Pertenece a la colección temática de kiosko "La leyenda Mercedes Benz", de la Ed. Altaya.
Los únicos modelos que comercializó la renacida marca de vehículos de lujo alemana Maybach (rescatada por Daimler AG) fueron los 57 y 62, ambos declinados en versiones "S" ("Spezial"). Los números se referían a la longitud del vehículo en decímetros, fueron dibujados por un equipo de tres diseñadores (Olivier Boulay, Shuichi Yamashita y Anthony Lo) y eran concurrentes de los extraordinarios Bentley y Rolls Royce. El primer modelo salió a la luz de la fábrica de Stuttgart en 2002 y el último en diciembre de 2012, considerándose un fracaso de ventas ya que solamente colocaron unas 500 unidades.
Mercedes Benz se vio "casi" obligada a crear una marca de vehículos de representación de alto nivel al ver que sus competidoras alemanas BMW y VW habían comprado, respectivamente, las marcas inglesas Rolls Royce y Bentley. La idea consistió en hacer volver a la vida a la desaparecida Maybach, un constructor alemán de vehículos de lujo de antes de la Segunda Guerra Mundial, y así crear un nuevo sedán con su nombre que estuviese por encima de la Clase S de Mercedes.
Pero los estrategas del márketing de Daimler sobreestimaron la capacidad de absorción del mercado de automóviles de gran lujo y posicionaron sus vehículos demasiado alto, teniendo precios de salida el doble que, por ejemplo, un Bentley Continental Flying Spur. Pero ese no fue el único problema, ya que el diseño del nuevo Maybach no cuajó al considerarse una especie de Clase S "inflado". Aunque las ventas inicialmente arrancaron como se esperaba, ya para 2005 la marca entró en pérdidas y aguantaron como pudieron hasta 2012, adelantando un año su fin de actividades. Se calcula que cada vehículo vendido costó a la marca unos 330.000 euros, y eso sin contar el gasto de relanzarla al mercado y el desarrollo de los modelos (mil millones de euros!!).
Entrando en la parte técnica, los Maybach contaron con motores de 5.5 y 6 litros Mercedes Benz en arquitecturas de 12 cilindros en V y sobrealimentados mediante dos turbos. Con esos bloques, la potencia declarada sobrepasaba ampliamente los 500 CVs y exhibían prestaciones casi de superdeportivos, con velocidades limitadas electrónicamente de 250 Km/h y una aceleración de 0 a 100 en torno a los cinco segundos. Brabus también "metió mano" al Maybach y logró aumentar aún más sus prestaciones, logrando una "superberlina" que fue de las más rápidas del mundo en su momento.
En este tipo de coches lo más interesante quizás sea el equipamiento, y el Maybach "justificaba" en parte su precio por la cantidad de adminículos que incorporaba de serie. Aunque la lista sea interminable, citaré algunos: GPS con reconocimiento de voz, climatizador con cuatro zonas, parasol trasero eléctrico, sistema de entretenimiento con DVD y de sonido con 21 altavoces, asientos con masaje y ventilación, volante calefactado, tapicería de piel de primera calidad, portavasos calentador, cámara de visión trasera... y como es habitual, muchos más elementos opcionales cuyo límite solamente estaba en el bolsillo (mejor portafolios) del comprador.
El comprador que desembolsaba entre 380.000 y 900.000 euros podía escoger entre una carrocería pensada para ser él mismo el conductor (modelo 57) o ser conducido por un chófer (en ese caso, mejor el 62). En un mundo de lujo y sofisticación, el en que el dinero debe encontrar excusas para ser gastado, el Maybach ofrecía también versiones realmente especiales que "rizaban el rizo", como la Zeppelin (con infinidad de detalles especiales en el interior y limitado a 100 unidades), la Guard (haciendo hincapié en la seguridad personal de sus ocupantes, con sistema antiincendios y blindaje pesado) o la famosa Landaulet, con la parte reservada a los pasajeros descubierta.
Y si aun queremos más cifras exhuberantes, puedo citar unas cuantas más: el hecho de que entre las cuatro ruedas del Maybach 62 cabría un Renault Clio, ser el automóvil de producción más largo del mundo o su descomunal peso de casi 3,5 toneladas y media (en Europa casi haría falta el permiso C1 de camiones ligeros para poder llevarlo...).
