Pertenece a la colección de kiosko "Microcoches de Antaño" de la editorial Altaya España.
El Heinkel Kabine fue un "scooter móvil" producido entre 1956 y 1958 en tres series (150, 153 y 156). Disponible inicialmente con un tipo de carrocería coupé para dos adultos y dos niños, el Kabine no llegaba a los 300 kilogramos y tuvo versiones de tres y cuatro ruedas; el modelo gozó de cierto éxito en Alemania, Austria, Irlanda, Argentina o Gran Bretaña al venderse unos veintisiete mil ejemplares.
Tras la presentación de un prototipo en 1955 el Kabine fue el primer automóvil para pasajeros de la empresa Ernst Heinkel de Stuttgart, una firma aeronáutica. La primera versión, llamada Tipo 150, era un pequeño vehículo triciclo con carrocería autoportante de chapa sobre un marco tubular con una única puerta delantera y un techo practicable de lona. Se movía mediante un motor monocilíndrico de cuatro tiempos refrigerado por ventilador con árbol de levas lateral y una cilindrada de 175 cm3 entregando 9,2 caballos de potencia a la rueda trasera; de esta forma se alcanzaban los 87 Km/h.
La segunda versión (objeto del comentario de la miniatura de hoy) apareció en 1956 y se diferenciaba sobre todo por llevar un motor de 204 cm3 con diez caballos. Por ello su masa máxima era de 510 Kgs pero seguía manteniendo el incómodo cambio manual no sincronizado de cuatro marchas adelante y una atrás con mando a la izquierda, fijado sobre la puerta. La suspensión era de tipo Dubonnet delante y basculante detrás con muelles helicoidales, el equipo eléctrico era de doce voltios, la dirección de cremallera con piñón y los frenos eran de tambor en todas las ruedas.
Esta versión aumentaba ligeramente las prestaciones hasta alcanzar los 90 Km/h y complementaba a la Tipo 154 de cuatro ruedas al compartir el motor, una opción no tan interesante en algunos países pues no podía tributar como motocicleta. No obstante (y ya en su último año de producción europea) el motor vio reducido su cilindrada a 198 centímetros cúbicos sin que empeorasen las prestaciones.
El Kabine conoció una vida posterior en otros países como Irlanda (donde lo produjo la Dundalk Engineering Company), Gran Bretaña (fabricándolo la firma Trojan Limited hasta en 1965) y hasta en Argentina, donde se montaron tres mil unidades con algunas modificaciones en la localidad de Don Torcuato; en este país también estuvo disponible con carrocerías de tipo pickup y descapotable.
Proseguimos con la "fiesta" de los cochecitos, en esta ocasión con un precioso ejemplar naranja del Kabine 153. Debo empezar hablando de la mala producción que tuve con este modelito ya que lucía demasiado el sol y las fotos no le hicieron justicia, por lo que ruego un pequeño ejercicio de fe por parte de mis lectores. De esa forma tendrán que creerme, si quieren, cuando les digo que es un modelo muy vistoso con un molde bastante digno al que seguramente resultó complicado de pintar dado su escaso tamaño (no obstante salieron mucho mejor otros modelos con las mismas dimensiones). Agradezco mucho el esfuerzo que pusieron en representar la curvatura de la lona del techo, su esfuerzo por representar el interior, la realización de la cupulita y hasta la vista del motorcito por debajo (casi no apreciable en las imágenes). También fueron muy buenos detalles las ruedecitas, las matrículas y algunos cromados. Ésta ha resultado ser una de las piezas que más me han gustado en lo que llevamos de colección y la puedo considerar como una de las imprescindibles hasta ahora.
Tan parecido, pero tan distinto al Isetta, uno con chasis, otro autoportante, el primero 4 ruedas (dos traseras casi juntas) el otro solo tres, cambios distintos, el Isetta con la columna de dirección que acompañaba la puerta, este otro, fija al piso , y así varias cosas mas. Todos los microcoches, tratando de encontrar un hueco de clientes, dentro de la escasez, fruto de la posguerra y la falta de recursos reinante.
