miércoles, 5 de junio de 2024

IAMA Joseso de PCT/Salvat

 

Pertenece a la colección "Autos Inolvidables Argentinos" de la editorial Salvat Argentina.

Lanzado en 1959 por IAMA (Industria Argentina de Micro Automóviles), el Joseso fue creado por José María Rodríguez  y fabricado en un número aproximado de 200 unidades en los talleres de Ituzaingó. Este microcoche, inspirado en el FIAT 600 Multipla, podía transportar tres personas a una velocidad de 60 Km/h y fue ideado para ser un vehículo popular, asequible y sencillo de mantener; no obstante el proyecto no tuvo apenas continuidad y finalizó en 1960.

"Joseso" era el apodo que recibía don José María Rodríguez, inventor y aficionado al automovilismo que creó pequeños automóviles de forma artesanal. En 1958 el gobierno de Frondizi tenía una política de estímulo a las actividades empresariales y por ello José María presentó un proyecto de microcoche para cuatro personas con carrocería de aluminio y motor Villiers de dos tiempos con ocho caballos. Algunos inversores apostaron por él y llegaron incluso a conseguir el respaldo de IAMA, por lo que parecía que finalmente el prototipo del Joseso podría llegar al público como vehículo de gran serie.

La presentación del modelo definitivo tuvo lugar en los salones del Automóvil Club Argentino en septiembre de 1959 con el apoyo de IAMA, quien aseguraba que lo fabricaría en una nueva planta que se debía construir en Rio Gallegos. El modelo poseía una carrocería de plástico reforzado sobre un chasis de travesaños, ventanillas traseras fijas y delanteras deslizables. El interior era realmente modesto e incorporaba tres asientos, teniendo acceso al trasero desplazando los respaldos; la razón de la existencia de solo un asiento trasero fue la de dejar sitio para la colocación del motor.

Dicho propulsor era un motor bastante popular en el mundo de los microcoches europeos como el Bond pues se trataba del conocido Villiers, también instalado con frecuencia en motocicletas. Este motor, de procedencia inglesa, era de dos tiempos con 200 cm3 y una potencia de 10 CVs. Arrancaba de forma eléctrica y llevaba asociado una caja de cambios manual con cuatro relaciones hacia adelante y atrás, siendo la transmisión por correa a la rueda derecha y las suspensiones de tipo Cantilever.

El modelo no tenía apenas equipamiento incluido, existiendo solamente en su tablero de mandos un velocímetro y un par de testigos luminosos, no llegando a disponer de limpiaparabrisas de serie. Igualmente no tenía maletero, por lo que había que acomodar el equipaje dentro del habitáculo. Al menos en las puertas sí había unas bolsas para tener a mano objetos útiles como mapas o repuestos.

Desafortunadamente, el sueño de José María finalizó cuando vio que no llegaban a concretarse las promesas del gobernador de Santa Cruz (donde debía instalarse la fábrica) al asegurar que se producirían unas 4.500 unidades anuales en el primer año, muy lejos del total de 200 que trabajosamente montaron en el taller de Ituzaingó hasta 1960. Actualmente quedan en buen estado solo 40 ejemplares del total, siendo posibles verlos ocasionalmente en encuentros de clásicos en Argentina.


















De nuevo tenemos otro clásico microcoche de procedencia argentina, tierra también pródiga en este tipo de vehículos económicos aunque en esta ocasión no se trata de un modelo fabricado bajo licencia. Precisamente por ello tenemos la suerte de tener un nuevo molde (que será aprovechado en su día cuando salga en la serie europea de kiosko sobre microcoches) pintado en un vistoso amarillo chillón y con una buena ración de detalles, entre los que no faltan los paragolpes cromados, unas bonitas ruedas y algunas luces insertadas. Igualmente me agradaron las matrículas y el frontal, pero se pasaron claramente en la aplicación de la pintura y tampoco me gustaron mucho el aspecto de algunos elementos moldeados (como las manetas) que merecerían ser piezas exentas. Estaremos pendientes de ver si la nueva versión, que debe salir en este año de 2024, mejora en algo a este PCT o queda igual.















