El Garaje Algabeño

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Pegaso 6100 S Van Hool "Mundial 82" de IXO/Salvat (c) 2024 Antonio Sivianes Gaviño

sábado, 30 de marzo de 2024

Volvo 262 C Bertone de Ed. Atlas

 


El Volvo 262 C (por coupé) fue un automóvil de dos puertas tipo sedán/coupé encuadrado en el segmento medio y alto. Producido entre 1976 y 1982 en Italia, algunos autores lo consideran como el sucesor del más popular modelo P 1800 ES; según otros su objetivo era la clase alta norteamericana que residía en las ciudades de las costas este y oeste. 

El diseño del 262 C corrió a cargo del ingeniero Jan Wilsgaard de Volvo aunque habitualmente se piensa que fue obra de Bertone; la firma italiana solo se encargó de la producción de los vehículos en Turín, aunque el primer prototipo, basado en el Volvo 164, fue realizado por Coggiola en Beinasco. Este especialista eliminó las puertas traseras y el techo, sustituyéndolo por otro más bajo con un parabrisas más corto; el prototipo existe en la actualidad y fue muy tenido en cuenta por Bertone.

El vehículo definitivo era amplio y se encontraba muy bien equipado, contando con muchos elementos de serie como el aire acondicionado, control de velocidad crucero, asientos de cuero calefaccionados, salpicadero de madera veteada, dirección asistida y elevalunas eléctricos. Se podía escoger entre una caja de cambios manual de cuatro velocidades con "overdrive" o una Borgward automática de tres, pero durante los dos primeros años el modelo salía obligatoriamente en color plateado con techo de vinilo.

La motorización inicial consistía en un motor PRV (por Peugeot, Volvo y Renault) a gasolina con inyección y seis cilindros. Su cubicaje era de 2.7 litros y tan solo ofrecía una potencia de 140 CVs, que aumentaron en ocho más en 1977. Pero para 1980 el motor ya disponía de 155 CVs gracias a un aumento de la cilindrada hasta casi tres litros, pudiendo así alcanzarse los 180 Km/h. siempre en lucha contra una aerodinámica y un peso nada favorables.

Durante la vida comercial del 262 C aparecieron diversas mejoras y cambios estéticos que incluyeron la tapa del maletero rebajada, nuevas luces traseras y parachoques, la aparición de una carta de colores ampliada al oro metalizado, marrón, negro y azul claro y la posibilidad de eliminar el techo de vinilo. Igualmente apareció una cortísima serie de descapotables denominada "Solaire", encargadas por Volvo a una empresa californiana; la marca sueca encargó cincuenta unidades de las que solamente se llegaron a construir cinco ya que Volvo no estaba muy convencida de la seguridad pasiva tras la transformación.

Actualmente el 262 C se considera una rareza ya que tan solo se produjeron 6.622 unidades, de las que un 75% se vendieron en EE.UU. No obstante esos vehículos no solían gozar de una buena protección contra el óxido y por ello no se encuentran habitualmente en buen estado, pero los que tienen poco kilometraje y son originales alcanzan los 15.000 euros fácilmente. También hay que tener en cuenta que si bien la mecánica no es complicada de restaurar las piezas de madera estaban hechas a medida para el modelo, y para los paneles de la carrocería hay que acudir obligatoriamente a Bertone.

















Lujoso "buque" para yankis adinerados con enorme consumo de combustible, el 262 C claramente priorizaba el confort de marcha sobre las prestaciones deportivas. Algo que seguramente apreció el cantante David Bowie, aunque el modelo está encuadrado (con el puesto 83) dentro de una lista de cien coches para olvidar... De todas formas lo nuestro es, principalmente, el tema de las miniaturas y por ello hoy me toca comentar, no en mucha profundidad, la propuesta de la editorial Atlas del coupé 262 C para una colección temática sobre coches de Volvo. Dicho modelo tiene pinta de ser de IXO y muestra unas agradables hechuras, pero no se "olvida" de meter los dichosos pinchitos de faros y los bastos limpiaparabrisas. Para el resto no encuentro mayores objeciones; me refiero a la buena calidad de la pintura, las luces insertadas y un algo más que correcto interior. Pero quizás lo mejor sea su relación calidad/precio, magnífica y muy conveniente. 
















4 comentarios:

  1. Imagino que los dueños de otros Volvos lo verían como el top of the line, el eslabón aspiracional de la familia, como los renoleros mirábamos al Renault 12 Alpine.
    El diseño mantiene la solidez de la familia Volvo, y por si quedara alguna duda, Bertone dibujó la ventana lateral bien cuadrada!
    En cualquier caso, el modelo transmite la solidez y las filigranas del original, esas llantas son increíbles, el interior se nota esmerado y los paragolpes también están muy bien resueltos.
    Hasta el color está bien elegido para resaltar todos y cada detalle!
    Una belleza.

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    1. Esto era una cosa que quería seguir la tradición de los anteriores coupés, pero era como pasar de una gacela a un rinoceronte. Ostentación yanki, pero clase la verdad es que tenía, aunque para gente de más de 60 años (sin menosprecios).

      Me alegro que te haya gustado el tanque!

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  2. Modelo raro para la marca sueca en esa época. Ellos tenían los ladrillos, duros como tanques, fiables como el que mas, indiscutiblemente seguros, sumamente confortables, y algunas virtudes mas, pero, tan estilizados como un adoquín, aerodinámicos como un paracaídas, insaciables de combustible, etc.
    De mas está decir, esta versión miraba a USA sin duda alguna, ese perfil de ventana daba la imagen de algún Lincoln u otro coetáneo de la tierra del tío Sam, eso si, serrucharon el copete del ladrillo para adosarle otro que, no solo no era estilizado, sino que, tampoco combinaba con la base. Eso si, no deja de ser una curiosa rareza (no nos olvidemos que Volvo tuvo, como coupé, la P1800, esto, obviamente, es una involución)
    Que decir de la miniatura, color mas que representativo y muy bien aplicado, exquisitas llantas, tanto en su moldeo (esos rayos son impresionantes) como con la inclusión de la tampo en el centro, destacable interior, molduras delicadas (anteriormente hemos visto unos cuantos cuyas molduras de pasaruedas eran gruesísimas, estas son ejemplares), pero (siempre hay un pero), como puede ser quien determinó las llantas tan delicadas le colocara esos postes como limpiaparabrisas, y, si bien prefiero sin pinchitos, no parecen ser los mas groseros. Irónicamente, en un auto apuntado a los yanquis, no le incorporaron esos feos pilotos laterales (estéticamente, por suerte).
    Una muy buena miniatura para incorporar, creo que mas por curiosa que por linda, pero, como en este caso, con muy buena factura.....y si es a buen precio, mejor aún.
    Un gran abrazo
    Luis

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    1. No es un coche que conociese desde hace mucho, pero investigando vi que tiene una fama horrible y solo por eso me llamó la atención. La miniatura la conocía de la colección de Volvo, está muy bien pero hereda algunas de las "cositas" habituales de los IXO quiosqueros, qué le vamos a hacer.

      También a mí me extrañó no ver los gálibos en un coche homologado para los yankis, pero por medidas o lo que sea parece que no era necesario que los llevase. Creo que exageraban demasiado con eso, pero afortunadamente dejaron eso atrás por lo que se ve, o los han integrado de otra forma equivalente.

      Como bien dices, la compré sobre todo por curiosa y desconocida, que son cualidades altamente apreciadas (por lo que veo) en nuestro caso.

      Abrazos!!




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