Autobianchi Y10 Fire LX de Grani y Partners

Pertenece a la colección italiana "Collezione Italia N.5", producida por Edison Giocattoli.


Debuta en 1985 en el Salón de Ginebra diseñado por Tom Tjaarda para sustituir al veterano A112, siendo el último modelo que se comercializó bajo la marca Autobianchi. Se pretendía que fuese un utilitario con más clase y elegancia que la media sin olvidar el confort y la calidad, siendo su público objetivo en gran parte el femenino. Es importante reseñar que los modelos que se exportaron lo fueron bajo la denominación Lancia Y10.

Externamente llama la atención el portón, siempre en color negro satinado, la línea aerodinámica con un morro bastante bajo y el diseño totalmente truncado de la trasera, y poseía una magnífica visibilidad gracias a su gran superficie acristalada. Todas estas características fueron diseñadas en el Centro Stile de FIAT con el claro objetivo de encontrar un puesto en una clientela refinada y seleccionada que entendiese el coche como un complemento más de su estilo de vida. Pero tampoco se dejó de lado la racionalidad del diseño del coche para que pudiese ser de gran utilidad a la hora de moverse en el denso tráfico urbano europeo.

Llamaba mucho la atención al entrar en él la calidad percibida, con moqueta integral con Alcántara opcional en asientos y el alto nivel de equipamiento (recordemos que estamos en 1985): cierre centralizado, elevalunas eléctricos, critales traseros con apertura eléctrica en compás, sistema de climatización con mandos electrónicos y pantalla LED y una sofisticada instrumentación electrónica con ordenador de a bordo e iluminación azulada.

El modelo de acceso intermedio se denominaba LX (1986) y contaba con el famoso motor FIRE (Fully Integrated Robotized Engine) de 1 litro y 45 CVs, muy elástico, frugal en su consumo y silencioso con el que se podían alcanzar los 145 Km/h. Estaba realmente bien equipado, con inserciones en Alcántara, cierre centralizado, elevalunas eléctrico, luz lectora de mapas y reloj digital Borletti. Para quien desease más prestaciones existieron versiones Turbo o incluso 4X4.

Para finalizar, es importante mencionar que éste fue uno de los primeros coches con un márketing muy estudiado detrás en el que se creaba una imágen de marca muy determinada, con el objeto de que al adquirir el coche se entraba en la pertenencia a un grupo muy especial. Esta forma de vender un producto sigue siendo muy actual hoy en día y no solamente en el ámbito automovilístico, con ejemplos claros en el fabricante Apple o en moda con Chanel. Fruto de esa política fue la gran cantidad de series limitadas que conoció este coche (Fila, Martini, Missoni, Mia, Ego, Avenue, Igloo, Sestrières, Ville, Junior...) y que aún hoy en día aplica Lancia.

Finalmente, y tras 1.133.000 unidades el modelo deja de producirse (1995) en favor del Lancia Y.

























En cuanto a la miniatura en sí, pertenece a la segunda serie aparecida en 1989. Resulta agradable ver comprobar lo bueno que es el molde y el detallado del interior, con el salpicadero y su instrumentación bien reflejada. Muy buen trabajo exterior en general también, aunque las matrículas fallan un poco en realismo. Y mejor la parte trasera que la delantera. Me gusta que hayan cuidado ciertos detalles como las cerraduras o los pilotos traseros, que aportan bastante verosimilitud al modelo. Lástima de los "pinchitos" de los faros delanteros: se hacen notar demasiado.