El Garaje Algabeño

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Pegaso 3045D "Cisterna de combustible E.T." de IXO/Salvat (c) 2024 Antonio Sivianes Gaviño

viernes, 9 de junio de 2023

NAZAR Super 7 TM de IXO/Salvat

 

Pertenece a una colección de kiosko titulada "Camiones y Autobuses Españoles" de la ed. Salvat

Presentados a principios de los años 60, los camiones de medio tonelaje NAZAR (fabricados por Factorías Nápoles en Zaragoza, España) se encontraron en medio de un panorama en el que casi no tenían rival. El modelo Super 7, por las toneladas de carga útil, poseía cualidades interesantes como una caja de cambios muy bien escalonadas con diferencial Eaton y un amplio habitáculo. Sin embargo el modelo carecía de una buena potencia y además padeció los infortunios económicos de su fabricante, lo que hizo que no se llegasen a vender muchas unidades.

La historia del fundador de Nazar (el italiano Vincenzo Angelino Gervasio) resulta bastante interesante y movida, e incluso en algunos casos parecida a la de Eduardo Barreiros. Tras enamorarse de una aragonesa, Vincenzo se estableció en Zaragoza después de haber luchado en la guerra civil y acabó fundando los Talleres Nápoles, dedicados a la reparación de chapa y pintura. Con el tiempo terminaría creando sus propios carrozados y llegó a triunfar con su cabina modular "Única" adaptable a los chasis desnudos que entonces servían las pocas empresas de camiones que operaban en España.

Vincenzo había trabajado en los talleres de Alfa Romeo y tenía experiencia sobre todo en camiones y autobuses , por lo que volcó sus conocimientos en la fabricación de vehículos comerciales de todo tipo de tonelaje. A finales de los años 50 ya tenía listo su prototipo de camión, pero no podía desarrollar los motores y por eso debió recurrir sobre todo al mayor proveedor nacional de entonces, Perkins Hispania, dejando a Henschel para sus futuros modelos pesados.

Sus primeros modelos, a los que llamó NAZAR (por Nápoles y Zaragoza), fueron una serie de furgones de dos o cinco plazas y camionetas de tonelada y media. Posteriormente, presentó su primer camión de seis toneladas al que siguió en 1963 otro de siete al que llamó Super 7 destinado a competir contra los Pegaso Z-207 o el Ebro Serie B. Este vehículo contaba con una cabina un tanto barroca que equipaba una modesta cama y un cuadro de mandos muy simple, frenos neumáticos, caja de mandos de seis velocidades sin sincronizar con once efectivas y hasta un freno eléctrico de cuatro puntos.

Sin embargo su punto débil estribo en el acceso a la cabina autoportante, muy dificultoso ya que debía hacerse subiendo por el embellecedor de la llanta y, sobre todo, a la escasa potencia de 90 CVs ofrecida por el motor Perkins diesel de cinco litros y seis cilindros en línea. Factorías Nápoles dependía demasiado de sus proveedores y, al igual que le pasó a Barreiros, el Estado franquista no le facilitó nunca la tarea de comercializar grandes tiradas de camiones. Por ello la Caja de Ahorros de Zaragoza intervino la empresa y en 1966 acabó en manos de Barreiros, quien hizo desaparecer la marca NAZAR.

Los escasos conductores que pudieron llevar estos modelos de siete toneladas recordaban sobre todo los asientos sin suspensión y fijados directamente al suelo que destrozaban los riñones, la dirección sin asistencia o la mala situación de los pedales y el freno de mano. Sin embargo NAZAR también fabricó excelentes autobuses y uno de ellos llegaría a hacer historia, el famoso "Pájaro Azul", con su gran parabrisas panorámico y su sistema de climatización que fueron toda una novedad entonces en España.

















Desconocía totalmente la marca del "león maño", pero gracias a la miniatura hoy he podido descubrir otro fabricante más que contribuyó a enriquecer el patrimonio industrial español. Lo cierto es que, a primera vista, el modelo me parece tan extraño y raro que hasta me parece bello sobre todo por ese esquema de pintura de la cabina (magnífica, por cierto, por dentro y fuera). Igualmente me parecen bastantes buenos los bajos de la caja y las llantas pero el montón de piedras transportado me parece demasiado "pegote", francamente hubiese preferido que viniese sin él. De todas formas este NAZAR va a aparecer (cuando ustedes lean esto ya estará en la calle) con una caja elevada para transporte de vino mucho más aparente y vistosa; sin duda es la versión que yo hubiese escogido.

















