Hotchkiss PL20 "Perrier" de IXO/Hachette

Pertenece a la colección francesa de kiosko "Véhicules Publicitaires" de la editorial Hachette.


Hotchkiss era el nombre comercial de un constructor de vehículos y armamento militar francés que ejerció su actividad entre 1904 y 1954. La empresa había sentado sus bases gracias al norteamericano Benjamin Berkeley Hotchkiss, aunque él no llegó a ver los inicios de su industria ya que falleció en 1885.

La parte que a nosotros nos interesa conocer es la referente a la construcción de vehículos, comenzada en 1922 con el lanzamiento oficial del AM 12HP. Hotchkiss ya tenía bastante conocimiento de mecánica automóvil ya que desde el principio fabricó piezas por encargo de otros constructores franceses, como Panhard o De Dion-Bouton. Los automóviles que desarrollaron tenían fama de ser discretos y confortables, muy orientados a la burguesía francesa. Pero la llegada de la Segunda Guerra Mundial hizo que la prioridad fuese la construcción de armas y solo produjeron en ese periodo un modelo de coche eléctrico y un tipo de furgoneta pequeña.

Tras la guerra las necesidades civiles demandaban vehículos de carga sobre todo y ahí estaba lo que quedaba de Hotchkiss (gran parte de la cual ya pertenecía a Peugeot) para desarrollar un nuevo camión ligero de dos toneladas llamado PL20. En realidad era la modificación de un camion anterior, contando ahora con una cabina de acero y frenos hidráulicos entre otras mejoras. Este camión logró un éxito bastante discreto al principio pero fue evolucionando a las series PL25 y 26 que ya incoroporaban motores Diesel y de seis cilindros, además de poder contar con tracción total y capacidad de carga aumentada hasta las 9 toneladas.

Llegados a este punto, hay que hablar un poco del conocido embotellador de agua mineral francés Perrier. Esta firma ha sido desde los años 30 uno de los patrocinadores de la prueba ciclista por excelencia, el Tour de Francia. Así, entre los años 60 y 80 no había corredor victorioso que llegase a la meta que no disfrutase de un buen sorbo de agua Perrier o bien antes, en los revituallamientos. Pero para la acción publicitaria Perrier necesitaba de un vehículo carrozado especialmente capaz de llevar su carga de agua y un equipo de altavoces para que todo el mundo supiese que ahí estaban ellos. Así que tomaron un Hotchkiss PL20 y lo carrozaron estilo furgón, pintándolo con los vivos colores de la empresa y añadiéndole burbujitas por todas partes (la idea fue de Félix Aublet, un diseñador francés publicitario). Y podemos asegurar que este modelo fue de los más "discretos" que produjeron, pues en años siguientes aparecieron otros camiones con forma de botella y variadas carrocerías, aunque ya llevaban debajo un SAVIEM o un Citroën 55U, por ejemplo.


































Parece que casi no hay mes que no aparezca una nueva colección preferentemente a escala 1:43 en algún país del mundo, con preferencia de Europa o Latinoamérica (creo que esta nueva fiebre por los coleccionables está esquivando al mundo anglosajón). Así, yo tuve conocimiento de un test que apreció en algunos departamentos franceses a principios del ya pasado 2015 sobre una temática de vehículos publicitarios franceses con carrocerías transformadas en su inmensa mayoría, algo que implica moldes totalmente nuevos e inéditos. El primero de esos vehículos del test fue este alegre Hotchkiss verde como una rana que salió junto con la revista AutoPlus por menos de 3 euros, algo que parece increíble visto la calidad del ejemplar. El modelito venía bajo un blister y acompañado del correspondiente fascículo y aunque está fabricado por IXO se asemeja más por calidad a las creaciones de Eligor, por hablar de un fabricante francés que siempre se especializó en vehículos autóctonos.

Y bueno, lo que se ve es bastante prometedor y creo que se irá confirmando en las siguientes entregas que ya he podido ver. De momento este Hotchkiss goza de un molde muy bueno y realmente bien pintado (en este tipo de temáticas es fundamental), con unas preciosas ruedas y rematándolo todo un buen conjunto de altavoces. El interior es lo menos conseguido, pero creo que en este caso todas las miradas se van a concentrar fuera y es justificable... pero lo peor es que cada vez que lo veo me apetece salir corriendo al frigorífico a buscar una burbujeante Perrier de limón bien fresquita!