sábado, 28 de septiembre de 2019

Citroën SpaceTourer Pössl Campster de IXO/Hachette





Pertenece a la colección francesa de kiosko "Passion Camping Car" de la ed. Hachette.

Usando la versión intermedia de 4,96 mts. del Citroën SpaceTourer, el especialista alemán Pössl creó el Campster en 2016 y lo presentó un año después. Este modelo, el más pequeño de la gama del fabricante, está conociendo un gran éxito y ha contribuido en gran parte al éxito europeo de Pössl al colocarlo como número dos continental solamente tras Volkswagen y su camper California.

Tras unos comienzos modestos en 1989, Pössl logró un excelente acuerdo con el constructor esloveno de vehículos de recreo Adria que consistió fundamentalmente en un traslado y aumento de su producción a la factoría eslovena, además de una exención de impuestos. Pössl se especializó en el diseño de campers construidos con la base de diversos furgones comerciales (FIAT Ducato y Citroën Jumper) vendidos bajo las marcas Pössl y Globecar.

Esos furgones adaptados contaban con un buen mobiliario de calidad y un aislamiento interior a base de espuma de poliuretano, pero quizás lo más importante fue la inteligente asociación que hizo el fabricante bávaro con Citroën a la hora de crear el Campster, obteniendo como base el lujoso Spacetourer (un monovolúmen que aspira a entrar en el segmento del Mercedes Clase V o el Volkswagen Transporter). El vehículo tuvo una gestación difícil y complicada, ya que aunque fue presentado en el Salón de la Caravana de Düsseldorf de 2016 entre homologaciones y pruebas la comercialización se demoró un año y provocó el malestar de los primeros clientes.

La mejor definición que cuadraba con el Campster era la de ser una "navaja suiza", modulable, transformable y adaptada para vivir lo más cerca posible de la naturaleza. Disponible con varias longitudes y tracción total a la demanda, el Campster se mostró como muy manejable gracias a su longitud contenida, su poca altura (que le permite estacionar en los párkings urbanos) y su accesibilidad interior gracias a sus dos puertas laterales corredizas o mediante su ventana trasera abrible. El modelo permite viajar hasta a siete personas de día y alojar a cuatro mediante sus dos camas gemelas; dichos ocupantes pueden ponerse de pie sin dificultad cuando se eleva el techo plegable SCA y disfrutar de las bondades de una completa cocina transportable al exterior y un refrigerador. Numerosos compartimentos completan el espacio interior así como una mesa plegable central con asientos pivotantes que organizan una grata estancia en el vehículo a la hora de comer o simplemente convivir.

Pero a la hora de los desplazamientos el Campster se revelaba también como un vehículo ideal para hacer kilómetros, no en vano deriva de un lujoso monovolúmen y de él conserva muchos elementos de seguridad y confort, incluyendo frenado automático, navegador GPS, cambio automático y pantalla a color. Este vehículo además permite elegir entre cuatro motorizaciones disponibles todas ellas diesel HDi y de entre 102 y 177 CVs, asemejándose en su comportamiento al de un turismo de tamaño grande con cierto ambiente "premium".



























Ya finalizada la gran colección "Passion Camping Car" tan solo me queda ir mostrando los números que tengo disponibles, entre ellos este Pössl que fue uno de los últimos en aparecer. Seguramente por su aspecto tan moderno da mayor sensación de "juguete" pero no debemos dejarnos engañar, ya que si miramos más atentamente veremos una excelente réplica con un muy buen molde y una representación muy realista del techo plegable (casi parece neopreno real!). La pega es que ese color tan fluorescente "ahoga" mucha parte del detallado externo y lo difumina, mejor hubiera sido escoger otro color en la gama Pölster como el rojo burdeos metalizado. En fin, seguimos viendo cosas interesantes como los "cristales" ahumados o el interior pero me imagino que el modelo no llamará mucho la atención frente a otras producciones más clásicas de Hachette.



















martes, 24 de septiembre de 2019

Pegaso Trakker 340 TI de IXO/Salvat




Pertenece a la colección temática sobre vehículos Pegaso de la editorial Salvat España.

