El Cresta PA fue anunciado en octubre de 1957 por el fabricante inglés Vauxhall principalmente como una berlina de cuatro puertas, no obstante el carrocero Friary de Basingstoke (Hampshire) creó una versión familiar "Estate" muy poco común actualmente. Fabricada entre 1959 y 1962, Vauxhall se había negado a desarrollarla alegando la alta inversión necesaria para lanzarla al mercado.
La berlina Cresta había debutado en 1957 y, al igual que aconteció con su predecesora la serie E, su fabricante recurrió a carroceros externos para presentar una versión familiar del nuevo modelo. La marca inglesa ya había considerado sacar un Velox y Cresta familiares, pero consideró que el mercado para estos modelos era demasiado pequeño para justificar los gastos de la inversión necesaria.
Peter Woodgate, diseñador jefe de E.D. Abbot de Farnham, trazó las líneas maestras pero su firma estaba demasiado enraizada con las camionetas de Ford. De esta forma la casa matriz, Friary Motors, adquirió una fábrica en Basingstoke para evitar el conflicto de intereses y abordar finalmente la fabricación de la versión "Estate" del Cresta PA.
La carrocería se diseñó ingeniosamente para permitir 8,7 metros cúbicos de carga incluso con el asiento trasero desplegado. También era posible crear una cama doble plegando el respaldo desde el compartimento de carga, con lo que se obtenía 1,95 metros de espacio despejado. La revista Motor Sport por esto lo consideró como un vehículo espacioso e imponente, atractivo e ideal para remolcar.
Además, casi ningún otro familiar inglés podía presumir de un aspecto tan dinámico. El Ford Zodiac Farnham MkII se encontraba sobrepasado en su línea convencional estilo Detroit años 50 y lo mismo ocurría con el Humber Hawk. BMC tampoco ofreció una versión Austin Westminster Countryman como parte de la gama Farina mientras que el Standard Vanguard Vignale no resultaba nada práctico.
El PA dejó de fabricarse en octubre de 1962 y había sido presentado con el eslógan "Creado para la era de las autopistas". Sin embargo la mismísima reina Isabel II conducía el suyo de forma tranquila (un Cresta verde Imperial) por la campiña inglesa equipado con un porta armas y soportes para cañas de pescar; el modelo está en Sandringham y permanece como uno de los pocos Friary que quedan.
Ya llevaba mucho tiempo detrás de esta versión del Cresta, uno de los familiares más bonitos que conozco, y además replicado a la perfección por Oxford, un sello del histórico fabricante inglés Corgi que al parecer no va a dedicarse más al 1:43. El modelo existe con varias combinaciones de pintura (aún recuerdo la magnífica versión del amigo Diego Tessa) aptas para todos los gustos, sin embargo escojamos el que escojamos nos encontraremos con un fino molde, un excelente trabajo de pintura, un interior notable, unos cromados impresionantes (que aún resaltan más en la versión negra) y un precio demasiado alto, aunque la miniatura lo podría justificar. Como negativo tan solo podría indicar las luces traseras pintadas, aunque el efecto no sea tan malo después de todo.

Cuando los sedanes tienen líneas de ventana muy curvas, la adaptación a rural, sin tocar esos marcos (de puertas traseras), puede tener, a mi gusto, sus bemoles, de viejas épocas, este Vauxhall, el Valiant V200, mas nuevos, Peugeot 306, Renault Laguna Nevada (1a línea) y, seguramente unos cuantos mas. Obviamente, para la fábrica o carrocero interviniente, implica modificar matricería o agregar trabajo en la modificación, pero, mantener esa forma, genera cierto ruido visual, ruido que gusta mas a algunos y no tanto a otros. Aunque, como muy simpático detalle (heredado del sedán) la manija de las puertas traseras como inicio de las aletas, me parece un detalle muy logrado
ResponderEliminarMas allá de eso, la miniatura se ve muy delicada, de excelente molde, color bien aplicado (incluso en la unión entre los tonos, punto crítico en escalas chicas), bien aplicados los detalles en color plateado, ruedas mas que dignas, el calce de los vidrios (aún los panorámicos delanteros) pareciera impecable, etc, quejarme mucho de los pinchitos o de las luces traseras pintadas, ya sería abusar, y, si se ve así de bien con el macro, imagino que, en mano, será una delicia
Te mando un gran abrazo
Luis
Viendo esta ranchera (palabra que ya solo usamos los de mi generación para referirnos a este tipo de carrocerías) se me viene a la cabeza el universo Thunderbirds, además pienso también que nunca vi un europeo más americano, o mejor dicho yanqui, que este Cresta.
EliminarY es Vauxhall, esta vez sin tener contrapartida alemana (no es lo habitual).
La miniatura me tenía enamorado desde hace mucho y más en esta combinación cromática, tuve suerte en eso por que las otras disponibles son más fáciles de hallar y por ello más comunes.
Imaginas bien, en mano es una preciosidad, es como una joya egipcia en forma de escarabajo.
Abrazos!
A mi me impresiona eso que definís como aspecto dinámico. Por el contrario, lo veo como si hubieran trabajado distintos diseñadores, cada uno en un sector, pero sin lineamientos ni comunicación interna, de modo que el parante quedó disociado de la puerta, la ventana no tiene relación con techo y etc.
ResponderEliminarDe todos modos no se puede negar que el conjunto tiene una fuerte personalidad y que nadie lo va a confudir con la station wagon de la competencia!
En cuanto al modelo, te acompaño en los conceptos, está muy bien hecho, se nota el esmero que pusieron.
Los cromados de los insertos y tampos de "alumino gris plateado" para los cromados no insertos se ven de maravilla. Para destacar la parrilla delantera, con las zonas negras denotando profundidad.
Hermoso modelo!
Debió ser un dolor de cabeza para el equipo de diseñadores conjuntar esa caída tan grande del techo (mira la versión sedán) con un volúmen adosado, quizás quedó como un poco barroco y recargado pero era la época Y me encanta!
EliminarPor lo que respecta a la miniatura, si hubo versión Matchbox debió ser una gozada. Voy a ver si existió.
Me alegro que te haya gustado, entre su presencia, el peso, y las ruedecitas de goma me sentí como transportado por un instante a mi niñez!