ResponderEliminarMuy linda miniatura, se la ve proporcionada, buena dosis de insertos, agradables cromados, color adecuado, el detalle de la lona, mas que bienvenido, decoroso interior (mas aún considerando su origen kiosquero) dentro de lo poco que tenía el real (un reloj, palanca y gracias), etc. Quizás, o al menos en las fotos pareciera, un poco basta la pintura en algún sector, que le quita nitidez a las franquicias, aunque, considerando el tamaño del modelo, bastante bien se ve. Llama la atención que, con tanto detalle, hayan olvidado un toquecito de plateado en la manija de la puerta, detalle mas que subsanable con poco y nada.
Esta colección de microcoches se viene poniendo muuuuy interesante.
Un gran abrazo
Luis
Justamente en estos días he visto la presentación de nuevos modelos de la colección argentina en la tienda Salvat online, y entre ellos venía la versión de tu país. Sin ser mala se ven bastantes diferencias con éste de los Microcoches siendo el precio el mismo (si te digo la verdad el español es hasta más barato). Diferencias a favor del naranjita, después de todo dicen (que no sé si será cierto) que los de Altaya están pintados a mano (cómo harán con los otros?).
EliminarA mí me flipa de este Heinkel que hasta se preocuparon de pintar las juntas de los cristales. Y vaya el pulso que debieron tener. Verdadero trabajo de micos, siendo el grosor de esas juntas como el de un pelo humano. Y es que el modelo es una pulguita, casi debería traer una lupa consigo.
Viendo estas cosas no le puedo poner pegas, ya lo dices tú cuando afirmas que por el tamaño del modelo demasiado bien se ve.
Pronto seguiremos viendo más cosillas de la colección (nunca mejor dicho lo de "cosillas"). Mientras te mando un abrazo y te doy las gracias por ser de los pocos que comentan, de cientos que entran a ver.
El fantástico huevomóvil!
ResponderEliminarRecuerdo haber visto de estos cuando era niño, yo sería tan pequeño que la percepción que recuerdo es que era una cosa grandota, es decir que yo tendría quizás 4 años.
También los recuerdo arrastrándose en el tráfico, rodeados de una nuve de humo; si los motores eran de cuatro tiempos, quemaban aceite a lo loco. Pero son recuerdos, nada más.
Analizando las prestaciones, me pregunto qué sensaciones daría este pequeño bólido lanzado a 90 km/h, pensar que hay quienes se gastan fortunas para tener las mismas sensaciones a más de 300.
El modelo es una belleza, y se aprecia en las fotos (pintura, molde, cromados, tampos, insertos, proporciones, interior), puedes estar tranquilo.
Tengo el de Corgi, y te aseguro que la diferencia es abismal.
Lo único que me hace ruido son las ruedas, esas llantas, o esas tazas. Son raras.
No tengo manera de decir si son verdaderas o no, pero sí puedo decir que las veo raras.
El detalle ganador? el pedazo de transmisión (o motor) que se ve al costado derecho de la rueda trasera!
Debió de haber como una docena de huevosmóviles!!
EliminarYo jamás vi algo así por las calles, lo más que vi fueron los seiscientos de SEAT y algún Mini.
A 90 la verdad es que habría que tener vocación de Fernando Alonso montado en uno de estos chismes, yo creo que me sentiría más seguro yendo a 300 en un superdeportivo.
El modelo tiene una réplica en la serie argentina, el de ustedes lo vi y es de color rojo. Se notan las diferencias pero no se ve mal. Y para ustedes tendrá su valor añadido además.
Lo de la transmisión es algo que casi se escapó en las fotos, pero visto el modelo por abajo se ven muchas cosas. Otra genialidad del huevito Kinder!
Ah Heinkel! marca mítica germana de fabricación de aviones y hidroaviones, tras la II guerra mundial los aliados les prohibieron volver a hacer aviones y se dedicaron a motorizar al pueblo.
ResponderEliminarbonita mini(miniatura)!
Un saludo!
Al igual que a Messerschmitt... y otros por el estilo, tal y como dices. Vaya cambio, a hacer microcoches!
EliminarSaludos!
Pareciera que el volante es muy grande pero en verdad es que el huevito es el pequeño..
ResponderEliminarMe encanta las ventas triangulares como de cabina de avión caza y las cara blanca son un plus.
Super simpáticos auto y miniatura.
Saludos!!
Me daría pánico meterme con él en una ciudad congestionada... me dan un toque y salgo rodando!
EliminarValdría para un circo, como coche ideal de los payasos...
Saludos!