Pertenece a la colección de kiosko "Microcoches de Antaño" de la editorial Altaya España.
El NSU Prinz fue un pequeño automóvil construido en varias versiones entre 1958 y 1973 por la firma alemana NSU Motorenwerke AG. Su tercera serie apareció en 1960 en versión sedán de dos puertas con el nombre de Prinz III, pero al poco tiempo recibió la denominación de Prinz 30 hasta la finalización de la producción en 1962.
Es septiembre de 1960 el Prinz II fue reemplazado por el III y en diciembre de ese año cesaron las ventas del modelo básico Prinz I. El nuevo modelo no tuvo una nueva estética pero el motor, un bicilíndrico con 583 cm3 refrigerado por aire, alcanzaba ahora los 30 CVs de potencia gracias a su nuevo carburador Bing 7/28. De esta forma podía alcanzar los 118 Km/h y acelerar de 0 a 100 en 33 s.
Ese propulsor, criticado por su elevado nivel sonoro, se colocó en la parte trasera para accionar las ruedas posteriores. Como nota positiva se alabó su economía de mantenimiento ya que el motor, la caja de cambios y la transmisión final funcionaban como una sola unidad y por ello se lubricaban con el mismo aceite, añadido en un depósito situado en la caja de balancines.
El modelo, con un peso de unos 540 kilogramos, seguía incorporando una caja manual de velocidades de cuatro relaciones sincronizadas y su eje delantero, de doble horquilla, seguía siendo el mismo de su predecesor pero ahora montaba una barra estabilizadora adicional, mientras que el eje trasero oscilante recibió unas suspensiones mejoradas a las que NSU llamó "Prinzair".
El acceso al habitáculo, capacitado para alojar a cuatro personas, se hacía mediante un par de grandes puertas que permitían el paso a la banqueta trasera de forma razonable, si bien el espacio disponible para las piernas era muy limitado. En cuanto a los lugares para guardar equipaje, existía delante un maletero de pequeña capacidad (ya que ahí estaba la rueda de repuesto y el tanque de combustible) y tras los asientos traseros se podía también colocar eventualmente una maleta de viaje.
Posteriormente la versión Prinz 30E de exportación también pasó a llamarse solamente como Prinz 30 y adoptó sus mismas mejoras, incluyendo la calefacción por intercambiador de calor y la relación de compresión aumentada. También situaba los intermitentes delanteros bajo los faros, disponía de asientos reclinables y las ventanillas triangulares con apertura, siendo opcional la caja "Synchromesh".
El Prinz III/30 fue alabado por su economía de mantenimiento, su comodidad y la robustez de su motor. Fue construido en algunos países bajo licencia y llegó a ser exportado a los Estados Unidos, siendo escogido incluso por el astronauta John Glenn para sus desplazamientos entre su domicilio y el lugar de trabajo; Glenn prefirió su Prinz I sobre el Corvette que le ofreció GM ya que le permitía gastar menos combustible y dedicar el dinero ahorrado para la universidad de su hijo.
Presento hoy la versión original del Prinz 30, lo que me permite confrontarla con la de procedencia argentina anteriormente mostrada. Son muy semejantes salvo por la tonalidad bicolor del alemán, la presencia de los paragolpes cromados más grandes del argentino y unas ventanas mejor resueltas en el teutón. El interior también resulta más vistoso y mejor hecho que el del argentino, pero en general no se distinguen tanto a simple vista aunque la presentación del modelo de Altaya sea de una mayor calidad. Este es un aspecto que particularmente no lo veo nada decisivo pero que quizás a algunas personas sí les resulte importante. Pero lo más relevante, y al menos en Europa, es su precio injustificable, siendo prácticamente el doble sobre el Salvat argentino, fácilmente disponible como miniatura de ocasión.
