El Toyota Celica XX fue un automóvil tipo coupé para cinco personas comercializado entre abril de 1978 y julio de 1981. Este modelo se denominó como XX para el mercado japonés pero por cuestiones de márketing en los Estados Unidos su nombre fue el de Supra; debido a su éxito al final acabó permaneciendo esta denominación en detrimento de la japonesa cuando fue presentada la segunda generación del modelo.
El Celica XX era la versión seis cilindros del Celica estándar y en su génesis se tuvo mucho en cuenta el gran éxito cosechado por el Nissan Fairlady Z, si bien no militaban en la misma categoría. Esta versión era la más lujosa hasta entonces del Celica y estaba equipada con cuatro faros, parachoques de uretano, un acabado especial en el pilar B con el emblema en "cloisonné" y, sobre todo, contaba con bloques de seis cilindros en linea de 2.8, 2.6 y un dos litros; este último pensado para reducir la carga impositiva nipona. Debido al mayor tamaño de estos propulsores hubo que alargar el vehículo, pero se pudieron utilizar varias secciones del Celica estándar como las puertas y la sección trasera.
Otras características del XX (solo disponible en las "Toyota Corolla Store") incluyeron los frenos de disco en todas las ruedas, transmisión manual o automática con "overdrive", eje trasero rígido y suspensión McPherson delante con barras estabilizadoras, el diferencial trasero con limitador de deslizamiento era opcional. En su interior se podía encontrar un control de velocidad de crucero, ventanas eléctricas con cierre centralizado, techo solar, reposabrazos central abatible, luz de lectura de mapas, volante ajustable, una lona para ocultar el equipaje en el maletero, reloj analógico, radio AM/FM con cuatro altavoces y bolsillos con cremallera tras los asientos delanteros.
En 1979 se efectuaron algunos cambios (cosméticos sobre todo) para las versiones norteamericanas y un rediseño en la consola central; ahora las llantas de aluminio eran de serie y se introdujeron opcionales como la climatización automática y la tapicería de cuero. Los cambios mecánicos tuvieron que esperar al año siguiente e incluyeron incremento de potencia en el bloque de 2.8 litros, pasando ahora a casi 180 CVs (versión GT), la transmisión se revisó y por ello las prestaciones aumentaron ligeramente: ahora se declaraba un 0 a 100 en casi 11 segundos. También apareció un paquete deportivo que incluía suspensiones más duras, neumáticos con inscripciones en color blanco y alerones delante y detrás.
Para finalizar mencionaré que para este último Celica XX (y primer Supra) Toyota contó con la asistencia de ingeniería de Lotus Cars mientras que la japonesa envió algunos componentes para el modelo Excel del fabricante inglés.
Aunque no tenga el carisma y el encanto de la primera generación del Celica, este "doble X" queda muy resultón en miniatura sobre todo en la versión de NOREV, quizás la más vistosa de todas las que he visto (el resto va en colores más sencillos). De todas formas tengo sentimientos encontrados con la miniatura, pues veo algunos fallos bien visibles (espesor de la pintura) combinados con detalles de bastante porte como el agradable aspecto de la trasera, la calidad de las ruedas, la finura de los limpiaparabrisas y el interior, muy correcto. Este modelo corresponde a la caja oficial del fabricante francés y por eso es superior a los habituales de coleccionable, en todo caso son modelos no muy fáciles de localizar y por eso, cuando apareció esta versión, decidí "estirarme" un poco y adquirirla. Creo que merece mucho la pena ya que tiende a valorarse cada vez más y al fin y al cabo también se puede decir que es una miniatura bonita.
A nuestro país llegó la versión standard de 4 cilindros, aunque no sé qué cilindrada.
ResponderEliminar"Nuestro" modelo "chasis corto" pasó desapercibido en su momento pero luego fue ganando el cariño de la gente, y hoy en día es favorito en las concentraciones de clásicos.
Mirando tu Doble X, veo que nuestro "corto" es más agraciado, con su silueta más equilibrada.
El autito me resulta raro de adelante, la parrilla no termina de cerrarme.
Pero por el contrario, la trasera me cae muy bien resuelta, sobre todo esa escobilla tan delicada y las tampografías tan oportunas.
Pues ya les llegó algo...
EliminarAquí no se supo lo que era un Celica hasta finales de los años 80. Exceptuando seguramente a nuestros compatriotas de Canarias.
Este "bicho" se ve que fue creado para contentar a los yankis y su preferencia por todo lo más grande... De todas formas y tal como expliqué el motor que le pusieron no cabía en el modelo estándar.
Ciertamente el fallo está en la delantera (ahora paso a la miniatura). Eso arruinó en parte el gran trabajo que se hizo. El modelo pertenece a una nueva serie de NOREV llamada "Lumyna", creo, y ya he visto más cosas y todo a muy buen nivel. También más caro...
