Citroën C25 Capucine Pilote R470 de IXO/Hachette

Pertenece a la colección francesa de kiosko "Passion Camping Car" de la Ed. Hachette.


Gran éxito del constructor francés de vehículos para el ocio Pilote, la Capucine R470 empezó a ser comercializada en 1984 en el seno de una gama compuesta además por los modelos R440, R460 y R570. Las claves de su éxito radican en su economía de compra (unos 12.000 euros de entonces) y mantenimiento, la racionalización de su espacio o el hecho de contar con la base de uno de los mejores vehículos industriales por aquel entonces, el Citroën C25, caracterizado por su conducción agradable y su buena velocidad punta de 110 Km/h.

La empresa Pilote fue creada en 1962 cerca de Nantes, en Francia, conociendo un gran y rápido éxito al lograr universalizar en Europa el concepto de la autocaravana (antes solo disponibles para personas con alto nivel adquisitivo). Para 1983 ya producían 1.200 unidades y actualmente figura entre las tres primeras marcas de caravanas y autocaravanas de Francia, lo que casi quiere decir también de Europa. Gran parte de su despegue empresarial se produjo a consecuencia de haber puesto en el mercado productos fiables e innovadores que se anunciaban solos al recorrer las carreteras de los países europeos, en manos de turistas que prefieren un turismo más individualizado.

El nombre "Capucine" (en español "capuchina") designa un tipo de autocaravanas que tiene un apéndice en el techo para alojar una cama doble, a la cual se accede desde la cabina mediante una escalera móvil. Aquellos que dormían aquí además podían disfrutar de una vista del cielo estrellado gracias a una claraboya.

La capuchina Pilote R470 utilizaba el chasis y la cabina del Citroën C25 o Peugeot J5 en su versión corta, proponiéndose dos tipos de motorización; diesel o a gasolina. En un principio la diesel fue la menos vendida por estar más enfocada a las largas distancias, prefiriéndose el gasolina por su mayor potencia y por su caja de cambios manual de cinco velocidades. Con sus 5,57 metros de longitud y un peso de 2.356 kilogramos los 78 CVs de ese motor no lo pasaba demasiado mal subiendo cuestas y además se mostró como un vehículo muy estable y con buenas prestaciones (sobre todo en el frenado). Tampoco transmitía apenas ruido al habitáculo y la suspensión y asientos mostraban un buen confort. Y no era muy "gastón" para los parámetros habituales de la época, ya que se lograban consumos de unos 12 litros a los cien kilómetros recorridos.

En cuanto a la estructura del habitáculo, estaba construida mediante paneles "sandwich" a base de madera en las paredes y paneles de contrachapado en el resto. El revestimiento exterior era de aluminio reforzado en algunas partes y por el interior llevaba madera de roble con Styrofoam, además de una capa de lana de vidrio aislante.

El interior del R470 contaba con el mobiliario y otros equipamientos esenciales para alojar a una familia de cinco miembros (seis transportados), con elementos construidos de forma sólida y resistente. Existía una zona de comedor clásico con mesa para cuatro personas con un par de  banquetas enfrentadas, situado todo ello cerca de la pared izquierda y tras el puesto del conductor. Enfrente estaba situado un mueble y una cocina de dos quemadores a gas propano, con su fregadero esmaltado y una nevera de 57 litros. Y en la parte trasera estaba el lavabo, con su water químico y ducha incorporada que desaguaban en un depósito interior de 90 litros (la misma capacidad que el otro depósito para aguas limpias).

Tras algunos años de cierto abandono por parte de Pilote del concepto de autocaravana capuchina, el constructor nantés mostró en 2015 uno de los sucesores del R470, el C700S. Este modelo es netamente mayor (casi siete metros) y dispone de dormitorio para niños, nevera de casi 150 litros, calefactor mucho más potente, iluminación mediante LEDs y puerto USB... aunque su precio de tarifa parte de los 50.000 euros.






























Hace un año la editorial francesa Hachette (propietaria de la española Salvat) presentó un test en algunos departamentos franceses sobre una nueva colección de autocaravanas y otros vehículos de cámping, presentando como primer número la capuchina Pilote R470, que todavía podemos ver (sobre todo en verano) por nuestras carreteras. Por lo visto el test fue un gran éxito y dio lugar a la colección oficial, cuyo primer número volvió a ser la R470 aunque con la bicicleta trasera algo mejorada (dicho número apareció a mediados de marzo de 2017). También se anuncia la edición italiana, aunque en ese caso la base es una FIAT Ducato. Escojamos la que escojamos podemos tener por seguro que nos llevamos una miniatura muy buena, original y con cierta calidad acompañada de un fascículo muy completo. Tan solo lamento el fallo de los limpiaparabrisas (muy bastos) y algún defecto pequeño de calidad en la pintura o el aspecto de la calandra, con faros quizás demasiado pequeños. El resto es muy bueno y lo remata un interior muy correcto. Ha sido un buen comienzo de colección (sobre todo pensando en que costó menos de 7 euros) pero las ediciones siguientes muestran incluso una escalada en la calidad y presentación de los modelos, anunciándose incluso ejemplares clásicos que nunca conocimos de Mercedes Benz, Hanomag o Volkswagen.