Lancia Fulvia 1.2 Coupé de Vitesse

Derivado de la berlina homónima, la versión Fulvia Coupé fue un gran éxito comercial ya desde su lanzamiento en 1965 gracias a la belleza de sus líneas y al éxito de la versión de Rallye HF, que consiguió el campeonato del mundo en 1972.

El diseño era una obra maestra de Piero Castagnero quien, por lo visto, se había inspirado en la lancha motora "Riva". El vehículo era una pequeña berlina deportiva 2+2 plazas que además tenía unos acabados de bastante calidad (como el salpicadero, hecho de madera real). La motorización se basaba en un bloque V4 con 1.216 cm3 que rendía 80 CVs, y la alimentación se llevaba a cabo mediante dos carburadores dobles Solex. La caja de cambios era de cuatro velocidades y era posible alcanzar con esta berlineta unos 160 Km/h gracias a su contenido peso de 950 Kgs. De todas formas, y si esto no bastaba, siempre se podía adquirir una versión superior denominada "HF" que llegó a rendir (en sucesivas mejoras) hasta 120 CVs.

Estas versiones solo fueron unas 6.400 de un total de 140.000 ejemplares, pero fueron las que le dieron toda su fama al modelo. Hasta Zagato tomó esta base para elaborar una versión ("Sport Zagato") que no se vendió nada mal teniendo en cuenta la exclusividad del vehículo.

Con la compra de la marca por parte de FIAT a finales de los 60, el poderoso grupo turinés se encontró con la cuestión de que el Fulvia Coupé era bastante caro de producir pero al mismo tiempo exitoso, por lo que no podía retirarlo del mercado. Esto hizo que se produjese un restyling en 1970 más profundo a nivel técnico que estético (ahora se adoptaba un cambio de cinco marchas, se subía la potencia a 90 CVs, y se mejoraba la suspensión delantera). El ahorro de costes vino en el acabado interior y en la reducción de las versiones existentes, quedando para 1973 únicamente la 1.3 de 90 CVs denominada entonces "Fulvia 3" (que todavía se vendía bastante bien). Además, ya estaba programado el lanzamiento del Lancia Beta Coupé (para 1976) y era el momento de ir dejando paso al nuevo modelo. En los rallyes, su sustituto fue el glorioso Stratos, quien tomó el testigo que había dejado su antecesor y contribuyó a elevar (aún más) a la categoría de mito deportivo a la casa del escudo y la lanza.






























Esta fina miniatura de Vitesse, bajo el sello "Skid", me ha causado una muy buena impresión nada más extraerla de la caja. No sabría decir si es mejor el pintado (ese color amarillo verdoso me parece perfecto) o el molde, ambos a la altura del excelente interior que presenta el modelito. Excelentes también los detalles externos (limpiaparabrisas en fotograbado, delicados logotipos, cromados muy finos y calandra y trasera preciosas) los que podemos también encontrar en esta miniatura, muy desconocida para mí y que ya tiene mucho tiempo en el mercado (de ahí algunos defectos en la matrícula delantera y de pintado que se pueden apreciar).