tenían fuertes reminiscencias americanas y, en concreto, de Ford (de la que se querían alejar). No obstante, apareció el modelo Présidence como el nuevo buque insignia de la gama. Este coche medía 15 cm. más que la berlina, iba siempre de color negro y su pintura era lustrada a mano. Se fabricaba en una línea de producción especial de la localidad de Nanterrre y sedujo especialmente al general De Gaulle, quien tuvo su versión especial descapotable denominada "Présidentielle". Exteriormente, el modelo también se reconocía de un vistazo por su rueda de repuesto situada en el exterior al estilo del Lincoln Continental y por sus dos tubos de escape encastrados en los paragolpes traseros.

Pero como todo tiene su fin, la carrera de los Vedette lo encontró a principios de la década de los 60 debido, sobre todo, a la fuerte competencia que le hicieron modelos como el Citroën DS o el Mercedes 220 SE. Tras unas ventas totales de unos 170.000 ejemplares, el último de los V8 franceses desapareció pero dejó aún su huella en Brasil, donde tras una puesta al día de su motor se siguió fabricando hasta 1969.




























La miniatura de IXO resulta muy cumplidora y bien hecha, no faltando los detalles en ella. Realmente la colección de SIMCA rayó a gran altura, siendo todos sus modelos bastante elaborados y con una presentación muy cuidada. Este elegante vehículo da lugar a una reproducción bastante fiel y con buen molde y detallado externo. Solo decepciona un poco el detalle del pintado de las luces traseras, pero lo compensa la buena representación de la delantera y trasera. Y lo mejor de todo es que se puede conseguir por un precio ridículo.