Mercedes Benz 280 SE W116 de PCT/Salvat

 

Pertenece a la colección "Autos Inolvidables Argentinos" de la editorial Salvat Argentina.

La serie W123 de Mercedes Benz estuvo en producción entre 1972 y 1980 siendo el precursor de la actual clase S y suponiendo el relevo de los W108/109. La designación SE corresponde a los sedanes, mientras que SEL (V116) sirve para denominar a las versiones de batalla larga. Estos vehículos, del exclusivo segmento F, estuvo disponible con carrocería tipo sedán de cuatro puertas y unas raras versiones familiares construidas en Inglaterra por carroceros como Crayford.

El desarrollo de esta serie había comenzado en 1966 según un trabajo de Hans Scherenberg y el diseño de Friedrich Geiger con el fin de lograr un vehículo refinado, de gran confort y con una seguridad pasiva hasta entonces inalcanzable. Finalmente apareció un modelo definitivo en septiembre de 1972, siendo presentado a la prensa en la Costa Brava española.

El nuevo modelo se inspiraba en el Mercedes R107 de 1971, un descapotable biplaza. El W116 era bastante más largo, ancho y bajo que su antecesor con faros y parrilla en horizontal, algo nuevo en esta clase de vehículos de Mercedes Benz. También llamaron la atención los limpiaparabrisas paralelos y el interior, ampliamente tapizado con los controles enrasados. 

En esta serie se introdujeron innovaciones técnicas como el depósito de combustible situado encima del eje trasero, el volante de seguridad de cuatro radios, la aparición por vez primera en el mundo del sistema antibloqueo de frenado controlado por un ordenador analógico externo y la suspensión delantera de doble horquilla derivada de la del modelo experimental C111. Como curiosidad, el modelo 450 SEL 6.9 llegó a contar con la famosa suspensión hidroneumática de Citroën. 

En cuanto a la mecánica, la serie dispuso de motores a gasolina de entre 2.8 y 6.9 litros de cubicaje con cinco, seis y ocho cilindros rindiendo el más potente 286 CVs, algunos de ellos incorporaban inyección multipunto Bosch. Para gasoil existió un bloque de tres litros y una potencia de 120 CVs, llegando entonces a marcar el hito mundial de ser el primer automóvil de serie con motor turbodiesel en el mercado. En algunos casos estos propulsores iban asociados a cajas de cambio automáticas de cuatro relaciones, siendo de manera estándar equipados con cajas manuales de cuatro y cinco velocidades.

La versión que comentamos hoy iba equipada con el motor 2.8 litros a gasolina con culata de aluminio, seis cilindros en línea, inyección Bosch y 185 CVs de potencia. Este vehículo, de cinco metros de largo y tonelada y media de peso, iba complementado con suspensiones independientes y barras estabilizadoras junto con los frenos de disco dotados con ABS, entonces una novedad. La capacidad del depósito de combustible era de 90 litros, solo suficiente si pensamos que el consumo medio podía ir desde los 10 litros en carretera circulando a 100 Km/h hasta los casi 20 si el uso era plenamente urbano.

Del modelo se elogiaron la comodidad, el acabado, un excelente comportamiento rutero para su peso y tamaño, las prestaciones del motor y su buena velocidad punta de 200 Km/h en un total silencio de marcha. Por contra se criticó la gran cantidad de elementos de equipamiento que no eran de serie (en un modelo de este porte), su elevado precio, el manejo un tanto incómodo de la palanca de marchas manual, la relación peso/cilindrada poco favorable y un volante demasiado grande.

Tras una producción de cerca de medio millón de unidades esta serie se despidió del mercado a finales de 1980, siendo sustituido por la serie W126. El historiador alemán Werner Oswald escribió sobre él que fue un hito en en historia de Mercedes Benz tanto en la estética como en la técnica, algo que se confirmó con la obtención del galardón "Coche del Año" en 1974.

 

Sin duda éste es otro de esos modelos que recordamos (los que ya tenemos cierta edad) de nuestra infancia, particularmente por la presencia de aquellos modelos teledirigidos por cable o radio con que los niños españoles afortunados jugaban. Por otra parte, de esta serie de Mercedes se lanzaron muchas miniaturas en toda clase de escalas hasta la actualidad, cuando podemos disponer de esta bonita y curiosa versión amarilla procedente de PCT para Salvat. Su propuesta me ha gustado bastante en todos los aspectos aunque no llegó a entusiasmarme por algunos fallos, como el espesor excesivo de la pintura o los "pinchitos" en las ópticas traseras. El resto está bastante conseguido por su digno interior, los cromados y esa buena parrilla delantera en la que destaca la estrella de Mercedes Benz en forma de (inhabitual) fotograbado.