NAZAR Super 7 TM de IXO/Salvat

 

Pertenece a una colección de kiosko titulada "Camiones y Autobuses Españoles" de la ed. Salvat

Presentados a principios de los años 60, los camiones de medio tonelaje NAZAR (fabricados por Factorías Nápoles en Zaragoza, España) se encontraron en medio de un panorama en el que casi no tenían rival. El modelo Super 7, por las toneladas de carga útil, poseía cualidades interesantes como una caja de cambios muy bien escalonadas con diferencial Eaton y un amplio habitáculo. Sin embargo el modelo carecía de una buena potencia y además padeció los infortunios económicos de su fabricante, lo que hizo que no se llegasen a vender muchas unidades.

La historia del fundador de Nazar (el italiano Vincenzo Angelino Gervasio) resulta bastante interesante y movida, e incluso en algunos casos parecida a la de Eduardo Barreiros. Tras enamorarse de una aragonesa, Vincenzo se estableció en Zaragoza después de haber luchado en la guerra civil y acabó fundando los Talleres Nápoles, dedicados a la reparación de chapa y pintura. Con el tiempo terminaría creando sus propios carrozados y llegó a triunfar con su cabina modular "Única" adaptable a los chasis desnudos que entonces servían las pocas empresas de camiones que operaban en España.

Vincenzo había trabajado en los talleres de Alfa Romeo y tenía experiencia sobre todo en camiones y autobuses , por lo que volcó sus conocimientos en la fabricación de vehículos comerciales de todo tipo de tonelaje. A finales de los años 50 ya tenía listo su prototipo de camión, pero no podía desarrollar los motores y por eso debió recurrir sobre todo al mayor proveedor nacional de entonces, Perkins Hispania, dejando a Henschel para sus futuros modelos pesados.

Sus primeros modelos, a los que llamó NAZAR (por Nápoles y Zaragoza), fueron una serie de furgones de dos o cinco plazas y camionetas de tonelada y media. Posteriormente, presentó su primer camión de seis toneladas al que siguió en 1963 otro de siete al que llamó Super 7 destinado a competir contra los Pegaso Z-207 o el Ebro Serie B. Este vehículo contaba con una cabina un tanto barroca que equipaba una modesta cama y un cuadro de mandos muy simple, frenos neumáticos, caja de mandos de seis velocidades sin sincronizar con once efectivas y hasta un freno eléctrico de cuatro puntos.

Sin embargo su punto débil estribo en el acceso a la cabina autoportante, muy dificultoso ya que debía hacerse subiendo por el embellecedor de la llanta y, sobre todo, a la escasa potencia de 90 CVs ofrecida por el motor Perkins diesel de cinco litros y seis cilindros en línea. Factorías Nápoles dependía demasiado de sus proveedores y, al igual que le pasó a Barreiros, el Estado franquista no le facilitó nunca la tarea de comercializar grandes tiradas de camiones. Por ello la Caja de Ahorros de Zaragoza intervino la empresa y en 1966 acabó en manos de Barreiros, quien hizo desaparecer la marca NAZAR.

Los escasos conductores que pudieron llevar estos modelos de siete toneladas recordaban sobre todo los asientos sin suspensión y fijados directamente al suelo que destrozaban los riñones, la dirección sin asistencia o la mala situación de los pedales y el freno de mano. Sin embargo NAZAR también fabricó excelentes autobuses y uno de ellos llegaría a hacer historia, el famoso "Pájaro Azul", con su gran parabrisas panorámico y su sistema de climatización que fueron toda una novedad entonces en España.

Desconocía totalmente la marca del "león maño", pero gracias a la miniatura hoy he podido descubrir otro fabricante más que contribuyó a enriquecer el patrimonio industrial español. Lo cierto es que, a primera vista, el modelo me parece tan extraño y raro que hasta me parece bello sobre todo por ese esquema de pintura de la cabina (magnífica, por cierto, por dentro y fuera). Igualmente me parecen bastantes buenos los bajos de la caja y las llantas pero el montón de piedras transportado me parece demasiado "pegote", francamente hubiese preferido que viniese sin él. De todas formas este NAZAR va a aparecer (cuando ustedes lean esto ya estará en la calle) con una caja elevada para transporte de vino mucho más aparente y vistosa; sin duda es la versión que yo hubiese escogido.