Pegaso 1031 "Cementos Tigre" de IXO/Salvat

Pertenece a la colección temática sobre vehículos Pegaso de la editorial Salvat España.

El Pegaso 1031 vino a completar la gama de camiones pesados tras la decisión de ENASA de crear un nuevo modelo capaz de competir también con los productos extranjeros. El 1031, al igual que el resto de la gama derivada del Z-207 (1010, 1011 y 1030) fue fabricado y comercializado entre julio de 1960 y marzo de 1962 al aparecer entonces el nuevo Comet 1090.

Fruto del acuerdo con Leyland en 1957 un año después se enviaron al fabricante inglés un par de cabinas y dos motores procedentes del Z-207 para crear los prototipos de un nuevo camión, que se iba a llamar Z-215. Los ingleses pensaron que sería mejor reducir su complejidad técnica y por ello adaptaron elementos existentes de Leyland, con el visto bueno de ENASA.

En 1959 corrían buenos tiempos para el grupo español en cuanto a unidades producidas debido a la fuerte demanda interna, y eso a pesar de que el Gobierno de Franco implantó un plan de estabilización encaminado a reducir la fuerte deuda. También se balanceó de forma más eficiente la producción entre las factorías de Barcelona y Madrid de los modelos de camiones y autobuses. Y se tuvo que retrasar la producción de la gama 1010-1031 hasta junio de 1960 para favorecer la salida de las últimas unidades del Z-207, un modelo del cual se disponía de un abundante stock de piezas.

Las primeras unidades de los nuevos modelos 1010 y 1031 (con 6 y 8 toneladas respectivamente) se fueron produciendo a un ritmo de 100 mensuales que se fueron vendiendo bien, a pesar de su elevado coste en parte debido a la carencia de una industria auxiliar a la altura. Los empresarios habían valorado realmente bien al "Barajas" (el modelo Z-207), frente al cual el 1031 poseía un chasis más recto y largo y una cabina desprovista de visera y completada con ventanas laterales. El 1010, por su parte, se diferenciaba del "Barajas" por su eje rígido y su caja de cambios de cuatro velocidades, pero conservaba la reductora interna y en cambio perdía la adicional del eje trasero, lo que incrementaba la comodidad de manejo.

La motorización consistió siempre en un bloque diesel de seis cilindros en V de siete litros y medio con 120 CVs de potencia, logrando casi alcanzar una velocidad máxima de 75 km/h. Las cajas de cambio disponibles eran según modelos, siendo manuales con 4x2 relaciones con directa en el caso del 1010 y superdirecta en el del 1031. La dirección era de tornillo sinfín reversible, el sistema de frenos hidráulico asistido a las cuatro ruedas y la suspensión a cargo de las clásicas ballestas y amortiguadores telescópicos delanteros.

Finalizando 1961 la producción alcanzaba ya las 130 unidades mensuales pero ENASA decidió cortar la fabricación a costa de la creación de un nuevo producto que fuese exportable, siempre con la complacencia y el estímulo de Leyland. Hasta entonces todo lo manufacturado por ENASA salía más caro que lo producido por Leyland y los ingleses buscaban penetrar más profundamente en los mercados español e iberoamericano, algo que pensaban conseguir con el nuevo Comet, un camión más barato y más sencillo de producir que el Z-207 y sus derivados.
































Prosigue la colección temática de Pegaso con un excelente modelo que ha dejado una muy buena impresión de lo que esta serie puede llegar a ofrecernos; en mi caso creo que esta pieza es de las mejores hasta ahora y brilla en todos los aspectos: desde la calidad de los acabados hasta la minuciosidad puesta en la miniatura (tan solo hay que ver los saquitos de cemento de la empresa catalana o el interior de la cabina). Hace un tiempo se habría pagado tranquilamente el doble o más de lo que salió esta miniatura en los kioskos (unos 25 euros) y por ello nos llena de alegría contemplar lo realizado por IXO para Salvat, un modelo colorista, muy fino en sus detalles y al que no puedo reprochar nada (o será que se nota que estoy demasiado enamorado del camioncito?).