Pertenece a la colección de kiosko "Microcoches de Antaño" de la editorial Altaya España.
Producido entre 1954 y 1958 en un número aproximado de 300 ejemplares, el Inter 175A de SNCAN (Sociedad Nacional de Construcciones Aeronáuticas del Norte) fue presentado al público en el Salón de París de 1953. Disponible con carrocerías abierta ("Torpedo") y cerrada ("Berline"), el Inter tenía más de "scooter" que de automóvil y una curiosa carrocería que recordaba al fuselaje de una avioneta.
La SNCAN, con sede en Lyon (Francia) y actualmente parte de Aérospatiale, era un constructor especializado en aviones que se embarcó en el diseño y producción de un nuevo concepto de movilidad urbana, el "autoscooter". Por ello equipaba algunas soluciones interesantes, como el eje delantero plegable, el selector de marcha atrás y su curioso pero ineficaz sistema de encendido "Gyrostarter" alimentado por una batería de 6 voltios que actuaba sobre un volante motor.
El propulsor trasero "Ydral" que incorporaba el Inter era un dos tiempos refrigerado por aire forzado. Este bloque, de tan solo 175 cm3 de cubicaje y una potencia de ocho caballos, estaba alimentado por un carburador Zenith y lograba lanzar al vehículo hasta cerca de 80 Km/h gracias a su bajo peso de 175 kilogramos y su excelente aerodinámica. Los frenos eran de Bendix y las suspensiones a base de elementos elásticos. En cuanto al interior de la cabina, con acceso mediante cubierta abatible, sorprendía por el volante de tipo aeronáutico, los asientos en tándem y su espartano salpicadero.
Aunque gran parte de la mecánica y la carrocería del Inter eran exclusivos sí hubo presencia de algunos componentes de otros vehículos de la época para reducir los costes de producción. De esa forma podemos encontrar las bisagras de la tapa del motor y la bomba de freno del Renault 4CV, las franjas laterales brillantes de Panhard y las ruedas procedentes del scooter Lambretta.
El biplaza no lo tuvo nada fácil para hacerse un hueco en el decadente mercado de los microcoches europeos de finales de los 50 debido a varios factores comunes, como el alto precio, el ruido y los olores que generaba el motor de dos tiempos con mezcla de aceite y, sobre todo, su falta de fiabilidad. En efecto, el Gyrostarter dejaba a menudo bloqueado al Inter pues si no arrancaba en varios intentos (algo usual con temperaturas bajas) la batería se agotaba. Por ello se estima que no han sobrevivido más de 25 ejemplares, valorados actualmente cada uno en cerca de 80.000 euros.
Seguimos sorprendiéndonos con algunos microcoches (franceses sobre todo) que combinaban ingenio con una falta total de convencionalismos, algo que llega a su cumbre en el Inter y su "aviónico" aspecto. Desde luego era un candidato seguro para aparecer en la colección de Altaya y no defrauda por la realización de su buen molde, una pintura muy correcta (a pesar de alguna manchita de adhesivo que quité fácilmente tras la sesión de fotos) y la presencia de esa carlinga tan bien trabajada. Solamente no me gustó la excesiva cantidad de luces pintadas que existe y el interior, demasiado basto aunque sí incluyeron los asientos rojos de lona. Muy curioso e interesante, por ello es totalmente recomendable.
Excelente!!!!!
ResponderEliminarMe encantaría poder tener acceso a esta colección. Acá no tendría éxito, pero yo los quiero todos...
Increíble el precio actual del Inter. Haber comprado uno hace solo 70 años... La mejor inversión.
Saludos Antonio!!!!!
Hola, pues se venden en Ebay y no son caros, aunque sé que al final ustedes tienen muchas pegas con las compras al exterior.
EliminarPienso que deben quedar muchos de estos chismes en granjas y garajes franceses, sin que los dueños sepan que pueden tener piezas muy valiosas.
Saludos y gracias por escribir!
A mi me sorprende mucho su aerodinámica. A tal punto que quizá cambiaría la luz delantera por la trasera, hasta se ve más lindo en "modo invertido", aunque se entiende que el manejo es más seguro con la doble rueda adelante.
ResponderEliminarYo también encuentro algunas pegas, no sé si justificarlas, aunque entiendo que el tamaño pequeño pone al fabricante al límite de sus posibilidades. Matricería, pintura y armado tienen límites. Por ejemplo el limpiaparabrisas, claramente sobredimensionado en grosor, pero más fino hubiera sido inmanejable. Vale el comentario para las rayas negras que rodea la base de la cabina y las ventanas, en el real apenas si se distinguen, pero en el modelo son una presencia basta, contrastante y contundente. Pero es que de otro modo no se pueden hacer! O se puede pero con una tecnología cuatro veces más cara!
Y siempre chocamos contra el vil dinero, igual que estos pequeñines en su tiempo.
De todos modos, te aseguro que me encanta y muy probablemente se apunta como el favorito de la serie!
Uf, en estas piezas hay que usar otra vara de medir. Eso me temo. Si no exageran algunos elementos prácticamente ni se verían... Yo lo tengo que disculpar, aparte que es lo que tú dices: costarían cuatro veces más sobre todo por tener que abonar el fabricante los gastos de la pérdida de visión de los chinos.
EliminarNo lo apuntes todavía como favorito, te prometo grandes cosas aún!
grandes? camiones con acoplado?
EliminarGrandes pequeñas cosas!!
EliminarLa frase con la que empezaste el detalle de las miniaturas, creo que lo define "siguen sorprendiendo", increíble la cantidad de microcoches con producciones muy bajas o, incluso, únicas, producto del ingenio, entusiasmo y tesón de algún creativo, mostraron diversas fórmulas que, en muchos casos (y me incluyo) son limitados los conocimientos que tenemos de ellos.
ResponderEliminarYendo a la miniatura, coincido con los comentarios del gaucho, en cuanto a los detallecitos, y el costo que implicaría corregirlos, y que, así y todo, se presenta como un simpático avión sin alas y poca cola, que bien me gustaría conseguir.
Hermoso (o curioso) modelo de una colección llena de sorpresas
Un abrazo
Luis
Como te comenté tengo un libro de microcoches españoles y tranquilamente habría como 50, ahora imagina un país como Francia o Alemania y piensa que fácilmente cada uno habrá desarrollado más de cien modelos.
EliminarEs un campo o temática bastante grande y merecía tener su colección, si bien la presencia francesa es mayoritaria.
Buena ocasión para aprender sobre estas maquinitas, obras del ingenio humano.
Abrazos!
Bonito avioncito. a su lado el Messerschmidt parece toda una limusina.
ResponderEliminarMadre mía que valor había que tener para meterse hay dentro encima descapotable, tiene todos los boletos para visitar a San Pedro.
saludos!
Este chisme me recuerda a los "cacharritos", esas atracciones para niños que estaban en un tiovivo con avioncitos, camiones, coches, barcos, etc.
EliminarValor sería meterse con eso en Sevilla en pleno agosto, te da un chungo de los malos!
Saludos.