El Trakker fue consecuencia de la necesaria renovación de la gama de camiones de obra Pegaso, aparecida a finales de la década de los 80. Esa denominación (Trakker) también se aplicó a los camiones IVECO después de la compra de ENASA por parte de la firma italiana; los Trakker hispanos utilizaron como base a los Mider, Tecno y Troner según su potencia y tan solo hubo que realizarles las modificaciones necesarias.

En el momento de la comercialización de los Trakker el sector de la construcción (al que iba dirigido) se encontraba en plena expansión en España y era el que más había crecido dentro del conjunto de la economía nacional. Pero a principios de los 90 ya se había renovado en gran parte el obsoleto parque de vehículos industriales dedicados a las obras y por ello se observó una gran caída de ventas.

La gama Trakker 2326 (presentada en 1989) formó parte de ese esfuerzo por presentar nuevos vehículos de obra y contribuir a su renovación. Supuso el relevo del primer Trakker (el 2323.26 K) con 225 CVs aparecido en 1983 pero tuvo que luchar contra la aparición de los camiones de procedencia alemana principalmente y los de otros países europeos como Francia, Suecia o Checoslovaquia.

Las armas que presentaba el Trakker para dar batalla eran principalmente unos motores diesel de seis cilindros en linea con 10,5 y 12 litros de cubicaje, este último con turbo e intercooler (el enfriador de aire que entra al turbocompresor). Inicialmente empleaban dos válvulas por cilindro, algo interesante cuando había que trabajar a bajo régimen de vueltas ya que otorgaba el mayor par en ese momento y el consumo de combustible era más reducido. Las cajas de cambio ZF eran de ocho velocidades sincronizadas en los primeros modelos y luego de hasta dieciséis en los últimos, con relaciones adaptadas al trabajo específico a realizar y carcasa de aluminio (lo que reducía su peso). No obstante, y a petición del cliente, también se instalaban cajas Fuller tal cual ocurría en las otras gamas.

En las obras es muy importante mantener una buena motricidad y por ello el Trakker utilizó su clásico tandem de ejes traseros con reducción y bloqueo opcional de diferenciales. El bastidor destacaba por su práctico diseño que integraba los anclajes de la carrocería y en las suspensiones traseras se usaba el sistema Hendrinkson con dobles ballestas invertidas y brazos, mientras que delante llevaba estabilizadora, amortiguadores telescópicos y ballestas semielípticas. No obstante se criticó la baja altura del chasis en los primeros modelos y no fue hasta la aparición del modelo 2334 cuando se corrigió el error.

A pesar de todo las ventas no fueron grandes por la fuerte competencia en el sector de la configuración 6X4, pero la versión 8X4 de los IVECO/Pegaso alcanzó el liderazgo en los primeros años 90 al conseguir algo más del 40% de las matriculaciones.

























Doy la bienvenida a uno de los "volquetes" más bonitos y entrañables que he visto a escala 1:43, una máquina diseñada por Francisco Podadera (el autor de aquellos prototipos SEAT que presentaba en los ochenta y aún llegó a comercializar) que resplandece por su vistosidad y calidad. Y encima portando la matrícula de Sevilla! En lo que respecta a la miniatura destaca a primera vista todo el detallado externo de la cabina, que se encuentra realizada en metal y contrasta con el plástico de la bañera. Esto hace que si le da el sol veamos un feo contraste de color debido a los distintos materiales. Puntúa alto el interior de la cabina y el chasis, pero lo que más me gustó es la operatividad de la bañera mediante un mecanismo de tijera, fiel reflejo del original. Otra miniatura de la colección que merece la pena tener y además inédita (que yo sepa hasta ahora) en el mundo del 1:43.




















viernes, 20 de septiembre de 2019

Borgward B 611 Hymer Caravano 3 de IXO/Hachette




Pertenece a la colección francesa de kiosko "Passion Camping Car" de la ed. Hachette.

La B 611 era una furgoneta ligera fabricada en Bremen por Borg Ward entre 1957 y 1962, totalizando una producción de casi 15.000 unidades. Inicialmente llamada como B 1500 F, su carga útil era de casi dos toneladas aunque nominalmente era de tonelada y media. El modelo estuvo disponible también como minibús, semitautliner (plataforma con paredes laterales abatibles) o tipo vivienda.