Llegado el momento de la presentación de la miniatura (?) de Altaya he de decir que este Maybach siempre me pareció como un Mercedes Clase S elefantiásico, enorme y de diseño no demasiado logrado (aunque es bastante limpio). Eso lo refleja más o menos bien este modelito de bajo coste que queda un tanto lejos de la referencia de AutoArt, toda una joyita que espero poder tener algún día (o mejor aun, el famoso Mercedes 600 Landaulet de los años 60). Hay de todas formas bastante fallos en esta limousina, como el mal efecto de las luces traseras, las matrículas tan penosas o la realización de los neumáticos (se ven irreales). En el apartado de los aciertos, celebrar la inclusión de la insignia de Maybach en fotograbado y el interior, quizás más aparente que nada pero que cumple.
Bueno , ahora están fresquitos , pero con una serie tan corta , dentro de algunos años estos autos se pueden rematar a precios sorprendentes .
ResponderEliminarPor la misma razón (las pocas unidades construidas) la miniatura se vuelve codiciable .
Me gustó muchísimo como representaron la trompa y el interior .
Ahora bien , cómo lo exhibís , junto a los autos , o los buses ?
Un abrazo!
No creas, Pablo, este tipo de coches se devalúa bastante. Tienes muchos Rolls de los 70 y 80 por unos diez mil euros o menos, o Bentleys, pero son una ruina con ruedas y actualmente las empresas no suelen comprar este tipo de coches, si no que los contratan por renting.
EliminarY para un particular los recambios, consumos e impuestos lo hacen inviables.
Yo lo pongo junto con otras berlinas de lujo, pero me hiciste pensar si no sería mejor ponerlo con los camiones...
Abrazos!
¡Mayday! ¡Mayday! Ah, no es Mayday? Es Maybach? Mucho gusto en conocerlo Sr... Es una marca de micros o de limousinas? Ah! Cómo? Que es un auto? Mirá vos che...
ResponderEliminarLa miniatura está muy buena, es más linda que el coche real.
Abrazo!
De carreras, no podrían sacarlo? Algún jeque loco, jeje!
EliminarAbrazos!
Como dices parece una pataleta de la marca de la estrella contra BMW y VW, realmente no creo que los pata negra de la Clase S desmerezca en nada a los Rolls y Bentley.
ResponderEliminarPara mi las limusinas rozan lo hortera, el Maybach se salva por los pelos, pero mejor la version corta y en tonos oscuros.
Saludos.
EL clase S es una "pasada" en términos tecnológicos, pero hay que admitir que queda muy lejos de las "vacas sagradas".
EliminarEl Maybach fue algo fallido y no creo que Mercedes vaya a sacar nunca en su vida algo semejante.
Saludos!
Muy interesante reseña, no conocía los pormenores de la cocina de estos modelos.
ResponderEliminarSolo recuerdo haber leído alguna vez de los asientos reclinables en las plazas traseras! Una locura.
El modelo esta bien, pero coincido contigo. Que un coche de tal calibre merecía una reproducción más glamorosa.
Me quedé con las ganas del AutoArt... pero mejor el 600 Pullman, es una preciosidad!
EliminarEste altayero cumple, sin más.
Cierto que al representar un coche de tanto lujo, las fallas en la miniatura se perdonan menos, más cuando la diferencia justamente está en esos detalles. Como Altaya se anima a todo, no se quedaron atrás. Pero si el precio es muy bajo, seguramente "paga el tiro" como decimos acá. Lo que más me llamó la atención es la cortinita de la luneta.Y la pintura bicolor le sienta muy bien.
ResponderEliminarSaludos!
Hay que perdonárselo, es cierto, pero tiene cosas buenas como el interior, como bien dijiste.
EliminarCreo que este modelo era un regalo para los abonados de la colección Mercedes.
Saludos!
Este es uno de esos que ni me acaba de gustar ni de disgustar está muy bien y la combinación de colores le sienta de fábula
ResponderEliminarSaludos
Pues más o menos pensamos igual, Pau.
EliminarEspero sacar cosas más interesantes pronto.
Saludos!