SIMCA 1100 LE "Camping-Car International" de IXO/Hachette

Pertenece a la colección francesa de kiosko "Passion Camping Car" de la ed. Hachette.

Muy recordado en algunos países europeos como Francia, Italia o España, el "hatchback" SIMCA 1100 no tuvo nunca demasiada vocación de ser la base de un vehículo recreacional, exceptuando quizás la versión "Rancho". Sin embargo, un artesano francés (el señor Demote) aceptó en 1983 un proyecto de conversión encargado por un particular sobre la adaptación de una estructura capuchina acoplada a un SIMCA 1100 LE de 1977.

No obstante Demote no había sido el primero en intentar esa empresa. El constructor italiano Borgna, por ejemplo, había presentado en 1981 su "Carabosse" sobre la base del modelo furgoneta comercial; también la firma Alcar proponía una modesta estructura para el techo del SIMCA concebida para alojar una cama por un precio de 9.500 francos.

Pero volvamos a nuestro modelo de hoy, un veterano que cuando se entregó a la transformación ya contaba con seis años y 70.000 kilómetros recorridos. Su dueño, un profesor que quería aprovechar el SIMCA para irse de vacaciones en verano, confió en el señor Demote atraído por su fama de ser un tipo muy apañado; de todas formas y aunque no era conocido en el sector varias realizaciones suyas ya habían aparecido en revistas especializadas. Demote no se arredró y a base de improvisación (se dice que trabajaba sin planos) logró un vehículo muy aprovechable con un peso de 1.3 toneladas, menos de cuatro metros de largo y 1.60 de ancho.

Cómo pudo lograrlo? En primer lugar se dedicó a cortar todo lo que no se necesitaba (casi todas las chapas de la parte trasera incluyendo el techo) y dejó tan solo la mitad delantera. Luego soldó unos arcos para servir de base a la estructura del habitáculo y situó una prolongación de casi 20 cmts tras los pasos de rueda traseros para apoyar una gruesa madera. En una segunda fase ensanchó el espacio entre las ruedas del eje trasero para favorecer la habitabilidad y finalmente completó el interior de la célula con un suelo de linóleo imitando un suelo a cuadros. También, como es natural, colocó el mobiliario interior compuesto por una banqueta en forma de L, armarios de cocina, una cama doble para adultos y hasta una pequeña nevera.

Es necesario comentar que una persona se podía poner de pie dentro del habitáculo y que éste estaba comunicado con la cabina del conductor, aunque el paso era muy complicado por la estrechez entre las butacas. También desde ahí se accedía a la capuchina situada sobre la cabina, lugar donde se encontraba una cama con un reborde lo suficientemente alto como para que dos niños no se cayesen.

Nuestro artesano también colocó una plaquita con la leyenda "Camping-Car International" sobre el material del revestimiento (de chapa lacada), cuyos estándares de aislamiento no eran desde luego los actuales. No sabemos hasta el día de hoy cómo se las arregló Demote para fijar la estructura al chasis, pero es evidente por algunos rastros de óxido que el agua de una u otra forma ha podido abrirse paso al interior sobre todo por el techo. Tampoco están bien rematadas las ventanas (algunas son fijas) aunque en revancha la ventilación es buena y el manejo del vehículo (según su propietario actual) es bueno, con una potencia suficiente y una estabilidad casi igual que la del 1100 estándar. Sin duda en ello influye la ligereza de la célula (tan solo añade 160 kilogramos) y un reparto de pesos correcto. Nadie puede negar que Monsieur Demote era un artesano que sabía lo que hacía...

























Bien, éste es uno de los modelos sin duda más sorprendentes de la "finiquitada" colección francesa de autocaravanas, una transformación que jamás hubiese esperado ver en una miniatura de kiosko. Y además realizada con bastante calidad aunque parece que la estructura trasera estuvo más cuidada en el detallado exterior y, aunque no se vea apenas, en el interior. La sección delantera se ve más sobria pero cuenta como pequeño defecto algo de exceso de pintura, aunque no es un caso nada grave y afecta poco. Quizás en este caso hay que buscarle otros valores a la miniatura como la originalidad del conjunto, el hecho de representar un modelo totalmente único y hasta si queremos simpático, si bien este aspecto está reservado sobre todo a aquellos que conocimos al excelente SIMCA 1100/1200 (un modelo que me consta que no salió de Europa).