Renault R 2066 1400 Kgs Leffondré "Butagaz" de IXO/Hachette

Pertenece a la colección francesa de kiosko "Véhicules Publicitaires" de la editorial Hachette.


Para promover las ventajas de la bombona de gas, la empresa francesa Butagaz puso en las carreteras unos simpáticos vehículos comerciales representando un par de bombonas gigantes de gas ficticias. La base era el camión ligero Renault de 1.4 toneladas y la carrocería estaba firmada inicialmente por Leffondré, quien entregó a partir de 1954 unos cuantos ejemplares. Posteriormente la tarea recayó en los talleres de Le Bastard de Ruán (quien usó también camiones Citroën), pero los más recordados fueron sin duda los Renault, con sus vitrinas laterales en los que estaban expuestos algunos equipamientos hogareños adaptados al uso de la bombona casera de gas.

Butagaz fue fundada por un par de ingenieros franceses en los años 30 con objeto de comercializar e introducir en los hogares franceses la famosa bombona azul de gas butano, desarrollada por ellos mismos. Aunque los comienzos fueron complicados (la gente no se fiaba de la nueva propuesta), la guerra truncó el proyecto y tras el final del conflicto la escasez de acero hizo que hasta 1949 no se pudiese retomar la actividad comercial. Butagaz inició una gran campaña publicitaria con presencia en el Tour de Francia (el gran acontecimiento nacional del verano) y la mantuvo hasta 1968 mediante la participación de unos originales vehículos que lo mismo ofrecían gorritos de papel o efectuaban sorteos de cocinas "último modelo", todo ello en un ambiente festivo y lúdico.

La base escogida para hacer rodar las bombonas por toda Francia fue principalmente el Renault serie R 2060, una evolución del modelo 206 E1. El nuevo modelo apareció en 1947 y como novedad aportaba la carrocería totalmente metálica, los faros encastrados y una carga útil de una tonelada. A partir de 1949 apareció el 2061 (alias "1400 Kgs"), siendo en esencia el mismo vehículo pero con mecánica reforzada y la posibilidad de usar nuevas carrocerías para acoplar a su chasis de largueros. Este modelo sería renombrado con el tiempo a R 2066 y junto con su hermano menor el R 2065 obtuvieron un gran éxito de ventas (hasta 1966 se construyeron unas 70.000 unidades), siendo uno de sus principales clientes el Ejército gracias a las versiones con tracción total desarrolladas por Sinpar.

En cuanto al camioncito de Butagaz, lo que más nos llama la atención al contemplarlo son sus dos grandes bombonas de gas: la azul "Butagaz" para butano y la naranja "Propagaz" de propano. Leffondré concibió dos espacios simétricos para cada bombona, el delantero destinado al puesto de conducción (con el mismo tablero de mandos del Renault) y el trasero que servía de plataforma semicubierta para el uso de los empleados de la marca. En los costados se hallaban unas vitrinas con cocinas, calentadores e incluso una lavadora que servían para demostrar los usos del gas en ellos... y no solo de forma teórica, ya que se hacían funcionar y hasta se entregaban al público los pastelitos que se elaboraban!

La evolución llegó a mediados de los 60, con la desaparición de las vitrinas laterales la exposición pasó a la parte trasera cubriéndola con una especie de cúpula de plexiglás que literalmente "asaba" a aquellos que viajaban en el artefacto, ya bastante calentitos por el calor que despedía el motor interno. De todas formas la "tortura" duró poco y en 1968 esta forma de hacer publicidad desapareció, ya que Butagaz se retiró del Tour y encargó la labor de hacer conocer sus productos al osito azul Bob.


































A veces los lanzamientos en el mundo del diecast toman formas extrañas y ponen en un compromiso a aquellos que tenemos el gusto de darlos a conocer al resto de los aficionados. Un ejemplo claro es el caso de hoy, ya que comentar un par de bombonas de plástico con ruedas y base Renault es casi un reto para cualquiera. Sin embargo, el "homo Diecast" no solo vive de superdeportivos, camiones o coches de calle y a veces también se quiere divertir y sorprender, por lo que (quizás inconscientemente) abre su cartera o paga por Paypal y termina llevándose para la vitrina algo que, si no fuese por el fascículo, sentiría que nunca existió en la realidad o que solo fue un simple juguete.

Pero esto es así, en la "seria" Francia por lo visto existieron muchas transformaciones sobre todo tipo de vehículos destinados fundamentalmente a que el ojo del espectador callejero se posase en ellos y ya no los abandonase, al menos en un buen rato. En el caso de este "bi-bombona" desde luego que en este aspecto lo logra y (para mi gusto) supera al barrilito de Bhyrr que vimos hace poco en el Garaje, con casi las mismas faltas y virtudes. Para el butanero "chapeau" en la representación de las bombonas grandes y pequeñas, el frontal y la parte trasera, y suspenso moderado para los objetos de la vitrina (monocolores y prácticamente sin ningún detalle). Quisiera hacer como si no lo hubiese visto nunca, pero cada vez que paso por delante de la vitrina no tengo más remedio que buscarlo con la mirada y aceptar que ese "engendro" también forma parte de mí...