Pertenece a la colección de kiosko "Microcoches de Antaño" de la editorial Altaya España.
El AWS (por "Fábrica de automóviles Walter Schätzle") Shopper fue un microcoche alemán producido entre 1970 y 1974 en versión de tipo coupé de tres puertas. El nombre inglés "Shopper" (de "Shop", o tienda) hacía referencia a la idea de que serviría como una especie de carrito de la compra motorizado para dos personas, pero también como vehículo para ser conducido por los titulares de un permiso clase 4 alemán, es decir, para vehículos de hasta 250 cm3.
Presentado en el Salón de Hannover de 1970 por Walter Schätzle (un antiguo distribuidor de la firma Borgward), la producción del Shopper comenzó tres años después y finalizó en tan solo dos tras haberse vendido unas 1.400 unidades. El vehículo contaba con una subvención financiera del Fondo de Berlín y estaba construido en Rudow, un suburbio de la capital alemana; pesaba menos de 500 kgs, medía unos tres metros y alcanzaba una velocidad máxima de 75 Km/h.
El cochecito contaba con la plataforma y chasis del Goggomobil T250 así como con su motor a gasolina con 0,25 litros, bicilíndrico y de dos tiempos. Este propulsor enfriado por aire iba colocado de forma transversal en la parte trasera y producía casi 14 CVs de potencia, transmitidos a las ruedas traseras a través de una transmisión con mando manual de cuatro relaciones. La carrocería era autoportante y estaba compuesta por una estructura de tubos cuadrados de acero y casquillos de aluminio, todo ello cubierto por una carrocería de chapa recubierta de plástico.
La ventaja de ese tipo de construcción fue la no necesidad de emplear prensas de embutido ni cabina de pintura que hubiesen encarecido aún más los costes, ya que el montaje se podía realizar totalmente a mano usando martillo, taladradora y remachadora. Además estaba disponible únicamente la combinación naranja y negra como tono de pintura, pero nada de eso consiguió que el precio de venta fuese mayor que el de un VW Käfer y semejante al del Polski FIAT 126, muy popular entonces en los países del Este europeo.
Tampoco ayudó su aspecto inusual, la falta de seguridad activa y pasiva o una calidad de construcción muy mediocre, haciendo que ya en aquel entonces se viera como una solución de movilidad muy discutible e incluso anacrónica. Esas razones terminarían provocando que la producción se detuviese en julio de 1974 debido a la quiebra del fabricante, aunque éste había pensado en desarrollar otros productos a partir del Shopper como una plataforma industrial rodante o un camioncito de reparto.
Quincena tras quincena nos siguen sorprendiendo los editores de Altaya al presentarnos estos artefactos a menudo desconocidos y extraños como este Shopper, al que (en mi opinión) tan solo justificaría el acceso a una ayuda estatal con oscuros fines... Pero yo no voy a meterme en esos charcos y tan solo comentaré lo buena que me parece esta miniatura, algo semejante al VW Kubel aunque con carrocería cerrada. Comenzaría diciendo que acertaron al reflejar la estructura artesanal del modelo incluyendo los paneles pintados o los aletines de las ruedas, su espartano interior (que no hubo forma de fotografiar) y continuaría alabando toda la parte trasera, llena de buenos detalles. Sin embargo tengo que denostar los faros con sus habituales pinchitos y lo poco realistas que se ven los limpiaparabrisas y retrovisores: ésta es una de esas miniaturas que habría agradecido enormemente tener esas piezas en fotograbados.
Realmente curioso. Está muy bien poder acceder a estos coches tan poco comunes en escala 1/43. He visto los primeros modelos de la colección y lucen muy bien detallados. Noto una gran diferencia de calidad entre los coleccionables europeos y los que tuvimos en Argentina. Lindo autito para vidriera, pero seguramente no para viajar. Ja! Saludos!
ResponderEliminarHola Fran, supongo que ya no saben bien de cual temática sacar una colección... pero creo que con esta acertaron, si bien la gente se queja un poco de que son caros para lo que aparentan. Yo estoy conforme por que sé que se van a revalorizar, aunque no soy de vender nada.
EliminarLa diferencia que dices existe, pero creo que los últimos números de los coleccionables argentinos subieron la calidad y algunos de ellos merecen mucho la pena. Yo ya tengo bastantes y estoy satisfecho por que dan bastante para lo que cuestan.
Saludos!
Es que llegó tarde este bicho!
ResponderEliminarVeinte años antes, hubiera sido bien recibido, pero en los setenta, era impensable la producción artesanal con tan poco grado de mecanización, sobre todo por la imposibilidad de hacer grandes cantidades y mantener un precio competitivo.
El modelo es simpático, e imagino que el pequeño tamaño realza los detalles.
En cuanto a los limpiaparabrisas, aunque no usaran fotograbado (entiendo el rollo de los costos), quizás hubiera sido interesante probar el método antiguo: las escobillas denotadas con relieve sobre el transparente y resaltadas con una ligera tampografía.
Estoy seguro de que el tipo lo hizo para cobrar la ayuda, es algo que suele suceder mucho en Europa. Luego te declaras en quiebra y a vivir... no pueden tocar tu patrimonio personal.
EliminarNo está mal pensado lo que dices de los limpias, en algunos casos he visto esa solución y "da el pego". Es una pena tal cual salen en la colección por que se ve algo como muy basto...
Casi casi, que parece un cochecito de bricolage, . Desde ya que, para mi, un absoluto desconocido, y, coincidiendo con varias de las opiniones, totalmente anacrónico (por forma, método productivo, etc) y, seguramente, con alguna tragada de divisas de por medio.
ResponderEliminarEn cuanto a la mini miniatura, muy prolija y detallada, con muy pocos defectos. Obviamente, por mas chicos que se hagan los limpias, en ese tamaño de vehículo, difícil que no quede gordo.
Un abrazo
Luis
He visto cajas de herramientas con más diseño que este simulacro de Golf, pero la combinación de colores sí me gustó bastante. Desde luego no le veo mucha razón de ser en su premisa inicial, pero para otros usos lo vería factible siempre y cuando fuese eléctrico.
EliminarLa miniatura es muy curiosa y destaca bastante, lo de los limpias al final y en mano no es nada preocupante.
Abrazos!
Es que hay larga tradición de microcoches en Centroeuropa, pero nos tenemos que remontar a unas décadas antes y de mejor calidad, este parece haber sido diseñado por un crio o por Hommer Simpson, jeje. Perfecto ejemplo de la miniatura exótica que luce mejor en vitrina que el original.
ResponderEliminarsaludos!!
En general por toda Europa, pero en Alemania, Francia, Italia e Inglaterra brillaron con luz propia. De esos solamente quedan como destacables los franceses, especialmente con los eléctricos.
EliminarEl original si lo tuviese me iría directo al Mercadona de mi pueblo a vacilar al personal, me iba a quedar con todos jeje!
Saludos!