El Garaje Algabeño

El Garaje Algabeño
Mini Cooper Black & White Edition de SCHUCO (c) 2024 Antonio Sivianes Gaviño

lunes, 27 de marzo de 2023

Attica 200 de IXO/Hachette

 


La marca automovilística "Attica" era propiedad del fabricante griego Bioplastic, un especialista ateniense de la manufactura de embarcaciones de recreo en fibra de vidrio. El Attica 200, uno de sus productos, no era más que un Fuldamobil alemán construido bajo licencia entre 1964 y 1971. Actualmente es un vehículo muy raro del que no quedan más de quince unidades en estado de funcionamiento de un total aproximado de 120 vendidas.

En 1958 el empresario heleno Giorgios Dimitriadi intentó entrar en el mundo del automóvil al diseñar un cochecito de cuatro ruedas al que llamó como modelo 505, pero las circunstancias impositivas del Estado Griego no lo favorecieron. Por ello se encaminó a la producción de vehículos de tres ruedas bajo licencia ya que tributaban como motocicletas, además era más fácil homologar entonces un vehículo extranjero antes que construir uno nuevo partiendo de cero.

El candidato escogido fue el Fuldamobil, un modelo de vocación universal ya que (con diversos nombres) se estaba produciendo en países como Chile, Argentina, Países Bajos, Suecia, el Reino Unido o la India. La versión fabricada en Atenas contaba principalmente con un motor monocilíndrico de Heinkel con casi 200 cm3, pero también se equiparon propulsores de Sachs e incluso algunos de fabricación propia. Este motorcito debía mover una liviana carrocería plástica y la propulsión iba a la parte trasera; el modelo contó con el favor del público griego y obtuvo cierto éxito comercial.

Bioplast trató de sacarle rendimiento al Attica 200 y a partir de él creó un par de versiones derivadas. La primera apareció en 1966 como una variante abierta estival ("Cabrioletta") al estilo del FIAT 500 Jolly y la segunda en 1968 como un tricarro comercial llamado "Delta", como curiosidad en este vehículo se aprovechó la parte trasera del modelo 200 para ponerlo en la delantera. Obtuvieron un discreto éxito de ventas en su país natal.

No obstante la empresa tuvo que ceder la marca Attica a la compañía Alta, no sin antes haber construido cortas tiradas de un automóvil más grande denominado como Carmel 12 (una versión israelita del Reliant inglés llamado Sabra Carmel). Dimitriadi siguió en la brecha con Bioplastic hasta que en 1977 refunda su empresa llamándola DIM Motor con el fin de producir el sucesor del Attica 200. Este nuevo modelo de cuatro ruedas se llamó DIM 652 y fue presentado en el Salón de Ginebra de 1977, aunque su producción fue realmente pequeña. En cuanto a la marca Attica ya había desaparecido para entonces.













Aquí tenemos otro ejemplar de la curiosa "fauna" griega de vehículos, por lo visto hasta ahora siempre derivados de otros modelos, montados como CKD o bien fabricados directamente bajo licencia. En este caso le toca al Fuldamobil (al que ya vimos como "Bambi" en la colección argentina) vestido en esta ocasión con una alegre combinación de colores albiceleste. La factura del cochecito no es mala del todo, aunque quedará claramente por debajo de lo que obtendremos en Altaya. En el caso del Attica juegan a su favor la rareza (tuve suerte en hacerme con uno) y algunos buenos detalles como las luces insertadas, las ruedecitas y hasta las luces sin pinchitos. Ya veremos en su momento la casi segura superioridad del modelo de Altaya/Hachette cuando aparezca y cómo será la distancia entre ellos.

















10 comentarios:

  1. El hermano del Bambi!
    Comparando con fotos del Salvat, si bien parecen ser moldes diferentes, no veo mucha diferencia en términos de calidad.
    Sí hay detalles pero imagino que vienen del modelo original reproducido: una escobilla en uno, dos en el otro, una calandra en el argentino, nada en el griego, paragolpes cromados o no (creo que esta es la diferencia más notoria). Si hasta los colores son prácticamente iguales!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo encuentro el Bambi más elaborado, pero es justo decir que el modelo argentino estaba también más adornado (como fue en la realidad). Quizás vuelva a ver estos modelos en otras versiones, seguramente europeas, cuando las lance la colección de microcoches.

      Me hacen gracias estas "bañeritas", pero seguro que cumplieron perfectamente las necesidades de motorización de muchas personas aquí y allá.

      Eliminar
  2. Lo de siempre, después de algunas piezas excelentes, una medio pelo deja sabor a poco. Ojo, no hay mucho para hacer bambolla, como bien mencionan, un par de adornos mas en el argentino, pero, en general, eran muy sencillos y económicos que, mas que nada, daban algo mas de protección contra la intemperie que una moto. Dentro de lo que cabe, una proporción adecuada, colores bonitos, y, por lo que se ve en las fotos, un poco basta la pintura.
    De todas maneras, estas microcoupés siguen siendo simpáticas (obviamente no dirá lo mismo el que tenía que hacer trayectos largos con ellas)
    Un saludo
    Luis

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me parecen todos estos cacharrillos muy interesantes, quien me iba a decir que comentaría y aprendería cosas de la industria de la automoción griega...

      Por otra parte y hablando de la miniatura me parece curioso que una pieza excelente como la camper Adria solo genere dos comentarios incluyendo el mío y luego un modelo menor como éste genere ya cuatro en un solo día. Parece que en ocasiones vence la curiosidad a la calidad...

      Abrazos!

      Eliminar
    2. Yo he observado que las piezas más modestas son las que se llevan todos los comentarios.
      Por el contrario, las piezas más caras, las mejor hechas, o las que representan los autos más caros, apenas si se llevan alguna felicitación.

      Eliminar
    3. Yo no le veo tanta lógica, el Celica (por ejemplo) es muy buena pieza y no estuvo mal.

      Pienso más en que hay modelos reales de los cuales es complicado hablar, y eso se traslada a la miniatura. O a lo mejor no.

      No es una ciencia exacta!

      Eliminar
  3. Pensaba que era de la colección de Altaya hasta que te leí.
    A pesar de ser un microcoche me alarma el tamaño de las ruedas, que medida serán? de 10 pulgadas?. Madre mía te caes en un bache y no sales de ahí.
    Pues esperando al Altaya y esperando el dictamen del juez, jeje!

    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. He visto carritos de supermercado con ruedas más grandes que este artefacto. Diez pulgadas me parece mucho... Pero en microcoches no era tan raro ver esas ruedecillas, claro.

      Saludos!

      Eliminar
  4. Muy simpático trirueda y modelo a escala también.
    Me queda más clara su razón de ser al tributar menos que un auto normal con 4 ruedas.
    Muy interesante y gracias por compartirlo.

    Saludos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, aquí en Europa es común que algunos vehículos tributen menos según el motor que lleven, como en Portugal en donde cilindradas menores de 1.4 litros pagaban muchos menos impuestos.

      Ahora va según lo que contaminen...

      Saludos!

      Eliminar

Siéntete libre de reflejar lo que piensas sobre esta entrada!