SEAT 1400B "Copa Montjuïch Coches Sport 1957" de IXO/Altaya

Pertenece a la colección "SEAT Sport" de Altaya.

El 1400 fue el primer vehículo fabricado por SEAT bajo licencia FIAT en la fábrica de la Zona Franca de Barcelona. Se fabricó entre 1953 y 1964, siendo idéntico al FIAT 1400 que se había presentado en 1950. Este modelo fue el primero de la casa italiana construido con chasis monocasco y vestido con una carrocería tipo "Pontón" de inspiración americana. Existió con carrocerías sedán, familiar, comercial acristalada o cerrada, limousina, fúnebre, y la descapotable Sport Spider diseñada por el carrocero catalán Pedro Serra.

Las versiones que conoció el modelo fueron la 1400, 1400A, 1400B, 1400B Especial y la última en salir: la 1400C. Nos detendremos en el modelo 1400B por ser el presentado hoy aquí. Aparece en diciembre de 1956 con más cromados que su antecesor, neumáticos de banda blanca, luneta panorámica trasera y un faro central antiniebla en la calandra. Llevaba un motor 4 cilindros en línea de 1395 cc refrigerado por agua que proporcionaban 44 CVS a 4400 rpm y alimentado por carburador Solex o Weber, pudiéndose alcanzar la velocidad de 120 KM/h.

Existió una versión de competición pilotada por Juan Fernández, con la que consiguió terminar en segundo puesto en la III Copa Montjuïch de de Coches Sport (1957), aunque solo corrieron SEAT 1400. La prueba estuvo muy reñida en todo momento y la ganó finalmente Rodolfo Bay.

























La miniatura de Altaya me ha gustado mucho por su simplicidad, finura del molde y el color verde metalizado que se me hace raro para un coche de los años 50. Es un vehículo histórico en la marca española por ser el primero que se fabricó y encaja perfectamente en la colección de vehículos deportivos de SEAT (colección verdaderamente interesante). Esta colección parece que va dirigida a un público más exigente pues podemos observar que los detalles están más cuidados, para muestra tenemos el hecho de que en este modelo en particular han cuidado la grafía de la matrícula que se utilizaba por aquellos años. Los pocos detalles externos que hay están muy bien realizados, y el interior es bastante correcto (aunque poco apreciable, se ve un volante bastante bueno). Como suele ser habitual en IXO, los bajos inexistentes pero al menos las llantas de chapa pintada están perfectamente representadas.