Pertenece a la colección de kiosko "Microcoches de Antaño" de la editorial Altaya España.
El Hoffmann fue un microcoche alemán diseñado por Michael Hoffmann, un jefe de taller muniqués, aunque se especula que también podría haber sido construido por la empresa de motocicletas Hoffmann. Se produjo un solo modelo en 1951, que tras ser restaurado en 1997 fue destinado al museo Lane de Nashville (Estados Unidos) donde actualmente se expone.
Definido por el sitio web de Jalopnik como "el peor coche jamás construido", el Hoffmann era un prototipo de triciclo biplaza con dos ruedas fijas delanteras y una trasera direccional bajo una carrocería ovoide de aluminio con algo más de tres metros de largo. El vehículo portaba un propulsor monocilíndrico ILO-Motorenwerke de dos tiempos enfriado por aire y una cilindrada de 200 cm3.
Dicho motor iba colocado sobre un pequeño bastidor junto a la rueda trasera y era solidario con ella, de tal forma que la rueda al tomar dirección llevaba consigo al propulsor; la potencia (de unos seis caballos) era gestionada por una caja de cambios manual de tres relaciones con marcha atrás y recorrido de forma lineal, con un punto muerto entre cada marcha.
Este pequeño coche también disponía de puertas con apertura "suicida" que no facilitaban mucho el acceso, unas ventanillas que se accionaban por medio de correas y se fijaban con clavijas, motor de arranque (colocado de forma incómoda junto a la cadera derecha del conductor), retrovisores mal emplazados al obstaculizar el pilar A la visión y una falta general de comodidad debido a las grandes vibraciones que ocasionaba el motorcito. Al menos sí existía la radio con un altavoz entre los asientos.
Por si fuera poco se requería efectuar la mezcla con aceite de forma manual, el motor tenía mucha tendencia al sobrecalentamiento en ralentí y el tubo de combustible pasaba directamente por el techo. De todas formas lo peor era la peligrosidad de conducir el vehículo por su gran inestabilidad, lo que lo hacía propenso al volcado aún a baja velocidad.
Grandes dosis de valor y sangre fría eran necesarios para poder manejar este engendro alemán (que por fortuna no fue replicado en masa), aunque en conjunto se mostrase como algo entre simpático y grotesco. Pero la colección tuvo el acierto de incluirlo bajo la forma de una miniatura bien hecha, con una aplicación excelente de pintura y unos detalles bastante buenos: no hay "pinchitos" en los faros, el molde es excelente (aunque no parece "diecast"), el interior es muy digno y las ruedas convencen. Solamente no me gustaron algunas luces pintadas, pero esto no basta para empeñar en absoluto una buena miniatura que cuenta además con el plus de ser inédita en colección de kiosko.
Dirección en rueda trasera, me pregunto cómo será manejar un vehículo que dobla por detrás!
ResponderEliminarMe sorprende la tendencia a volcar siendo triciclo con "planteo Morgan". Yo entendía que el peligro estaba en el "planteo Bond".
En cuanto al aparato en sí, adivino que fue un primer prototipo y que de haber entrado en producción, hubiera sido pulido en los detalles molestos.
Lo único que no le perdono es la parte de la mezcla de aceite manual, eso lo viví en mis tiempos de motocicilista y era un incordio.
Y bueno, del modelo ya sabemos que los peores autos resultan en los mejores modelo. Baste con decir que me resulta muy simpático y que lo compraría sólo para llevarlo en mi bolsillo y darme el lujo de sentir su forma redondeada entre los dedos a toda hora!
Bueno, un Morgan es incomparable con "esto" por la anchura de eje, mira la del Morgan y compara con la del artefacto, aparte el esquema de suspensiones no tiene nada que ver. Me creo que fuese muy fácil irte al demonio con la cucaracha ésta.
EliminarPeor que lo del aceite es lo del tubo de combustible por arriba de tu cabeza. Sería temeridad fumar dentro, con el motor detrás contigo y emitiendo gases y vapores.
Vale lo de la simpatía, pero para mí tiene un poco de siniestro. También estoy de acuerdo en lo de hacerlo llavero, no sería mala idea. O pintarlo de rojo y ponerle lunares negros para hacerlo mariquita rodante...
Conocía algunas características del aparatejo, aunque, con el compendio de detalles que mencionaste, menos mal que está quietito en un museo. Rueda directriz trasera, bueno solo en montacargas, y no por estable sino por maniobrabilidad, los gases y combustibles, directamente macabros, pero que linda la miniatura, una juntada de aciertos a la hora de hacer una miniatura
ResponderEliminarPara mí es nuevo, como casi todos los microcoches que estoy poniendo. Algunos mejor o peor resueltos, como es el caso de esta cucarachita...
EliminarLa miniatura sí les quedó de lujo, es excelente!
Toda una marcianada, con esa carrocería de aluminio digno de una comedia alocada. Y miran si me preguntan ya se contestar cual es el peor coche de la historia.
ResponderEliminarUn saludo!
Marcianada mortal, si no la palmabas intoxicado te podías desgraciar en alguna curva, o las dos cosas...
EliminarSi contestas lo de este bicho creo que quedarás como un sabio del tema!
Saludos.
Por modelitos como este no me perdería por nada esta colección si aquí saliera a la venta.
ResponderEliminarEl microcoche por lo que mencionas habrá sido una parida de chayotes pero está super simpático. Ese redondeo general, el frente mas los cristales como de avión y los medallones traseros, están geniales.
Gran miniatura.
Saludos!!
Los tengo todos juntos alineados de frente y eso parece la salida del gran premio de los Autos Locos! Mi mujer incluso pensaba que estos cochecitos no existían, tuve que enseñarle una de las láminas que traen de regalo en la colección.
EliminarMe alegro de que te gusten estos pequeñajos, y no me extraña que triunfen por su simpatía.
Saludos!