Toyota Toyopet Crown Eight MkII de NOREV

Desde 1955 el Crown ha sido el modelo más veterano en el catálogo de Toyota. Esta serie de berlinas de los segmentos D y E han conocido hasta 2018 nada menos que quince generaciones, estando algunas de ellas disponibles en algunos mercados mundiales. Los Crown han sido muy utilizados por el gobierno japonés y como taxi durante algunas décadas.

Pero en esta ocasión nos detendremos en la segunda generación del Crown, aparecida en 1962. Según la Wikipedia japonesa su estilo estaba influido por el del Ford Falcon aparecido un par de años antes, pero la parrilla se asemejaba mucho a la del Chrysler Crown Imperial de 1960. Esta generación estuvo disponible con carrocerías sedán, familiar y hasta un "coupé utility" al estilo del Chevy "El Camino", pero también se pensó en complementar la gama con un descapotable de dos puertas que no entró finalmente en producción.

Los rasgos del Toyota Crown se caracterizaban por su linea limpia y moderna, con los faros integrados en la parrilla. Esa modernidad se veía también en el equipamiento, con la transmisión automática "Toyoglide" de dos velocidades situada en la columna. Decididamente este coche podía presumir sobre la serie anterior de su mayor empaque y sus motores más potentes, aumentando de paso la sensación de comodidad y calidad de construcción. Prueba de la confianza que la marca tenía en el modelo fue el hecho de que abrió el camino de las exportaciones a Europa, después de que un importador danés viese la presentación del modelo en el Salón de Tokio.

Pero sin duda la versión más lujosa e impresionante fue la Eight, nombrada así por su motor de ocho cilindros en V con un cubicaje de 2,6 litros, siendo el primero en Japón en llevar este motor en serie. Esta variante se introdujo en el mercado interno japonés en 1964 en el comienzo de la Semana Dorada y estaba diseñada para sustituir a los modelos norteamericanos que se usaban en las grandes corporaciones. El Crown Eight tuvo como rivales a modelos como el Prince Gloria Super, el Mitsubishi Debonair o el Nissan Cedric Special, pero todos estos vehículos llevaban motores de seis cilindros. Incluso fue considerado por la Casa Real Imperial de Japón como automóvil oficial, pero perdió ante el Nissan Prince Royal.

De esta serie especial se construyeron 3.800 unidades, muy diferenciadas del resto de la gama por sus lujosos aditamentos: climatizador, faros automáticos, ventanillas con accionamiento eléctrico, control de crucero, la transmisión automática "Toyoglide" y hasta cierre centralizado. Nada mal para un modelo que terminó de ser comercializado en 1967.



























Seguimos conociendo los clásicos japoneses, tan desconocidos para muchos de nosotros los occidentales. Esta vez presento un agradable sedán bien replicado por NOREV, empleando elementos de no mucha calidad pero con tal arte que deja la sensación de ser una miniatura de más empaque. En efecto, el frontal y la trasera nos convencen al igual que el interior, aunque podemos observar que en el diseño de la parrilla acortaron demasiado el borde inferior (esto es evidente por la foto del modelo real). Este Toyopet muestra un buen repertorio de cromados y unos neumáticos con bandas de diseño clásico que nos alegran la vista también, dejando aparte las bondades de su molde y el pintado.