Pertenece a una colección de kiosko titulada "Camiones y Autobuses Españoles" de la ed. Salvat
La gama de camiones pesados Super Hippo estaba compuesta por un vehículo rígido de 14 toneladas y una tractora con capacidad de hasta 32. Estos camiones estaban construidos por Leyland Motors Ltd. y contaban con versiones de cabina avanzada o con morro (que fue la que se exportó a España); lograron cierto éxito en los primeros años de la década de los sesenta ya que no tenían rivales en su segmento.
A comienzos de los años 60 Leyland era el mayor fabricante británico de camiones pesados y disponía de una completa gama adaptada a las necesidades del transporte europeo, incluyendo las versiones para exportación. La firma valoró instalarse en España pero determinaron que no había un mercado suficiente para camiones de gran tonelaje, sin embargo entablaron relación con ENASA e incluso llegaron a fabricar juntos un camión rígido de cuatro ejes basado en el modelo Octopus.
Sí llegaron a la conclusión de que sería interesante contar con ejemplares importados en versión de morro largo, pues en aquellos años éstos eran más valorados por su mejor acceso a la mecánica y por la sensación de seguridad acrecentada. Sin embargo, la cabina del Super Hippo (la misma que la del Beaver) era demasiado sencilla, poco equipada e incluso algo incómoda, debiendo en algunos casos incorporarse un alojamiento para litera si se quería hacer transporte con pernoctación.
La motorización de estos camiones corría a cargo de un par de bloques diesel con seis cilindros en línea y diez u once litros según fuese el modelo de 125 o 150 CVs. Estos rendimientos eran muy bajos, pero los argumentos de venta del Super Hippo se basaron en su fortaleza, fiabilidad y economía de compra, siendo elección habitual para las flotas de los transportistas nacionales que se iban aventurando en el mundo del comercio internacional. Una de esas empresas, por ejemplo, fue la agencia Ochoa, quien dispuso de un buen número de Super Hippos sobre todo en versión tractora.
No obstante la aventura española de Leyland fue tocando a su fin hacia 1965, cuando en España los fabricantes nacionales ofrecieron sus propuestas para el transporte pesado, como la gama Pegaso 1060 o el Barreiros Super Azor Gran Ruta. Los Super Hippo se habían quedado claramente anticuados y sus sucesores ya no resultaban interesantes para ser importados, sin embargo dejarían gran huella en una generación de conductores que aprendieron a conducirlos por las rutas de España y más allá.
Hoy os muestro un precioso conjunto de tractora 6X4 y remolque frigorífico lanzado por Salvat con una excelente calidad y muy buena fidelidad, acorde al modelo real. En el caso de este Leyland admiré todo el trabajo de la cabina incluyendo su interior (al que no pude mostrar muy bien) y el detallado del remolque, sin percibirse exceso de pintura ni casi "pinchitos". Igualmente me encantaron las ruedas, la tampografía y el detalle de las matrículas y señales de su época. Un vistoso modelo con mucho sabor "vintage" que ofrece bastante por lo poco que cuesta y sin apenas aspectos negativos.
Es una belleza, amo ese morro, tener mucho por delante, como si fuera un Lotus Seven con tres ejes! Y de verdad, se ve muy inglés, desde el color hasta la geometría de la calandra, las luces adicionales, el pirulo con número y triangulito sobre el techo, el paragolpes con rayitas, todo hermoso.
ResponderEliminarEl interior también me encantó, se ve que le pusieron mucha onda, igual que a los espejos laterales.
Lo único que me hace ruido es el acoplado con un sólo eje, uno ve un camión tan poderoso y el acoplado se ve livianito como hecho para llevar telgopor. Ya sé que el original era así, ya lo comprobé en la foto, pero igualmente, visualmente, me hace ruido.
Es que es lo que tenemos por un camión "de hombre", de los berracos, lo clásico... Por que sabemos que es inglés, pero si no lo supiésemos podríamos pensar que es yanki.
EliminarLo del eje simple es habitual todavía en Europa y se ven bastantes, sobre todo para los que llevan muebles. A mí ni fu ni fa, pero ten en cuenta también que este Leyland solo era apto para 32 toneladas y aún así iría como una pava, son muy poquitos caballos aún para la época.
De forma, parece de esos viejos camiones yanquis (como el de la película de Spielberg, la de la persecución), pero con una trompa de MG en grande (habría que ver, puestos al lado, las diferencias de tamaño que pudieran tener), morrudos, toscos, eran así.
ResponderEliminarLa miniatura, se ve muy bonita, bien completa, el interior, hasta el simil madera, un lujo, el trailer, muy prolijo (independientemente de la pérdida de espacio, interesante el frente redondeado, entiendo que por motivos aerodinámicos, incluso, en la parte de arriba, unas interesantes molduras), profusión de apliques en tractor y trailer, quizás, al estar muy expuestos, se ve mucho la unión de piezas en los tanques, interesante aplicación de gráficas, frente muy definido (las barras verticales son de un espesor mínimo), y las ruedas, por un lado las veo de una forma impecable, pero, aparentemente, al no estar pintadas, pueden ser un poco plasticosas, probablemente, en mano, ni se note.
Una excelente miniatura, delicadamente combinados el tractor y el trailer, muy buena pieza
Un gran abrazo
Luis
Tal cual Luis, es muy yanki y en la época les gustaba así, aunque el Hippo tenía variante de cabina avanzada también (y la he visto y no es tan bonita). El de la persecución ("Duel") existe en la colección de kiosko de camiones yankis y lo he tenido en las manos, ahora resulta que está buscadísimo y pagan mucho dinero por él. La verdad es que era espectacular, pero no me cuadraba y ahí se quedó.
EliminarLa pieza no me convencía mucho y la dejé pasar (me refiero ahora al Leyland), pero hubo una oferta en la tienda online de Salvat y no me pude resistir. Ya en mano vi lo que me estaba perdiendo, pero es que me echa un poco para atrás el espacio que consumen estos bichos.
Me alegro mucho que haya gustado, un abrazo y gracias!!
Una belleza donde las haya este Hyppo, me gusta pero para verlo, tenerlo no tanto pero las cosas como son, Salvat se merece un punto a favor con este bicho nuestro a más no poder ya que existió tal cual y es una empresa nacional
ResponderEliminarSaludos
A mí me gusta más el Beaver, que es como éste pero en rígido. Lo encuentro más vistoso y con más detalles, aparte de que ocupa menos. Pero juntos hacen una pareja muy bonita.
EliminarSaludos y gracias por escribir!