Pertenece a la colección temática sobre vehículos Pegaso de la editorial Salvat España.
En un tiempo en el que escaseaban en España los camiones de obra tipo "dumper" similares a los vehículos importados, ENASA presentó a principios de la década de los 70 el dumper de cantera 3076 D con cabina especial. Este vehículo difería mucho con respecto a su precedente el modelo 3075, comenzando por su motor con turbocompresor de 260 CVs.
Ya desde la década de los 50 ENASA había adaptado los camiones de ruta para el trabajo en obra, aunque su diseño se veía limitado lógicamente al no ser vehículos concebidos desde el inicio para los requerimientos necesarios. No sería, pues, hasta la siguiente década cuando la empresa estatal pudo crear sus propios modelos específicos con la colaboración de la empresa inglesa Leyland.
Con el paso de los años apareció el dumper 3076 D junto con su hermano el 3078, ambos con la misma potencia de su bloque diesel 6 cilindros en línea pero con una diferencia sustancial ya que el 3078 era un vehículo con tracción 6X6 con un bastidor pensado para la tracción total, y por ello, más capaz.
Sin embargo el 3076 D se mostró como un buen dumper gracias a su facilidad de conducción en terrenos accidentados gracias a su esquema de 6X4 con su doble puente posterior motriz. Aunque la cabina era algo más corta, el 3076 D tenía un coste bajo de adquisición y un mantenimiento reducido ya que estaba construido con la base de los camiones de transporte general, siendo su caja de cambios de cuatro marchas con multiplicador y accionamiento neumático en la selección del grupo.
Estos modelos solamente pudieron ser fabricados tras una ampliación en las líneas de montaje de la fábrica de La Sagrera tras la fuerte demanda que hubo en la construcción en la España del desarrollismo. La importancia de estos vehículos fue creciente y por ello ENASA destacaba estas ventas en una sección especial, no obstante y como era natural nunca tuvieron la relevancia de la facturación de los camiones de transporte.
Vagamente recuerdo haber visto hace muchos años estos curiosos camiones de obra y servicios con media cabina de Pegaso, aunque no como grúa y sí en tareas de volquete (en el futuro veremos también ese modelo). Sin embargo me gusta más esta adaptación a autogrúa (un modelo real de una empresa murciana) muy bien replicada por IXO a la que no le faltan los detalles más importantes, como la pequeña cabina de la grúa que es operativa en giro y levantamiento de pluma, la tampografía y unas buenas ruedas. En cambio no me agradaron algunas luces pintadas, el frontal por ser demasiado simple, ciertos fallitos de pintura, opacidad en cristales y toda la rigidez y simpleza de la sección de la grúa, aunque es entendible por la proveniencia del modelo.