Pertenece a la colección "Autos Inolvidables Argentinos" de la editorial Salvat Argentina.
La versión abierta con carrocería tipo pickup del microcoche argentino Bambi se llamó Sporty y fue producida por la "Fábrica de Automotores Utilitarios SAIC y F" entre 1960 y 1963, totalizando unas 500 unidades. El modelo era en realidad un Fuldamobil S7 de 1959 y estaba fundamentalmente destinado al transporte urbano, estimándose su capacidad de carga en unos trescientos kilogramos.
El modelo estaba construido con la misma base del Bambi coupé y fueron presentados simultáneamente, siendo sus medidas muy similares. Su carrocería era de tipo monocasco realizado en material de resina poliéster reforzado con fibra de vidrio, colocado sobre un chasis de largueros de acero y poseía, de forma opcional, una capota de lona o plástico o bien un techo también de plástico.
La motorización empleada era la conocida Sachs LDR de dos tiempos con casi 200 cm3 y 10 CVs, con un solo cilindro y alimentación por carburador Bing. Este propulsor iba enfriado por aire y estaba colocado en la parte trasera bajo una tapa, transmitía la tracción a un par de ruedecitas gemelas en la parte posterior del vehículo y permitía alcanzar al Sporty la estimable velocidad de 90 Km/h.
Otras características del modelo incluyeron su caja de cambios de cuatro relaciones con mando inversor, embrague de corcho bañado en aceite, sistema de arranque Dynastart con dinamo incorporado, suspensión delantera independiente con amortiguadores y trasera por brazo oscilante con muelle y amortiguador hidráulico doble efecto. La dirección era de cremallera y los frenos, de tambor delante accionados por cable; también existía un freno de mano mecánico que actuaba sobre las ruedas traseras.
El Sporty no carecía de cierta comodidad gracias a su fácil acceso sin puertas al habitáculo, aunque solamente podía alojar a dos personas. Igualmente su conducción estaba facilitada por un panel de instrumentos que mostraba el velocímetro con cuentakilómetros de buena lectura, gracias a su volante de tres brazos. Y resultaba frugal en su consumo de combustible, de tan solo cuatro litros a los cien.
Agradezco mucho que en la colección argentina hayan aparecido bastantes versiones locales de microcoches europeos que me están sirviendo para completar una de mis subtemáticas; es el caso de la entrada de hoy con la versión abierta del curioso Fuldamobil alemán que ya vimos en su versión cerrada griega ("Attica 200"). Esta réplica está dotada de muy buena factura y presume de bastantes detalles a pesar de su diminuto tamaño; esto es demostrable en la buena reproducción del interior (con un volante ejemplar), las ruedecitas y todo el conjunto de la parte trasera. Solamente se puede repudiar un poquito el exceso de pintura (únicamente visible con el "macro") y los dichosos pinchitos; por lo demás resulta ser un modelo muy interesante y con visos de una rareza cada vez más acusada.
No es mi estilo, pero la verdad es que se ve como muy linda pieza, sobre todo al comparar con la foto del real (podemos cuestionar la pintura a dos tonos, pero no es un detalle importante).
ResponderEliminarMe encantó la patente color naranja, yo llegué a ver algunas de esas circulando, aunque creo que ya eran viejas en ese momento.
Finalmente, mi reconocimento a algunos detalles que en un modelo normal no moverían la aguja, pero tratándose de un microcoche, implican complicación de diseño, producción, armado y pintado, por ejemplo las luces traseras (una inserta y las otras dos pintadas) y la tapa del motor.
PD: Me quedé pensando si el volante de este bicho está en el interior o el exterior
La verdad es que ni me di cuenta de la carrocería bicolor del modelo real, pero ciertamente le siente muy bien y a la miniatura le hubiese quedado mejor,
EliminarLo que no me cuadra con el modelo real es hacer un cochecito para transporte con plataforma ovalada, desperdicia una gran cantidad de espacio (lo suyo era haber adaptado un superficie plana y rectangular). Tampoco me gustó la solución de las barandillas por que no parece que sean desmontables y es incómodo tener que sacar los objetos levantándolos, lo suyo hubiese sido unas puertecitas abatibles.
En fin, es lo que había.
Buscando fotos del real, vi otro Bambi que tenía la baranda más baja, casi la mitad. En ese caso, quizás se justificaba tener una baranda que proteja, pero no moleste.
EliminarLo de la plataforma ovalada, no tiene mucha explicación, quizás hubiera dificultad, considerando que era toda de fibra de vidrio, pero igualmente, no se justifica.
Tampoco me parece tener el acceso al motor bajo la carga, más allá de la incomodidad, el motor queda expuesto a recibir rebalse de la carga, por ejemplo, transportar una bolsa de cal, siempre están sucias o con alguna pérdida, y después todo eso va al motor.
Te dejo otra inquietud: la foto del modelo real del post, no tiene limpiaparabrisas (el Salvat sí), buscando en la web, encontré otro real que sí tiene escobillas, por lo que lo declaré empate y ni lo mencioné.
No se justifica mucho existiendo la posibilidad del motocarro o el tricarro en aquellos años, pero el Bambi parece más "presentable" dentro de lo que cabe, eso sí, siempre que no andes con él en día de lluvia (o tuvieses la capota disponible).
EliminarDespués de leer el post, me viene a la mente una reflexión, creo que se me llenaría cierta parte del cuerpo de preguntas de pensar en ir a 90km/h en este karting, con dos frenos a cable, debe ser una experiencia inolvidable.
ResponderEliminarLa miniatura resulta muy prolija, unos cuantos detalles que, si tomamos en consideración su tamaño y origen kiosquero, la dejan muy bien parada, buenas proporciones, ruedas de tamaño racional, color adecuado (se extraña bicolor, y ya se lo haré en algún momento al mío), apliques prolijos, volante y espejitos muy decentes, etc, Son tan chicas las luces traseras que, probablemente, termine peor el experimento de insertarlas (no todo chino se pone de buen humor al hacerlo) que dejarlas pintadas, un capricho? le faltaría una tampografía negra en las tomas de aire del motor, pero es hilar finito.
Un abrazo
Luis
Yo pienso igual, hay que tenerlos muy bien puestos para ir despendolado en este artefacto ya no a casi cien, si no a 70 u 80. Lo mismo reza para otros chismes semejantes, actualmente te aseguro que estarían limitados a la velocidad de un ciclomotor y con todas las medidas de seguridad, claro.
EliminarSi le metes mano avísame a ver si lo puedo ver, pero supongo que tendrás vista de águila o en su defecto la lupa de Sherlock Holmes por lo menos. Sería rizar el rizo, por que tal y como está yo lo veo muy aparente aunque siempre hay margen de mejora, claro.
Abrazos!!
de todos modos, creo que este bicho no llegaría a los 80, ni en caída libre
EliminarEn teoría creo que es posible, son 10 CV para muy poco peso...
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