6 comentarios:

  1. Desconocía, absolutamente, la marca (como seguramente tantas otras), y, ciertamente, se nota bastante barroco el frente, notándose un gran contraste con la simpleza de otras partes, como, por ejemplo, el interior.
    La miniatura, a mi gusto, tiene una muy buena cabina, en general, con un frente muy logrado (podrían haberse obviado los pinchitos, peeero...), gráficas precisas, etc, quizás, el sector de cargas es el menos esmerado, por lo que se ve en fotos, la caja aparenta ser un poco plasticosa, aunque, de buena forma y apreciable el detalle de la puerta operable, y, coincido, la carga de piedras es poco creíble, ambos detalles muy salvables, y con poco esfuerzo (hay piedritas de modelismo que se pueden agregar, o, directamente, cambiarle el tipo de carga, y, seguramente, con algún patinado y laqueado, la caja realzaría mucho). De todas maneras, una miniatura mas que interesante, tanto en su realización como en su rareza
    Un gran abrazo
    Luis

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    1. Yo tampoco la conocía aunque hace tiempo oí el nombre. De todas formas estuvo vigente poco tiempo y encima en un período complicado para ser emprendedor a gran escala.

      La cabina es muy extraña, se nota que el estudio de diseño no era muy allá. Fallo imperdonable lo del acceso a la cabina, cuando es una de las cosas principales de un camión (como usuario te lo remarco). Podían haberse inspirado en los camiones Robur.

      La caja es demasiado falsa, parece como si la hubiesen imprimido con una impresora 3D y la hubiesen dejado tal cual, en bruto. Pero salió hace unos días un nuevo NAZAR Super 7 pero con caja alta que es una delicia, me dan ganas de vender éste y conseguir el nuevo. Si lo llego a saber...

      En fin, abrazos!!

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  2. Muy interesante la historia de Nazar, qué tiempos aquellos que un emprendedor podía llegar a fabricar un vehículo de puño y letra, y hasta animarse a producir en serie,
    vale el comentario para la fabricación de una cabina universal para todo tipo de camiones!
    Y me sorprende el diseño con parantes "antiaerodinámicos" se ve que en ese momento, la moda apuntaba hacia adelante!
    El camioncito a escala es muy vistoso, pero por sobre todo, original, esa calandra no pasa desapercibida y tampoco creo que tenga muchos imitadores. Por lo demás, me parece muy medido, muy discreto, sin estridencias y todo en su lugar, ni siquiera me molesta la carga.
    Me encantaron los pasamanos para laterales para trepar a la cabina y -por sobre todo- la corneta bajo el paragolpes delantero (que curiosamente, no se ve en la foto del camión real).

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    1. La pena es que la burocracia entonces era algo temible y echaba por tierra todo si no tenías relaciones excelentes con el político de turno. Estamos hablando de una dictadura y como tal, todo era como un cortijo cerrado (o una "estancia" como dicen ustedes).

      La calandra era un rejunte de piezas de diferentes proveedores según tengo entendido. Es lo que pasa con estos pequeños fabricantes que deben tomar piezas existentes y diseñar en torno a lo que hay disponible. En este caso, NAZAR no disponía ni de propulsores propios ni muchos otros elementos. Pero demasiado hizo hasta que se dio de bruces con cosas que escapaban a su voluntad.

      Curioso lo que dices de las bocinas, ese sitio más malo no puede ser, está muy expuesto al barro y las piedras.

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  3. Muy interesante saber de la historia del emprendedor italiano y su paso por tierras mañas. Como insinúas siempre hubo una mano negra en España llamada Enasa que cogía la parte grande del pastel. Bonito volquete para la cole.
    Un saludo.

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    1. Y no solo Nazar, hubo más marcas de camiones... Algún día también tendrán sus miniaturas.

      Parece mentira, pero no todo fue Enasa ni Barreiros.

      Saludos!

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