Subaru Vivio RX-R de IXO

El Vivio es un "kei car" (una categoría de automóviles japoneses exentos de impuestos gracias a su tamaño muy contenido y motores que no pueden sobrepasar los 660 cm3) que se fabricó en la planta de Gunma (Japón) entre 1992 y 1998. Estuvo disponible con carrocerías de tres y cinco puertas con portón trasero y un tipo Targa  "T-Top" con dos. Fue uno de los "kei cars" más ligeros (con un peso de apenas 700 kgs.) y se caracterizó por su motor delantero de 658 cm3, su gran visibilidad y la posibilidad de tener tracción total.

El nombre "Vivio" hace referencia a su cubicaje aproximado escrito con números romanos (VI, VI, O, es decir, 6, 6, 0) y quizás también a la palabra "viva". Sustituía al Rex de los años 70 y conoció muy diversas versiones, desde una deportiva RX-R hasta otra de tipo "retro" denominada como "Bistro" que seguía una moda japonesa de mediados de los 90 con una estética recargada y algo "british".

El Vivio estuvo disponible con motores sobrealimentados, con carburador o inyección y con diferentes cajas de cambio asociadas, incluyendo una automática con variador continuo CVT. También era posible escogerlo con varios paquetes de equipamiento. Las versiones sobrealimentadas RX-R y RX-AR fueron la base de los modelos de rallye y algunos incluso se usaron en "raids" como el de París-Pekín con buenos resultados. La versión comercial del RX-R lograba una potencia de 64 CVs gracias a su culata de 16 válvulas y su doble árbol de levas en cabeza, lo que le hacía capaz de alcanzar los 100 Km/h en unos 8,5 segundos. Opcionalmente estuvo disponible con tracción total accionable a voluntad.

Los Vivio se llegaron a vender en Europa, siendo la primera vez que se ofrecía un vehículo urbano con tracción a las cuatro ruedas. En la ciudad era imbatible y además podía llevar cuatro ocupantes, pero lo cierto es que la competencia en el Viejo Continente en su segmento era feroz y no fue nada habitual en nuestras calles, al igual que ocurrió con su sucesor el más conocido Pleo.



























Sorprendente miniatura de IXO "pata negra" que tiene contrapartida de rallye, por si no nos gusta demasiado la versión civil (también existente en color blanco). Me dejó realmente boquiabierto la calidad del modelito, su escaso tamaño, unos exteriores excelentes y un interior en el que destaca la alegre tapicería de los asientos. Este tipo de modelos tan precisos me encantan, sobre todo si son japoneses con presencia aguerrida... y además se sacan de oferta por menos de diez euros! Imposible ponerle ninguna nota negativa salvo su fragilidad, llegando a dar la impresión de que la miniatura está hecha en resina.