McLaren F1 "HEKORSA Edition" de Minichamps

Mientras esperaba un vuelo comercial de vuelta del Gran Premio de Italia de F1 de 1988, Gordon Murray (diseñador de vehículos deportivos para la F1) diseñó un boceto sobre un vehículo deportivo de altas prestaciones que posteriormente presentó a Ron Dennis, el presidente de McLaren Automotive (la famosa firma inglesa constructora de F1). Las premisas a la hora de desarrollarlo fueron un bajo peso y una alta potencia, las mismas cualidades que se buscan en los F1.

Para ello se utilizaron materiales como el magnesio, la fibra de carbono, oro, titanio y kevlar (siendo el primer vehículo de producción del mundo en llevar un chasis monocasco de fibra de carbono). Murray quería el deportivo de calle "definitivo" y para ello estuvo contemplando la posibilidad de contar con Ayrton Senna, que había colaborado con Honda para el desarrollo del NSX (la empresa japonesa proporcionaba entonces los motores a McLaren). Murray solicitó también motores  pero le fueron denegados, por lo que tuvo que acudir a BMW M quien sí les proporcionó unos V12 con 6.1 litros con cuatro válvulas por cilindro y control variable de apertura de válvulas, que rendían 612 CVs. La lubricación era por cárter seco, contaba con pistones de aluminio, generando tanto calor que en el compartimento motor hubo que utilizar oro (unos 16 gramos) para recubrirlo y que no pasase tanto calor al habitáculo. La caja de cambios Weismann era de seis velocidades con un triple disco de embrague (en carbono) y contaba con un diferencial de tipo Torsen.

El chasis, monocasco, estaba construido en la carísima fibra de carbono, contando con aluminio y magnesio para los puntos de apoyo de los elementos de la suspensión. En cuanto al interior, llamaba mucho la atención el hecho de que el piloto iba sentado en posición central adelantado, existiendo sitio para dos acompañantes más que podían salir abriendo unas puertas en élitro, al estilo de los Lamborghini Countach. Por todo el vehículo se podían encontrar trampillas para guardar objetos personales ya que el coche, desde primera hora se diseñó pensando en un uso urbano. Los neumáticos eran unos Michelin especiales para este modelo, el sistema de frenado contaba con discos de acero convencionales (Murray quería discos cerámicos como los de la F1 pero entonces esa tecnología no estaba madura) y finalmente se presentó el coche a producción en 1992, llegándose a construir hasta 1998 106 unidades contando todas las versiones (64 de la versión de calle estándar).

Aunque fuese un vehículo de muy altas prestaciones (que suelen ser un tanto incómodos para uso como coche personal) los pasajeros contaban con aire acondicionado, equipo de música Kenwood con cargador para 10 discos, ventanillas eléctricas y vidrios antiempañamiento. También se incluían luces de lectura de mapas y un botiquín...


Un coche tan especial requería tratamientos especiales: si era necesario un mecánico volaba hasta donde estuviese el propietario del vehículo, el asiento central se hacía a medida de cada conductor y cada F1 requería tres meses y medio de construcción verdaderamente artesanal. Mantuvo durante bastante tiempo un récord de velocidad máxima para un "automóvil de calle" con 391 KM/h y su versión de competición  cosechó muchos éxitos, incluyendo la victoria en el Le Mans de 1995.


























Por fin conseguí una reproducción del famoso F1 en miniatura después de buscarla mucho tiempo, siendo una edición especial limitada de Minichamps para la tienda de modelismo alemana "HEKORSA". Para ello, la casa alemana creó una serie de modelos en varios colores entre los cuales escogí esta versión en negro y verde fluorescente, muy extraña y llamativa en mi opinión. Llama la atención la ligereza del modelo (parece como de resina), el fantástico molde (muy fino y sin exceso alguno de pintura) y el (poco visible) interior, con muchos detalles tanto en habitáculo como en el compartimento motor. Buenas ruedas también aunque la base defrauda un poco, siendo totalmente plana y sin que se vea ningún elemento. Quizás haya reproducciones mejores de otros fabricantes, pero este Minichamps me ha sorprendido para bien y cuenta con la finura de los últimos Schuco, por lo que tengo que recomendarlo sin excusas.