Curioson este Celica Supra o XX, pero particularmente nunca lo asociaria a Toyota, el estilo me recuerda mas a un Opel, Rover o Saab o una mezcla de todo.
ResponderEliminarDe todos modos siempre digo lo mismo en el caso de los japos y los alemanes lo bueno va por dentro.
Saludos!
Me da la impresión, de todas formas, que era un tanto "perro". Mucho peso veo yo ahí... Si te da la curiosidad, en Youtube tienes un video de uno como éste mostrándose en profundidad. Me resultó curioso el interior.
EliminarSaludos!
No conocía esta versión XX, aquí tuvimos solo la anterior, sin embargo en las versiones GT de aquella montaba esas mismas preciosas llantas de aluminio que veo muy bien replicadas en la miniatura, lo mismo la pintura y los interiores en color claro. Lo único que no está bien resuelto es el frontal, a los faros les falta profundidad y parecen más grandes cuando en realidad eran más bien pequeños. El filo cromado central y el perimetral están exagerados. Lo primero se podría solucionar con alguna intervención pero ya has dicho que no sos de los que meten mano.
ResponderEliminarAbrazo!
Este era para los yankis, tan solo hay que ver esos paragolpes tan extendidos... y luego lo burgués que se ve.
EliminarEl modelo pertenece a un nuevo sello de NOREV que se llama "Lumyna" o algo así. Hay cosas muy interesantes. Y no salen tan caros si se busca bien.
En el frontal coincidimos. No es muy fiel. Parece el de un SAAB... Mal ahí, señores de NOREV.
Abrazos!
Teniendo, yo, alrededor de 10 años, fuí a ver una película, digamos que de calidad discutible, que se llamaba Comandos Azules, en la que los protagonistas se desplazaban en una célica 2000, para ese momento (alrededor del 79/80) recién se estaba abriendo la importación, y ese auto me encantó. Por estos pagos no tuvimos la línea anterior (el pequeño Mustang), pero si varias versiones de esta, carrocería fastback y liftback, motores 1,6 y 2 litros (siempre de 4 cilindros) con opcionales mas o menos. Como bien aclara Gaucho Man, esta de seis nunca llegó, y comparto su apreciación con respecto a ser menos equilibrada a nivel estilístico. Cierto tiempo después, dos variantes de célica ingresaron en mi vitrina, la mustangcito y la 2000 de la cual deriva esta XX (versión original, pre restyling con 4 faros redondos), ambas de la (creo que japonesa) Grip en escala 1/28. Cabe aclarar que el paso de los años terminó cambiándoles algunos aspectos de su fisonomía, pero aún integran mi sagrada vitrina. Nuevamente un gusto ver estos modelos. Saludos. Luis
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario, Luis!
EliminarNo me suena para nada la película que comentas, y aquí en España el Celica era prácticamente un ilustre desconocido. Pero a principios de los 90 nuestro Carlos Sáinz fue campeón con uno de la serie de esos años (con faros retráctiles) y lo popularizó, de tal forma que se puso a la venta e incluso hubo una edición especial llamada igual que el campeón.
Pero a mí el que me encanta, y no tengo, es el que tú llamas como "pequeño Mustang". Si es el que yo imagino. Ése es mi Celica preferido! Pero no hay forma, lo he visto de NOREV a 1:43 y nunca gano la subasta o bien sale demasiado caro. Bueno, espero que un día caiga, paciencia.
Me alegro de que tú tengas un par de representantes, Luis. Y el gusto es mío por la visita. Un saludo!
Estaba viendo ayer la película argentina “Plata dulce”, de Fernando Ayala, de 1982, cuando pegué un bote. Apareció un instante Federico Luppi (qué grande) a los mandos de un coche como el que presentas, seguramente la versión de cuatro cilindros según el comentario anterior (además parecía menos lujoso), aunque hasta el color era similar.
ResponderEliminarTenía pendiente poner un comentario a tu entrada, pues el coche me gustaba mucho, pero ahora no tengo más remedio que hacerlo. Y con gusto. La película es más que interesante, tiene sentido del humor , el tema es tan actual (en todo el mundo) ahora como en el 82 y no debió ser fácil hacerla en tiempos de la dictadura militar. Nada más empezar se cruzan un Fiat 600 rojo con un estupendo Torino blanco... para rematar, en la parte final, con la mínima aparición del japonés.
No hay más que decir: un coche de cine.
Saludos.
Supongo que entre FIAT 600 y Peugeot 504 y cosas de ese pelaje ver uno de estos chismes, aunque sea el estándar, sería como mínimo destacable. Aquí ni los olimos, con el mercado tan protegido que entonces teníamos...
EliminarTe admito que tiene fotogenia, es un coche que en esos años se veía muy moderno. A mí si te digo la verdad me recuerda al Rover SD Vitesse, me imagino que sabes cual es. Aunque este modelo era de cinco puertas.
Saludos y cuídate, a ver cuando acaba ya esto de una vez.