Lancia Montecarlo MkII de NOREV

En homenaje a la exitosa carrera de Lancia en el Rallye de Montecarlo, Pininfarina creó en Turín un deportivo vehículo pensado para sustituir al FIAT 124 Coupé, siendo presentado en el Salón de Ginebra de 1975. El grupo FIAT había comprado a Lancia en 1969 y deseaba completar la gama de la berlina Beta con un coupé preparado desde la base para competir, pues disponía de un chasis tubular muy fácil de adaptar a la competición. Del Montecarlo se construyeron menos de ocho mil ejemplares entre todas las versiones (coupé y spider) y algunos de ellos alcanzaron los Estados Unidos con el nombre de Scorpion, llevando en este caso motores con cilindrada reducida.


La silueta del Montecarlo llamaba mucho la atención, un ejemplo de rara sobriedad contando con un estilo compacto y anguloso muy a la moda del diseño italiano de la época. Ya desde el principio, este biplaza recibió grandes elogios por su manejabilidad, estabilidad a alta velocidad y frenado y aceleraciones dignos de un gran GT, lo que le valió una fama de gran eficacia que luego sirvió de base a las versiones de competición. Después de todo, en su ADN figuraban los genes del prototipo Abarth SE030.

El Montecarlo estaba animado por un motor de origen FIAT (pero evolucionado) con doble árbol de levas, cuatro cilindros y dos litros que desarrollaba 120 CVs, situado en posición trasera central para favorecer el reparto de pesos. La tracción era posterior y la suspensión independiente. Con esas cartas de presentación, el modelo alcanzaba los 190 Km/h de punta y bajaba de los diez segundos en el 0-100, pero sobre todo era una máquina muy divertida de conducir en terreno virado.

Para 1979 aparece la segunda generación del modelo de serie y pasa a denominarse como solamente lMontecarlo. Se rediseñó la calandra adaptándola al estilo de los Lancia del momento, se mejoraron detalles del interior y se retocó levemente el motor, ganando 1 CV de potencia. No obstante ya le quedaba poca vida comercial y salió del catálogo en 1982, dejando un espléndido recuerdo al generar el fantástico Lancia Rally 037 aparecido ese mismo año.




























Por lo que respecta a la miniatura de NOREV (sospecho que para alguna colección italiana de kiosko), debo decir que me dejó con una sensación agridulce causada por algunos detalles mal resueltos. Empezando por lo más evidente, esas gigantescas ruedas estilo "donuts" que piden urgentemente un cambio, hasta la irreal cola de escape que podemos ver en la trasera, lamentamos que un modelo tan bonito y llamativo como éste se vea tan empañado por esos feos detalles. El resto nos convence algo más, pero seguimos viendo un interior bastante pobre y al ser un vehículo tan especial no me queda más remedio que aconsejar versiones como la de Minichamps, aunque salgan mucho más caras. Esto a falta de sondear más el mercado y descubrir si otros fabricantes proponen versiones asequibles y mejor realizadas.