sábado, 6 de julio de 2024

Grataloup de IXO/Altaya

 

Pertenece a la colección de kiosko "Microcoches de Antaño" de la editorial Altaya España.

A mediados de los años 50 del siglo pasado era posible construirse uno mismo cualquier clase de vehículo para uso personal sin tenerse que enfrentar a muchas trabas administrativas, siempre y cuando no se pensase sacar un rendimiento comercial. Es lo que hizo Grataloup en Francia cuando en 1955 construyó su triciclo de casi ocho caballos de potencia al que bautizó con su mismo apellido.

La creación de Monsieur Grataloup tuvo lugar en Bagnères-de-Bigorre, cerca de los Pirineos y no lejos de la famosa localidad de Lourdes. Su triciclo carrozado es todo un ejemplo de ingeniería inteligente y racional unida a un talento de puro artesano y habilidad mecánica, ya que tuvo que casar un motor Villiers Mk IX británico con una carrocería de chapa que se asemejaba vagamente a la del Citroën 2CV.

El motorcito, de un solo cilindro y 247 cm3, provenía de una moto BSA inglesa de los años 20 y estaba conectado a una caja de cambios francesa Gillet para moto mediante una cadena. La unión con el embrague se hacía con tres correas de cuero y la transmisión a la rueda trasera se efectuaba por una cadena metálica; el encendido eléctrico se lograba también por correa de eslabones de cuero y el sistema de suspensiones era por ballestas, transversales en el eje delantero y longitudinal en el trasero.

El acceso al vehículo era algo complicado, pero la posición de conducción en su único asiento no estaba mal y al costado, justo por encima del motor, había una bandeja en la que se podían depositar objetos pequeños. Como la vía delantera (el espacio entre ejes) era realmente ancha, el cochecito era bastante estable y se podían alcanzar los 80 Km/h con un relativo confort de marcha, además el diámetro de las ruedas era muy generoso y por ello no era descabellada una utilización fuera del asfalto.

Este único modelo existente fue hallado bastantes años después abandonado en un garaje Citroën de Biarritz (País Vasco Francés). Por lo visto su propietario había conocido al señor Grataloup y afirmó que él lo usaba como su transporte diario, posteriormente acabó en el Museo de Microcoches de Bruce Weiner pero hacia 2013 fue subastado y se vendió por 34.500 dólares americanos.

















Qué gran placer debió suponer para Grataloup construir su propio coche y utilizarlo a diario! Algo totalmente imposible en nuestros días, al menos por Europa Occidental. Afortunadamente Altaya se fijó en el modelo para incluirlo en su colección y de esa forma rendirle un pequeño homenaje a su creador, quien seguramente ya habrá abandonado hace tiempo este mundo. El reconocimiento se puede decir que fue de categoría por que la miniatura muestra muy buenas hechuras y un excelente detallado por dentro y fuera: la cabina incluye muchos elementos, las ruedas son muy fieles, los faros no tienen pinchitos y la pintura está correctamente aplicada. Aparte está el hecho de que parece ser un modelo inédito a 1:43 ya que no he encontrado otro fabricante que lo haya producido, por ello no puedo dejar de recomendarlo siempre y cuando nos gusten estos modelos tan singulares.















8 comentarios:

  1. Curioso a mas no poder, como bien dices imposible hoy en día el que un@ mism@ se haga su vehículo y mucho menos que le den la beneplacita para circular tranquilamente, cuando no sacan una cosa en la Itv, sacan la otra y si no se la inventan

    Saludos

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    1. Me pregunto lo que pasaría si aparecemos con esta cafetera en un ITV... Seguro que nos quedábamos con el personal!

      O eso o nos apedreaban por pensar que estábamos en un módulo de exploración extraterrestre.

      Saludos!

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  2. decir curioso es poco, realmente un aparatejo difícil de describir, aunque aplaudo a don Grataloup de haber hecho lo que muchos no nos animamos.
    En líneas generales, esta colección te viene mal acostumbrando a piezas muy interesantes y de buena factura, y esta no es la excepción, bien moldeada, bastantes insertos, pintura prolija, etc.
    A mi gusto, dos temitas que vería con buenos ojos, una fácil, el color del techito, un poco mas tirando a cuero (al menos en la foto del real pareciera serlo) y, la difícil, de algún modo, hubiera quedado linda (bueno, lo que se dice linda....) una rejilla con el motor a la vista. Si, ya se, es de kiosco, pero, por pedir, no se pierde nada.
    Como siempre, una interesante miniatura (muy miniatura)
    Un gran abrazo
    Luis

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    1. La verdad es que el tipo podía estar orgulloso, pasearte por ahí en tu propio cochecito!

      Opino como tú con los cambios propuestos, pero claro, estos no son Schuco... Lo de la rejilla es que no le veo mucha solución, por que el modelito es como medio dedo índice, sería un trabajo de micos y no mucha gente lo apreciaría si no tiene muy buena vista.

      Ya vendrán mejores realizaciones...
      Abrazos!

      p.d. murió Juanh, uno de los primeros blogueros que conocí de Argentina, me lo comunicó Eduardo. DEP, yo la verdad es que no me hablaba con él pero ahora hay que pensar en su mujer e hijita, espero que ojalá hallen consuelo.

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    2. No lo conocía personalmente, aunque alguna vez entré en su blog, una lástima su partida

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  3. Es un acierto, un compendio de buenas recetas no podía dar mal resultado.Ruedas grances, trocha ancha, motor probado, carrocería vistosa (yo también le vi cierta similitud al frente del 2CV). Y el modelo le hace los honores, con luces sin pinchos, muchos insertos (pilotos laterales y luces traseras), un interior que da gusto, todo en tamaño extra small!
    Lo único que me hace un poco de ruido es la apertura lateral para acceso y respiración del motor. Las fotos del modelo la muestran como algo sin nada detrás, como si fuera una ilustración (al estilo R4) pero mirando la foto del real, veo que era un espacio totalmente distinto, con motor explícito, me hubiera gustado otro tratamiento, aunque no se me ocurre nada que no implique metal fotograbado o un transparente con rejilla dibujada que hubiera sido una porquería, mejor lo miro del otro lado.
    En cualquier caso, me encantó este pequeñín, de toda la serie de microautos, creo que está en el top five o quizás un poco más!

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    1. Lo mejor de todo es que Mr. Grataloup era un "máquina" el tipo! Dominaba el tema de la soldadura, la construcción de chasis, el tema del moldeado de la chapa y el concepto de equilibrio de pesos. Luego estaba el tema eléctrico, lo del acople de la caja de cambios y los amortiguadores. Si nos ponemos a pensar, tiene un mérito bárbaro, yo me quito el sombrero...

      La miniatura claro está que es mejorable, como casi todo, pero por quince euros no pido más. Posteriores modelos incluso están saliendo más afinados, ya los verás.

      Seguiremos con "la parada de los monstruos" a tope!

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