Krupp SW O80 Titan "Senior Luxus" Hubertia de IXO/Hachette

Pertenece a la colección de kiosko de la Ed. Hachette Francia "Autobuses y autocares del mundo"


El enorme y colosal (aunque no falto de elegancia) Krupp SW O80 fue un impresionante autobús de lujo construido sobre la base del camión Titan de 8 toneladas. Con ese chasis se produjeron solamente 158 autobuses en cinco años a partir de 1950, la mayor parte de ellos carrozados por la empresa bávara Hubertia. El SW O80 resultó demasiado caro de producir y mantener y además estaba obsoleto frente a los nuevos modelos de SETRA con estructura autoportante, por lo que solamente algunos adinerados clientes pudieron utilizarlo en Alemania durante no demasiado tiempo.

El SW alcanzaba la mayor dimensión posible de un vehículo rígido de transporte en Alemania, ya que con sus doce metros debía transportar 70 pasajeros y el conductor (la capacidad podía ser aumentada hasta los 135 pasajeros si tiraba de un remolque ómnibus de dos ejes). Para mover este vehículo a un máximo de 80 Km/h, Krupp se enfrentó al problema de que no podía usar motores diesel de más de 150 CVs por una prohibición de las fuerzas de ocupación aliadas, una circunstancia que finalizó en 1950 sin que Krupp hubiese tenido tiempo de diseñar un gran motor. Así que debieron utilizar dos motores de tres cilindros y dos tiempos unidos, cada uno con sus elementos (dos bombas de aceite, dos cigüeñales, dos circuitos de agua...) y alimentados por un compresor Roots, algo poco corriente pero que se había visto anteriormente en los bloques Detroit-Diesel de  la General Motors.

Este motor tan complejo desarrollaba 210 CVs (aunque existió también una versión de 190) y aunque no tenía válvulas poseía el inconveniente de un alto consumo de aceite y un costo de construcción muy caro, ya que casi todos los elementos iban por duplicado. Sin embargo, los alemanes lo consideraron como un orgullo nacional ya que no estaban habituados a viajar en un vehículo tan elegante (estaban saliendo de la postguerra) y no se veía nada igual circulando por las maltrechas carreteras interurbanas. La mayoría de ellos fueron adquiridos por empresas privadas de transporte, pero algunos de ellos quedaron en manos de la compañía de ferrocarriles alemanes y el servicio de Correos, sirviendo Krupp los últimos de ellos en 1963 y poco después finalizando también la fabricación de camiones.
































Bien, pues terminada la reseña histórica ahora toca presentar una "miniatura" (lo entrecomillo por lo enorme que es) que me parece antes que nada un poco siniestra y demasiado sobria. La combinación del color negro y los ribetes plateados dan un tono algo fúnebre a este autobús, que a pesar de todo se muestra como muy luminoso debido a su gran superficie acristalada y a su interior, incomprensiblemente en color verde pistacho. Interior que, como viene siendo habitual, es demasiado juguetero, simple y mal resuelto, pero que se compensa con detalles como las ruedas, la calandra, esa extraña antena de radio que sube hasta el techo y la baca porta-equipajes.

                                              Variante con otro tipo de frontal del modelo