Como siempre que tocamos el tema de las microcoupés, siempre se ve la cuestión del ingenio que hubo para resolver, principalmente, tema de costos, tanto de fabricación, como de uso y mantenimiento. Estuvieron las mas raros (Isetta, Messerschmitt, Fuldamovil, Heinkel, etc) y los "conservadores, NSU, Isard, etc, con forma mas parecida a la de un auto común, en talle chico.
ResponderEliminarCon lo poco que había disponible, se resolvió de la mejor manera posible, cada cual con su receta.
No quiero forzar mucho mi neurona, pero, si mal no recuerdo, el único sobreviviente sería BMW, el resto de las marcas, o fueron absorbidas por otra mas grande, o directamente, desaparecieron.
No se si juraría decididamente, pero estimo que es la misma matriz que se usó para el de acá (con la mencionada diferencia en los paragolpes), el resto pareciera ser lo mismo.
En si, el molde es bastante respetuoso del original, una buena cuota de insertos, y el bicolor que le sienta muy bien. Como detalles, se ve cierta abertura entre el paragolpes y la carrocería en el frente (tal vez sea efecto de la foto), las ruedas de "talle holgado" y el burlete de las ventanas laterales traseras que hacen algo raro con la línea (en el de acá era plateado, quizás menos real pero disimulaba el defecto), pero, como otras veces mencionamos, en piezas muy chicas, las mismas décimas que en un modelo mas grande no afectan, en los pequeños salen mas a la luz
pieza agradable y muy representativa
Un gran abrazo
Luis
Toda esta herencia se ha quedado en los "Kei Car" japoneses y en los cuadriciclos europeos, sobre todo franceses (Ligier, por ejemplo). Al resto se los llevó el viento. Desde luego, y por otra parte, si yo tuviese que haber tenido en aquellos años uno de estos cochecitos me habría inclinado por los del estilo de este NSU, un coche diminuto pero que tiene apariencia de coche. El resto me parecen demasiado marcianos.
EliminarLa miniatura es interesante compararla con la de la colección argentina, y sí, puedes jurar que los dos son básicamente el mismo (los tengo y puedo asegurarlo). Solo que el nuestro va con mejor calidad y un interior más detallado, pero ambos perderían ante la versión "pata negra" IXO si es que existe. Otra cosa es que merezca la pena.
En fin, suma y sigue.
Abrazos!
Tengo el modelo argentino, recuerdo que lo compré porque me parecía una suerte de proeza haber reunido un modelo con tantos insertos en tan poco espacio.
ResponderEliminarAdemás del acabado bicolor, la versión europea sorprende con un interior más luminoso, una lástima que en Salvat no hayar reparado que una solución tan simple como cambiar el color del plástico premia con muchos puntos la apariencia del modelo (no pido pinceladas, bastaba algún color neutro, un gris o beige claro).
También veo bordes negros en los transparentes, no sé cómo se verá en mano, pero en las fotos se ve un poco excesivo, se entiende que en un modelo tan pequeño tenga ese resultado, por lo que yo hubiera optado por la "solución argentina".
También veo diferencias en los paragolpes, más robustos en la versión mercosur!
En cualquier caso, son dos modelos con el mismo ADN y creo que pueden compartir un espacio en la vitrina, sobre todo considerando el reducido tamaño!
Pues deberías haber visto otros modelos de la colección de Altaya en Europa, vienen con más piezas aún por centímetro cúbico! La causa de que los nuestros sean más detallados no lo acabo de entender, pues el precio era el mismo (14 euros aproximadamente) y encima la presentación del de ustedes es mucho más pobre, me imagino que será por el margen de ganancias y esas cosas.
EliminarComo bien dices, tengo los dos y ahí andan juntitos, igualmente ya recibí las versiones europeas del Joseso, Isard, Bambi Coupé y algún otro. En todas se ven en general más finos y detallados los de aquí, suelen llevar otros colores ,no llevan los "mataburros" (y prefiero que no) pero la ventaja en cambio es el precio, aquí suelen salir por la mitad los de Salvat.
Para todos los gustos y bolsillos!