Skoda 706 RO de IXO/Hachette

Pertenece a la colección de kiosko de la Ed. Hachette Francia "Autobuses y autocares del mundo"


El 706 R fue el principal autobús en Checoslovaquia y en muchos países de la órbita comunista durante buena parte del siglo XX. Este vehículo práctico y fiable comenzó a producirse en 1947 y llegó hasta los años 70, momento en que fue desplazado por la variante RTO. El "pepino", tal y como fue llamado en Polonia, tuvo también carrocerías adaptadas a los viajes turísticos y hasta una versión articulada de tres ejes que no pasó del estado de prototipo, debido a su baja potencia.

Skoda fue nacionalizada tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y tuvo que adaptar su producción a las necesidades típicas de una economía de reconstrucción, por lo que comenzó fabricando camiones como el modelo 706. De su chasis la marca checa creó un autobús (que ya había sido pensado durante el conflicto) carrozado por la empresa Karosa, quien se encargaba de unir los chasis y motores que le llegaban de la fábrica Liaz, perteneciente a Skoda.

Este autobús tenía un diseño de cabina avanzada y una longitud de 10,66 metros, por lo que su chasis era más largo que el del camión aunque su motor era el mismo: un seis cilindros diesel de casi doce litros que proporcionaba 145 CVs, gobernados por una caja de cambios manual de cinco velocidades. El chasis era de doble larguero y estructura de tubos de acero soldados, los frenos de tambor con doble circuito y la capacidad era de 70 plazas en la versión urbana, autorizando un peso máximo de 14.400 kilogramos y una velocidad punta de 65 Km/h.

La principal pega venía del propio diseño del autobús, ya que pecaba de una mala distribución interior de los asientos pues el motor robaba bastante espacio. Pero ahí acababa quizás su principal inconveniente, el autobús al fin y al cabo se mostró muy bien diseñado para el transporte en masa y pronto se vio en lugares muy diferentes del planeta: en China, Afganistán, Cuba, Bolivia y Alemania, por poner unos ejemplos. Sirvió de banco de pruebas para la versión RTO y con él, Skoda y Karosa llegaron a los años 90 hasta que el Grupo VAG compró la marca checa e IVECO, por su parte, a Karosa en el año 2007.






























Siguiendo el recorrido por los autobuses del mundo en miniatura esta vez le toca el turno a un transporte urbano chino Skoda de época un tanto incierta. Se trata de más de lo mismo; buenos moldes con detallado más o menos correcto e interiores muy básicos, pero el resultado visto el precio no puede considerarse menos que bueno. Además se trata de otro modelo único y que, como le ocurrirá al resto de la colección, gozará seguramente de una buena revalorización. Curioso, atractivo y muy original... ojalá sigamos viendo muchas miniaturas así.