miércoles, 6 de marzo de 2024

Ebro B35 C "Mahou" de IXO/Salvat

 

Pertenece a la colección de "Vehículos de Reparto y Servicio" de la editorial Salvat España.

La serie B de camiones ligeros fue la primera comercializada por Motor Ibérica tras la marcha de Ford España. Estos camiones no eran más que las réplicas de su modelo Thames y aparecieron a partir de 1963; tras solamente tres años en el mercado nacional dejaron paso a la serie C, algo más actualizada.

La presencia de Ford en España comienza a partir de 1920, con la creación en Cádiz de una filial de tipo sociedad anónima que tenía la misión de producir el automóvil Ford T. A causa de algunas cuestiones de tipo aduanero decidieron trasladarse a la zona franca de Barcelona en 1923 completando la producción con tractores Fordson y posteriormente con camiones de medio tonelaje.

Las circunstancias de las dos guerras sufridas por España (una directa y otra indirectamente) hicieron que la factoría lo tuviese complicado para sobrevivir, a pesar de intentar comercializar algunos automóviles y camiones modernos a partir de 1945. No obstante, la discriminación que hizo el INI en favor de las empresas españolas (la famosa "autarquía") hizo que los norteamericanos perdiesen el interés y decidieron abandonar el mercado español en 1954, pasando la sociedad a denominarse como Motor Ibérica; sin embargo Ford se quedó con algunas acciones y además cedió parte de su tecnología.

Entre los vehículos fabricados que aprovecharon la maquinaria de la factoría barcelonesa estaba la versión nacional del camión inglés Thames, al que llamaron también como a un río, el Ebro. Este camión se convirtió en un éxito inmediatamente y pronto se llegaron a un máximo de 10.000 unidades producidas, por lo que se tuvo que ampliar la planta catalana.

El éxito radicaba en su economía de mantenimiento, su robustez, su buen precio y unas dimensiones excelentes que lo hacían muy adecuado para tareas de reparto urbano. Una de las empresas españolas que confió en el B35 fue la cervecera madrileña Mahou, quien utilizó algunos de estos camiones (y versiones posteriores) para el transporte de cajas y barriles metálicos de cerveza. Algunos de estos vehículos han llegado hasta nuestra época y entre ellos se cuentan, aparte de los serie B y C, un Mercedes L 319 con carrocería tipo furgón.















Hoy presento otra variante del popular serie B "vestido" con otro traje de faena, en este caso con carrocería de caja abierta y cartolas a un solo nivel (lógico debido al poco peso que podía transportar el vehículo, aparte de la poca accesibilidad para el reparto). El modelo cuenta con una buena calidad y bastante fidelidad en cuanto a la cabina y la caja, incluyendo los barriles de aluminio de cerveza. También tenemos algunos detalles externos como la batería Tudor y una nítida tampografía aplicada sobre una pintura bien aplicada, sin excesos. El interior de la cabina es bastante aceptable así como el frontal, y tan solo se puede repudiar (sobre todo pensando en el bajo precio del modelo) la presencia de los "pinchitos" en los faros y unos retrovisores algo exagerados. 



















4 comentarios:

  1. El modelo es súper discreto, y esa discreción es su mayor virtud.
    Poco, sencillo y bien puesto, todo lo que tiene, desde adentro hasta afuera, de atrás a adelante.
    Sorprenden los barriles, pero más sorprende la ubicación cartesiana dentro de la caja, se me ocurre que en el real, los barriles se colocaban como fuere, que queden como queden y lleguen como se pueda (tenemos un dicho "los melones en el carro se van acomodando al andar").
    Hermosa pieza sin duda, te lo digo yo, que no me molestan los pinchos!

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    1. Lo de los barriles, si van vacíos me imagino que de cualquier forma los pondrían, por que este transporte de reparto no puede ser, será más bien de recogida para llevar a la base o bien de traslado entre sucursales.

      Y sí, muy discreto, está bien hecho pero otras versiones me gustaron mucho más.

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  2. coincido con el Gaucho, pieza discreta de un modelo discreto, se ve bastante esmero en su modelado y fabricación, y hasta son perdonables los fornidos espejos

    Saludos
    Luis

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    1. Bueno, lo que pasa es que ya estoy un poco saturado de esta cabina y ya no lo aprecio tanto, de momento te aseguro que no será la última versión de este Ebro que veas...

      Eso sí, tiene calidad y encima se consigue a muy buen precio. Pero ya podían haberlo hecho en rojo de Cruzcampo, nuestra marca de cerveza en Sevilla!

      Abrazos!

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