Inicialmente concebida como complemento del camión B 1500/ B 511 de 1959, el B 611 era un modelo de vehículo de transporte con el motor alojado en posición delantera entre los asientos. Este camioncito podía ser escogido con motores a gasolina (1,5 litros, 60 CVs) o diesel (1,7, 50 CVs) con cuatro cilindros refrigerados por agua, siendo bloques compartidos por los turismos Isabella/Hansa 1500. Ambas versiones poseían cajas de cambio manuales con cuatro velocidades totalmente sincronizadas y la velocidad máxima alcanzada era de 92 Km/h en el caso del gasolina y 75 con el diesel.

El B 611 poseía suspensión delantera independiente y trasera con eje rígido con muelles, siendo el chasis a base de largueros con una estructura de bastidor auxiliar que alojaba el motor, su radiador, el embrague, la transmisión y la suspensión delantera. En cuanto a la cabina, era de tipo panorámica con un generoso acristalamiento y ofrecía una excelente vista al conductor. Además, y gracias a su buen radio de giro, el B 611 era muy manejable y se mostró ideal como vehículo de reparto en el ámbito urbano.

Hymer, un fabricante de vehículos recreativos alemanes, debutó en 1961 en el mundo de las autocaravanas con el primer Caravano sobre base Borgward B 611. La firma creada por Alfons Hymer construía desde 1923 vehículos agrícolas pero en 1957 su descendiente Erwin (asociado con Erich Bachem, el fundador de Eriba) creó la famosa caravana "Troll" e inició una carrera de éxito que permanece en nuestros días.

El Caravano 3 estaba construida íntegramente a mano y poseía un techo elevable. Este vehículo de unos 5 metros podía contener tres personas cuando circulaba y alojar a cuatro cuando acampaba; incorporaba calefactor de gas, cocina con dos quemadores, fregadero de plástico y un frigorífico Sibir. El único punto de acceso al vehículo se efectuaba mediante un gran portón trasero de apertura lateral y se hallaba dispuesto un ancho escalón para poder subir cómodamente. En cuanto a la cabina, el puesto de conducción era bastante austero (a pesar de contar con un precioso volante de baquelita) y su tercer asiento central recordaba claramente la vocación de transportista del B 611 original.

Actualmente se considera este modelo como un perfecto "camper retro", históricamente muy importante para el desarrollo de la industria del campismo alemán. Lamentablemente para Hymer la quiebra de Borgward interrumpió prematuramente la aventura ya que solamente se lograron producir tres unidades y no pudo seguir proporcionando más modelos, de tal forma que hasta 1971 Hymer no sacó al mercado ningún otro modelo de autocaravana, utilizando en esta ocasión un chasis Mercedes.


























Esta encantadora autocaravana (o tal vez "camper"?) no es la primera vez ni mucho menos que la encontramos replicada en miniatura, pues ya antes Premium Classixxs la tenía en catálogo a 1:43 o BUB a 1:87. IXO en esta ocasión ha creado un buen molde para Hachette, con correctos detalles externos para ser de coleccionable (por cierto, esto ya va dejando de ser una excusa...) y un trabajo de pintura no demasiado bueno por su exceso y por la tonalidad. Mejor nota para la parrilla, bien sombreada, y sobre todo para el interior, algo que viene siendo habitual en esta colección de Hachette.
























martes, 17 de septiembre de 2019

Toyota Publica UP10 Convertible Deluxe de NOREV





El Toyota Publica fue un pequeño automóvil comercializado entre 1961 y 1978 siguiendo las directrices del gobierno japonés sobre la creación de un "coche nacional". Sucedido por el Starlet, el Publica fue en su tiempo el coche más pequeño comercializado por Toyota y estuvo disponible con una gran variedad de carrocerías pero siempre de dos puertas.