11 comentarios:

  1. He visto un sólo Joseso en mi vida, seguramente es el de la foto que pones, y puedo asegurar que se veía muy bien terminado, considerando que era un producto del escalón más modesto, y sobre todo, teniendo en cuenta la fabricación casi artesanal.
    Yo había empezado mis trabajos para hacer uno, pero no pasé del dibujo preliminar, entre otras cosas porque le tenía fe a Salvat, y hay que decir que esta vez no me defraudó.
    El modelo es una belleza, la escala chica facilita la "cantidad de detalles por centímetro cuadrado" y el resultado, quizás realza el aspecto utilitario del humilde Joseso. Yo no lo dudé y lo compré por amor a primera vista.
    No sabía que el modelo no tuviera limpiaparabrisas de serie, podrían haberlas omitido y se ahorraban esas horribles escobillas.
    En cualquier caso, es una pieza increíble, sobre todo para nosotros, los argentinos!

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  2. Como mencioné en algún posteo anterior, la aparición de modelos autóctonos es una linda caricia al coleccionista, de un Peugeot 504 uno tiene el lindo, el feo, el de calle, el taxi, el de rally, etc, el caro y el barato, pero estos "raros" terminan resultando, o buenos, o al menos, simpáticos.
    Por acá, entre los licenciados y los proyectos autóctonos, hubieron cierta profusión, de los que, obviamente, no sobrevivió ninguna empresa.
    La miniatura tiene buenas intenciones, un molde logrado, muy lindas llantas, insertos bienvenidos, pero, coincido contigo, la pintura vino a baldes, a pesar de lo cual, se nota la base en alguna arista o franquicia (los amarillos, salvo en marcas premium, suelen ser complicados...) y, a modo de capricho, me hubiera gustado un sombreado en la parrilla para simular las ranuras.
    Obviamente, era de los modelos para no dejar pasar.
    Un gran abrazo
    Luis

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    1. Yo es que no sé qué les pasa muchas veces con el color blanco o el amarillo que los convierten en porcelana! Y el caso de este Joseso no es de lo peor que he visto... En fin, sus cualidades no obstante superan a los defectos.

      El cochecito me parece muy curioso y vale bastante además por lo autóctono, las cosas locales definitivamente tienen mucho encanto. Encima, tiene mucho ADN italiano, se podría haber visto tranquilamente circulando por Roma o Nápoles, por ejemplo. Hiciste bien en no dejarlo pasar.

      Seguiremos dando "guerra" con estas maquinitas!

      Abrazos.

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    2. Sin saber mucho de pintura, me atrevo a pensar que el problema es que la pintura clara cubre menos el color del metal crudo.
      Para solucionarlo, le mandan pintura a reventar, todo en una sola mano de pintura.
      Creo que deberían hacer 2 manos de pintura, quizás una de Primer y la otra de color, o directamente 2 manos de color.
      Pero cualquiera de estas alternativas implica un paso más que demora y encarece la producción...

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    3. No entiendo bien el motivo, por que he visto PCT´s (que se supone que son de lo más económico) con unas capas de pintura ejemplares sien importar el color, y con unos moldes excelentes. Hablo de varios modelos de la colección argentina en concreto, me parecieron impresionantes!

      Pero tranquilamente puede ser lo que piensas.

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  3. estimo que puede ser la combinación de dos cosas, por un lado, en muchas pinturas, hay colores mas críticos (me pasó con amarillos y naranjas especialmente) que, eventualmente, requerirían una capa de base/primer que tape los bordes (me ha pasado, pintando un autito de amarillo, primero le tuve q dar base blanca, y era de buen poder cubritivo), lo otro es que, entiendo, usarán pinturas con menos pigmentación, así que recargan a lo bestia

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    1. Debe ser complicado pintar bien un modelo en una escala tan chica, supongo que habrá zonas en las que sea inevitable acumular pintura.

      A veces me dan ganas de encontrar un chino que curre en IXO, PCT, etc. y preguntarle unas cuantas cosas. Pero se me pasa cuando me acuerdo de que no parlo chino...

      Abrazos!

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  4. Curioso ejemplar este que nos muestras Antonio, parece un 600 encogido, lo mas llamativo el color

    Saludos

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    1. Desde luego la carrocería del 600 dio para un montón de derivados, en el caso del Joseso el ingeniero se inspiró en el Multipla.

      Es interesante el cochecito y me gusta, pero esa mascarilla del frontal... no la veo.

      Saludos!

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