El FIAT 124 Abarth, o FIAT 124 Sport Abarth Rally, fue un automóvil deportivo derivado del 124 Sport Spider 1.6 producido conjuntamente entre la firma turinesa y Carlo Abarth entre 1972 y 1975. Con una producción prevista de 500 unidades (necesarias para la homologación con vista de su uso en el Grupo 3 de competición), finalmente se debió duplicar la cifra debido a su éxito internacional.
Ya en los primeros años de fabricación del 124 Sport Spider algunos pilotos privados compitieron con él en carreras de rallye, a pesar de su mala relación peso/potencia. Sin embargo lograron muy buenos resultados gracias a su robustez estructural y a su equilibrado reparto de pesos, mejorando su comportamiento en carretera. Por ello en el otoño de 1969 FIAT decidió preparar cuatro coches para competir en el nacional italiano de Rallyes y esporádicamente en el Mundial.
El modelo se asemejaba al FIAT 124 Sport Spider, pero la revisión que hizo de él el preparador Carlo Abarth mediante los ingenieros Sguazzini y Colucci incluyeron refuerzos estructurales y mecánicos, el aligeramiento de peso y un aumento de potencia sin perder elasticidad que permitía incrementos posteriores, todo ello además por un coste bastante asequible para ser un coche destinado a competir.
El resultado fue un vehículo con un motor de cuatro cilindros en línea, 1.8 litros de cilindrada y ocho válvulas con potencia aumentada hasta los 128 CVs., siendo alimentado por un par de carburadores dobles Weber. Dicha potencia se gestionaba mediante una caja de cambios manual con cinco velocidades y se enviaba a las ruedas traseras con la ayuda de un diferencial autoblocante ZF; para su detención contaba con frenos de disco ventilados con mordazas de cuatro pistones.
Otras mejoras incluyeron la presencia de un robusto arco de seguridad, asientos envolventes Recaro en opción, neumáticos Pirelli de gran ancho, colector de escape mejorado y un doble árbol de levas más eficaz. También se instaló una suspensión posterior independiente McPherson en sustitución del eje rígido. Igualmente, existió un "kit" Abarth de transformación para cualquier 124 Sport Spider que resultó ser un verdadero éxito de ventas.
El "Stradale" fue alabado por sus brillantes prestaciones, su generoso habitáculo, la acertada estética, su buena visibilidad hacia el exterior y una caja de cambios adaptada a la circulación por autopista. Sin embargo se criticó el puesto de conducción, una tendencia al empañado en la luneta posterior de plástico, un tacto duro en frenos y volante, la mala calidad de las pastillas, una suspensión incómoda y un consumo que sobrepasaba frecuentemente los 20 litros de combustible a los cien kilómetros.
Hoy tengo el gusto de presentaros una vieja miniatura de Vitesse de cuando era portuguesa, en edición limitada y caja plana incluyendo una tarjeta con las firmas de los gerentes. Una parafernalia adecuada para acompañar un modelito "con alma" visualmente precioso y con una calidad bastante buena, sobre todo teniendo en cuenta la época en la que apareció. No falta tampoco una pintura excelente, un buen molde, un interior para nota y algunos detalles extras como las llantas, las matrículas o las luces traseras. Lógicamente se hacen notar las luces pintadas y los "pinchitos" de los faros, pero en conjunto es una réplica vistosa y por si no nos llega a convencer también existe la versión de Starline, aunque ya (y al igual que sucede con la de Vitesse) va resultando difícil de encontrar a buen precio.