Los orígenes del Publica se rastrean en el concepto de automóvil nacional que quería desarrollar el poderoso MITI (Ministerio de Comercio Internacional e Industria de Japón), anunciado en 1955. Entre los parámetros requeridos estaban el hecho de que el vehículo debía alcanzar una velocidad máxima de 100 Km/h, un peso inferior a los 400 Kgs, un consumo de combustible no mayor de un litro a los 30 kilómetros recorridos en llano a 60 Km/h y lo más duro: que el automóvil no tuviese que soportar reparaciones fuera de lo normal en sus primeros 100.000 Kmts.

Eiji Toyoda aceptó el desafío inspirandose claramente en el Citroën 2CV con su motor bicilíndrico bóxer refrigerado por aire de 500 cm3. Aunque se contempló implantar también motor y tracción delanteros (un concepto entonces novedoso), los ingenieros de Toyota no disponían del tiempo suficiente para estudiar la forma de incorporarlos y al final se inclinaron por la propulsión, dejando el motor delante y aumentando la cilindrada hasta los 700 cm3. Esto ocurrió así pues el cubicaje inicialmente contemplado  de 500 cm3 era insuficiente, pero a cambio tuvieron que abandonar la idea de aprovechar las exenciones fiscales que el gobierno pensaba hacer en los automóviles con motores de menos de medio litro de cilindrada. El bloque empleado (llamado "U") resultó tener dos cilindros en posición bóxer, refrigerado por aire y rendía 28 CVs. Afortunadamente, el incentivo fiscal no fue finalmente instaurado y eso favoreció las ventas.

La versión incial del Publica (cuyo nombre viene del inglés "Public Car", aunque en japonés se transcribe como "Paburika" y suena parecido a su palabra para "pimentón") portaba una carrocería tipo sedán destinada a alojar cuatro personas y una buena cantidad relativa de equipaje. Se reveló como un automóvil bien adaptado a las malas carreteras japonesas gracias a su suspensión de doble horquilla delante y ballestas detrás. Aunque el modelo fue sencillo y barato de producir era muy simple en su equipamiento (no tenía ni calefacción, ni medidor de combustible ni siquiera espejos laterales) por lo que el público no lo acogió demasiado bien y las ventas fueron escasas al principio, ya que aquel que podía acceder a un vehículo privado prefería tener un coche más lujoso y aparente.

Tal vez por eso en 1963 aparece el nivel de equipamiento "Deluxe" que incluía asientos reclinables, radio, calefacción, transmisión semiautomática y elementos más "distinguidos" en el exterior como cromados y neumáticos con bandas blancas. Una primera prueba se hizo en los concesionarios especiales Asahi y visto el éxito se decidió extender la versión a todo el archipiélago, quedando el modelo normal con la denominación "Estándar".

También en 1963 apareció la versión descapotable realizada por Central Motor, una división de Toyota encargada en aquellos años de crear sus carrocerías especiales.

En 1966 aparece un restyling para el Publica (UP20) que incorporó más potencia para el motor, cambios leves en el frontal y la corrección de detalles tan importantes como el sentido de la orientación del picaporte externo de la puerta. Esto había provocado un desgraciado y mediático accidente que resultó en la muerte de una escolar al atravesarle el corazón dicha manilla cuando el vehículo estaba circulando. Tras esa desgracia Toyota cambió el sentido y nunca más hubo un vehículo en Japón que tuviese la manilla mirando al frente. Y en 2006 la firma japonesa se vio obligada a retirar todo el amianto de los Publica ya que formaba parte del sistema de calefacción.


























Parecía que no, pero detrás de este cochecito hay mucha historia y las lecciones aprendidas se reflejarían en vehículos posteriores como el Corolla, todo un éxito que ha llegado hasta la actualidad. La miniatura nos revela un modelo más bien básico destinado a coleccionable que se me parece enormemente al Daihatsu Compagno Spider, replicado por Ebbro aunque muy alejado de su calidad. De todas formas este Publica goza de un buen molde, algunos detalles externos correctos (como los neumáticos o la capota), buen pintado pero con un interior poco destacable, con un volante demasiado exagerado. Volvemos a tener una parrilla poco creíble y unos bastos espejos y limpiaparabrisas, pero por lo poco que pagué por el modelo me doy por satisfecho y lo recomiendo.