Los Starlet fueron una serie de automóviles pequeños de Toyota que tuvieron presencia en algunos mercados mundiales entre 1973 y 1999, siendo reemplazados por el Yaris/Echo/Vitz (y posteriormente también en su segmento más bajo por el Aygo en Europa). Automóviles muy fiables pero con cierta fama de aburridos, conocieron sin embargo algunas excepciones "picantes" como los Starlet Turbo que aparecieron en algunas generaciones.
Hoy veremos revisaremos por encima la tercera, cuyo nombre interno era P70 con vigencia entre 1984 y 1989. En esta serie la tracción fue delantera (para normalizarse con los automóviles de su segmento) y fueron fabricados en Japón e Indonesia, en variantes "hatchback" de tres y cinco puertas y camioneta de tres. También aparecieron nuevos motores de doce válvulas a gasolina y una versión para exportación con solamente un litro de cubicaje. En cuanto a sus cajas de cambio, estuvieron disponibles en versiones manuales (con cuatro y cinco velocidades) y automáticas (de tres y cuatro relaciones).
Una de las versiones más deportivas fue la Turbo S de 103 CVs, dotada con un motor de 1.3 litros e inyección, cuatro cilindros en linea y turbocompresor. En este modelo se incorporó un sistema de suspensión activa patentado por Toyota y denominado por la marca como TEMS, con objeto de reducir el balanceo y favorecer la estabilidad. El sistema era bastante sofisticado y caro, incorporándose en ciertos modelos de la firma a partir de 1983. Este Starlet, al igual que sus hermanos, también se ofreció en Europa aunque en nuestro continente no apareció con el restyling japonés de 1987, sin embargo para el Viejo Continente sí existió con una motorización diesel de litro y medio.
El Turbo S sin duda debió ser una máquina divertida y "ratonera", ya que debido a su bajo peso (770 kgs) alcanzaba el 0 a 100 km/h en 9 segundos con una velocidad punta de 180 Km/h. En España se sabe de la existencia de un par de unidades al menos en las Islas Canarias, lugar donde corrieron en la Copa Starlet y ganándose fama de "lobo con piel de cordero".
Seguimos con las piezas raras, en este caso otro modelo que representa una de las primeras realizaciones del sello DISM. En este caso es un modelo un poquito "bastardo" ya que no incorpora el sistema de diodos LED que traía el original de caja rosa, aunque puedo apreciar en él el hueco para la palanquita que enciende las lucecitas y hasta la tapa ciega de la batería de reloj. Supongo que el molde fue rescatado para alguna colección posterior. En todo caso, la miniatura llegó en una caja de plástico sin ningún embalaje externo que nos pudiese dar alguna pista. Sea como fuere, se notan ciertas imperfecciones en el modelo (alguna de las cuales tuve que reparar) pero esto no impide la grata sensación que me causa, aparte de que soy "fan" declarado de los pequeños GTi sobre todo de los años 80 y 90. Siguiendo con la miniatura, también se aprecia mucho tacto "plasticoso" aunque todo el molde tiene bastante precisión y está acompañado de muchos detalles, perdiendo puntos en el interior por ser demasiado monótono. Lo mejor sin duda es su absoluta rareza, siendo las versiones "pata negra" escasas de hallar y si aparecen no suelen ser por menos de 60 o 70 euros en Ebay, aunque están disponibles en varios colores (mi preferido es sin duda el blanco).
