Pertenece a la colección de "Vehículos de Reparto y Servicio" de la editorial Salvat España.
El representante más pequeño de la serie B de Ebro fue el modelo B15, creado tanto para el reparto urbano como para el transporte general a corta y media distancia. La segunda generación de camiones ligeros y medios de Ebro tuvo cierto éxito y cimentó la carrera comercial de Motor Ibérica, culminándola con la serie C poco tiempo después.
Tras la buena acogida del camión 4C, en Motor Ibérica pensaron que sería conveniente agrandar la gama aunque respetando el terreno de los camiones pesados, un lugar que ya ocupaban los grandes del sector en España como Pegaso y Barreiros. Por ello, y en colaboración con Ford, nacieron los serie B, camiones o más bien camionetas de tamaño reducido ideales para moverse por el tráfico urbano.
La serie B hizo su presentación en 1963 formada por los modelos B15 (de tonelada y media), B25C (de 2.500 kilos), los B35C y B35 (con morro corto y largo para tres toneladas y media) y finalmente el B45 para 4.500 kilogramos o más y casi el mismo aspecto que su antecesor el 4C.
El modelo B15 fue el único que contaba con ruedas traseras sencillas al contrario que el resto de sus hermanos mayores que llevaban montaje gemelo. Podía ser encargado (al igual que los otros componentes de la gama) con caja de carga o bien plataforma lisa y estaba destinado a aquellos que deseaban algo más capaz que un furgón a precio no mucho más elevado, teniendo la ventaja además de la no limitación de la caja cerrada.
En cuanto a la motorización, durante la corta vida del B15 (dos años) el bloque disponible fue un diesel de origen Ford con cuatro cilindros en línea de 3.6 litros y una potencia de 70 CVs. Este motor movía al camioncito con cierta agilidad y desde luego otorgaba mejores prestaciones que las que tenía el 4C, a pesar de ser el mismo propulsor. Lo que sí empeoró fue la estética debido a su morro, demasiado chato por su cabina semi avanzada, lo que provocaba cierto efecto de descompensación.
Aunque los serie B estuvieron poco tiempo en el mercado gozaron de un éxito muy razonable debido a su fama de fiabilidad y al buen servicio postventa de Motor Ibérica. Por ello importantes distribuidores de la época lo escogieron para formar parte de su flota, como sucedió con la popular empresa de gaseosas "La Casera". Esta empresa, fundada en 1949, logró el éxito con una curiosa estrategia comercial: el repartidor regalaba las botellas vacías (con su famoso tapón de porcelana) y si el cliente quería la bebida debía ir a que se la llenasen. La empresa se convirtió en líder durante tres décadas hasta que fue vendida a Orangina Schweppes, hoy propiedad a su vez del grupo japonés Suntory.
No hay marcas tan entrañables para nosotros los españoles que ya andamos por la cincuentena como "La Casera", famosa sobre todo por ser compañera inseparable del vino tinto para crear una combinación muy refrescante en verano. Por ello era previsible que algún modelo de la colección de los vehículos de reparto nacionales reflejase los colores de esa popular gaseosa, escogiendo para la ocasión un vistoso B15 con caja botellera. Seguimos contando con la habitual calidad de estas miniaturas y observamos que no falla ni el molde ni la aplicación de la pintura, también convence la representación de las botellitas en cajas de madera y algún que otro detalle como la visera, el interior de la cabina o la calandra. Sin embargo, no me agradaron tanto las luces pintadas y quizás la inexacta presencia de las ruedas traseras gemelas, lo que puede suponer un ahorro de costes al usar un modelo preexistente.
nuevamente, una linda miniatura de R&S, que tantas alegrías está dando, aparentemente, y, por lo que en fotos se puede ver, una miniatura bastante bien lograda, y con muchos puntos a favor, esas botellitas, detallitos y gráficas, ni que hablar el apego local que tendrán por la marca, le agregan un poco de condimento. Por lo que veo en la última foto, dicha unidad con la misma matrícula de la miniatura, pareciera tener ruedas duales (creo que es lo que llamás gemelas) en el eje trasero. Si es por criticar, y de puro molesto, diría que el frente y cola de la caja son mas redondeados en el real que en el modelo, pero solo por buscarle el pelo al huevo, porque, al resto se lo ve muy lindo
ResponderEliminarUn gran abrazo
Luis
Hola Luis, yo por más que busqué en esa foto no aprecio que sean gemelas, también ví un folleto del modelo B15 y en él no aparecen ruedas gemelas. Ni tampoco en otras fotos de ese modelo. Por eso me atreví a comentarlo...
EliminarLa caja fíjate que no se parece apenas, la del real va compartimentada, aparte lo que bien notaste. Como suele pasar usaron una caja de otro modelo, y a correr...
Dices bien, La Casera es algo muy español, una marca de las de toda la vida.
Abrazos yendo camino a Suiza...
Ahora que lo mencionas ya recuerdo aquellas antiguas botellas de cristal con aquel curioso cierre metálico, jeje cuanta nostalgia.
ResponderEliminarUn saludo
Esas botellas ahora valen un dinerito, son un objeto muy "vintage" junto con los sifones. El cierre de tapón de porcelana con junta de goma era ingenioso, pero requería cierta fuerza para manipularlo y maña para no pellizcarse un dedo.
EliminarSaludos!
Un verdadero Camión-Cito, jeje!
ResponderEliminarEl modelo sigue la línea de los últimos camiones, tiene todo en su medida y armoniosamente (Perón dixit). Sólo lamento que no le hubieran puesto ruedas más chicas. Mirando la foto del modelo real, con los choferes al lado, se advierte el reducido tamaño del vehículo. Y esta sensación se pierde con las ruedas grandotas.
Las botellas bien hechas no son novedad pero siempre maravillan, por lo que veo, se trata de una (o varias) piezas de plástico trasparente con tampografía que hace las veces de cajón, me maravillan estos trucos que hacen que algo se vea "como si otra cosa".
Otro detalle que me sorprende agradablemente es la tampografía de esos tiempos, si hasta el cartelito de tara y carga máxima parece pintado a mano!
Una belleza!
Yo no veo mal las ruedas, quizás las de la miniatura llevan más perfil de la cuenta pero no lo noto mucho. Lo que no me gustó demasiado es ver el lugar donde deberían ir las luces pequeñas en las aletas delanteras, no es la correcta según se ven en el modelo real.
EliminarCo.o es habitual en la colección es cierto lo de los detalles tan cuidados, donde las tampografías son vitales... Las marcas son muy importantes en este tipo de réplicas, llaman a la nostalgia.
Me alegro que te haya gustado este enanillo!