sábado, 2 de agosto de 2025

Toyota Celica XX MkII 2800 GT de Almost Real

 

Pertenece a una colección temática sobre clásicos japoneses de la editorial Hachette Japón.

La segunda generación del deportivo Celica XX estuvo a la venta entre 1981 y 1986 bajo la forma de un coupé "fastback" de tres puertas. El vehículo adoptó una línea más deportiva dejando el concepto GT de lujo para el Soarer, llegándose a solicitar la colaboración de Lotus Cars. El modelo, cuando dejó de existir en 1986, perdió la denominación para pasar a llamarse Supra en todo el planeta.

El exterior del nuevo modelo se caracterizó por sus líneas rectas  y definidas tal y como fueron concebidas por el estudio norteamericano CALTY, fundado por Toyota en 1973. Con un coeficiente (Cx) de 0.34, el Celica XX fue el primer coche japonés en sobrepasar los 200 Km/h manteniendo el récord un tiempo y llegó a ser también la estrella principal de los concesionarios de la marca.

El equipamiento incluía muchos elementos electrónicos y eléctricos como ordenador de a bordo, faros retráctiles, alarma de velocidad, radiocasette con cuatro altavoces y "subwoofer", techo eléctrico y uno de los primeros sistemas de navegación en el mundo, disponible para el 2800 GT con la denominación de "Cruise Navicon". También tenía cierre centralizado, elevalunas eléctrico, climatizador y control de velocidad crucero; en opción había tapicería de cuero.

La primera serie de las dos que hubo del Celica XX MkII estuvo vigente hasta 1983 y equipaba inicialmente un motor a gasolina de seis cilindros en línea con doble árbol de levas en cabeza. Estaba disponible en variantes de dos y 2.8 litros teniendo esta última una potencia de 145 CVs, las cajas de cambio que podían llevar eran de tipo manual y cinco velocidades con sobremarcha o bien automática de cuatro con convertidor de par.

Un aspecto interesante de su mecánica fueron las suspensiones independientes en los dos ejes puesta a punto especialmente por Lotus, de tipo McPherson delante y detrás a base de tirantes con resortes helicoidales y barra estabilizadora; el sistema de frenos era de disco en todas las ruedas y la dirección de cremallera con asistencia variable en función de la velocidad.

Para 1982 la potencia pasó a ser de 150 CVs y se incorporó la distribución electrónica avanzada para el motor, se reemplazó la caja de cambios automática por una de nuevo diseño con gestión electrónica que incluía modos de conducción y en el exterior se instaló la antena eléctrica, guardabarros para todos los modelos y lavafaros en algunas versiones; los emblemas del pilar B y el frontal indicaban ahora (para el mercado estadounidense) el nombre de "Celica Supra". En el interior no hubo cambios.

Una renovación más profunda tendría lugar en 1985 con un incremento en la potencia (160 CVs), la aparición de nuevos sistemas electrónicos como el EGR para el motor, rediseño en el alerón trasero y faldón delantero, la inclusión de un sistema antirrobo y nuevos retrovisores con desempañador. El apagado de las luces era por temporizador y existía un sistema de iluminación de cortesía automático.

Si bien 1985 sería el último año de fabricación, los retrasos en la producción del nuevo Supra provocaron un excedente de stock del Celica XX con restyling. Por ello, en 1986 siguió a la venta con algunos cambios estéticos menores y la colocación de la tercera luz de freno trasera. Finalmente, dejó de estar a la venta tras una producción aproximada de 155.000 ejemplares.




















Este modelo de Celica es uno de los tantos que no conocía y que nos perdimos por aquí en España, salvo quizás alguno que pudo haber entrado por las Canarias. En todo caso esta versión me gusta menos que la anterior pues la veo como con un diseño bastante impersonal, ya visto en multitud de deportivos sobre todo japoneses. Sin embargo la miniatura me pareció bonita, muy bien hecha y con bastante calidad aunque con algunas cosas para matizar, como el gran paragolpes trasero (aunque sea de especificaciones yankis lo veo excesivo) y algunas luces con "pinchitos", algo que no puedo pasar por alto fácilmente en un Almost. Lo demás brilla a gran altura aunque sin deslumbrar demasiado: el interior es solo correcto y la pintura acusa un poquito de exceso en la aplicación, pero son cuestiones que no deben empañar una buena miniatura.















