Nissan Fairlady 280Z de EBBRO

Los modelos Datsun 280ZX, Nissan Fairlady Z y Fairlady 280Z tuvieron en común el sobrenombre de su chásis: S130. Las denominaciones dependían del mercado pero todos ellos estuvieron disponibles entre 1978 y 1983 y fueron ensamblados en la planta japonesa de Nissan Shatai.

La carrocería del 280Z fue diseñada atendiendo a criterios aerodinámicos con objeto de decrementar el consumo de combustible (en el contexto de la crisis del petróleo de los años 70). El nuevo diseño tenía un centro de gravedad muy bajo y una distribución de asientos 2+2, así como un reparto de pesos cercano al 50% por cada eje. Y además mejoró mucho la estabilidad a altas velocidades, uno de los hándicaps que tenía su antecesor el 240Z.

Aunque algunos lamentaron el "aburguesamiento" del modelo respecto al 240Z lo cierto es que el nuevo modelo se vendió muy bien no solamente en Japón (en donde era conocido como Fairlady Z) gracias a su mayor comodidad, refinamiento y a un renovado aspecto estético.

En cuanto a su planta motriz, consistió en un bloque de seis cilindros en línea y 2.8 litros alimentado mediante un sistema de inyección electrónica Bosch, rindiendo alrededor de 150 CVs. Era muy fácil hacerle algunos "arreglos" para aumentarle la potencia, pero para aquellos que buscaban más Nissan puso en el mercado el 280ZX, por fin con turbo. Este modelo obtuvo treinta caballos más de fuerza y además se le rediseñó el esquema de suspensiones, pues los clientes se quejaban de imprecisión a la hora de hacer giros rápidos con cambio de apoyos en ejes, aunque (como demostró la revista Car & Driver) el sistema de frenos era muy endeble y acusaban efecto "fading" con mucha rapidez.

En Estados Unidos fue muy reconocida su faceta deportiva, siendo pilotado por el actor Paul Newman y logrando victorias en los campeonatos SCCA e IMSA GTU y GTO.
























En lo que respecta al modelo de EBBRO destacaremos su impresionante molde, que refleja totalmente la agresividad del modelo real. Muy bueno también su pintado y los elementos externos de la miniatura, sin dejar atrás su interior (aunque poco vistoso debido a su tonalidad) y exhibiendo con orgullo una parte trasera insuperable. He de decir que fue mi primer modelo de EBBRO y me indujo a tomarme muy en serio esta marca, consiguiendo ser una de mis objetivos primordiales cuando busco (y puedo permitirme) miniaturas de alta calidad.