Venturi Coupé 260 Atlantique de IXO/Hachette

Los Venturi 260 fueron unos vehículos deportivos construidos entre 1989 y 1996 por el fabricante francés MVS en un número de 188 ejemplares entre todas sus variantes (coupé MVS, Atlantique, SPC, APC y LM). El fabricante nantés inició sus actividades en 1984 escogiendo un nombre que evoca tanto la aventura como el efecto Venturi bajo la dirección de cuatro ex-empleados de la histórica firma Heuliez.

El objetivo de MVS era crear unos nuevos y elegantes GT franceses capaces de competir con los habituales Ferrari y Porsche, tras la presentación de la firma en el Salón de París de 1986 varios entusiastas del mundo de la competición francesa e industriales entusiasmados por la idea decidieron apoyar sus futuros proyectos.

En 1989 presentaron una línea de coupés basados en el conocido motor PRV de seis cilindros y 2.8 litros de cubicaje situado en posición central trasera con una potencia máxima de 260 CVS, careciendo los primeros modelos (SPC) del catalizador. La transmisión era mediante una caja de cambios manual de cinco velocidades a las ruedas traseras y el peso no llegaba a las 1.3 toneladas, gracias en gran parte a la ligereza de su chasis. De esta forma podían alcanzar los 270 Km/h.

Una de las versiones fue denominada como Atlantique y tuvo como padrino al piloto Éric Bernard de la escudería F1 Larrousse. Esta versión apareció en 1991 y tan solo se construyeron 25 ejemplares basados en el 260 normal pero con su peso aligerado en 165 kilogramos. Para conseguirlo se sustituyeron los asientos eléctricos revestidos en cuero por unos bacquets Recaro recubiertos en piel sintética, la fibra de carbono reemplazó a la madera del salpicadero, se redujo el aislamiento, se eliminaron la rueda de repuesto y la climatización (aunque se podía solicitar aparte) y la chapa de la carrocería fue perforada y su grosor adelgazado.

Coincidiendo con la salida del Atlantique la firma se enfrentó a las consecuencias de la Guerra del Golfo de 1991 ya que se cancelaron muchos pedidos. Por ello Venturi intentó darse a conocer más comprando una escudería de F1 arruinada (Larrousse) y llegó a crear una copa monomarca en torno al modelo 400 Trophy, todo esto no bastó y la empresa tuvo que ponerse en venta. Actualmente es propiedad de un constructor monegasco y está centrada en los vehículos eléctricos de altas prestaciones.
























Ya hace muchos años que un amigo francés me habló de una marca recién creada en su región que fabricaba casi de manera artesanal unos vehículos deportivos que llegaron a correr en Le Mans. Luego con los años pude ver varios de sus modelos y me gustaron mucho por su aire deportivo, elegante y sin estridencias que recordaban bastante a los Ferrari de los 80 y 90. Finalmente pude conseguir una miniatura de uno de esos modelos procedente de una colección francesa de kiosko y pude constatar su calidad por encima de la media habitual de hace años; lo percibí por la calidad del molde, su pintado (quizás algo grueso) y la precisión del interior. Tampoco desentonan el aspecto de la trasera y el frontal. No es una miniatura demasiado habitual y suele estar por encima de la media en cuanto a precios, pero resulta original y en mi opinión es atractiva aunque no sé si el color negro sería el mejor. Lo que sí tengo seguro es que si podéis os hagáis con ella.