6 comentarios:

  1. Tengo en muy alta estima la línea de Célica que entró por acá por el 79/80, que, en un primer momento, me deslumbró en una película.....digamos que no precisamente para un Oscar. A la vez, en escala (1/28) tuve la anterior generación, esa que tenía un aire al Mustang.
    A esta nueva generación, será que no la vi en la calle, o sencillamente porque no me atrajo igual, la veo demasiado exagerada en sus elementos, como que, paragolpes muy voluminosos, líneas demasiado rectas, etc, no me terminan de cerrar estéticamente, el estilo, pero, para gustos, los colores.
    Como los otros de la colección de Almost, la miniatura tiene elementos de muy buena factura, encastres impecables, limpias discretos, ruedas precisas, interior esmerado (dentro de lo austero de los modelos del sol naciente), o sea, muy buen saber hacer del fabricante, como bien mencionás, quizás, una pintura algo basta, que no le quita atractivo a un modelo muy bien logrado, de una colección que tiene unos cuantos modelos mas que interesantes
    Un gran abrazo
    Luis

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    1. Yo estoy descubriendo ahora toda esta gama de Celicas y me parece interesante la deriva que tuvo, de GT a coupé deportivo, dejando el papel al Supra. Ahora creo que precisamente va a salir un nuevo Supra, pero parece que ha decepcionado por su débil motorización. Eso sí, el exterior es una "pasada"!

      Tampoco a mí me parece este Celica como de los más agraciados, y eso es algo muy en contra en este tipo de coches donde lo primero es que te entre por el ojo. Aunque es de reconocer que en esos años esta estética era muy común en los japos deportivos, visto uno vistos todos. En eso se perdió con respecto a los años 70.

      La miniatura cumple bien, pero antes prefiero otras de Almost.

      Abrazos!

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  2. Es verdad que el paragolpes trasero salió ligeramente sobredimensionado.
    A mi lo que me hace ruido es el portón trasero pintado de negro, si bien es sólo la chapa que rodea al vidrio, la veo de mal gusto, esperaba algo más fino de los estilistas nipones, si hasta parece esos autos chocados que le ponen una puerta de otro auto, visiblemente de otro color).
    El resto se ve muy bien parado, las luces con pinchos no me preocupan y el modelo se ve bien resuelto, el color rojo resalta todos los insertos negros, y la combinación de colores resulta muy entradora (excepto el portón trasero, no era necesario!).

    Y por cierto, TE DESEO FELIZ CUMPLEAÑOS, TE MANDO UN ABRAZO COLECCIONISTA desde estas pampas!

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    1. si mal no recuerdo, alguno de los Escort XR 3 que vinieron a principio de los noventa, también lo tuvo así, creo que algún Innocenti, también, pero, concuerdo, acá queda como repuesto usado sin pintar (no por error de la miniatura, sino decisión de Toyota)

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    2. Debe ser especificación yanki lo del paragolpes, es que está casi estrambótico. Lo del portón era así en toda la gama, fue algo característico de este Celica y ahora que caigo también se vio en otros modelos de entonces, como el capó en negro. A mi no me desagrada, le da una pinta así como un poco fiera, pero si la combinación es con base blanca me gusta aún más.

      Por lo demás, me gusta en general pero sin entusiasmarme.

      Muchas gracias por la felicitación, te devuelvo el abrazo coleccionista y te guardo un "cacho" tarta de chocolate para mandártela por DHL!



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    3. Luis, vi tarde tu respuesta al Gaucho, es como dices y más o menos le respondí lo mismo. Hubo bastante de esa moda, hasta recuerdo algún SEAT con el mismo rollo. Y siempre en negro mate, si no no vale!

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