El Garaje Algabeño

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Renault Vivasport type YZ Cabriolet de NOREV (c) 2025 Antonio Sivianes Gaviño

lunes, 6 de enero de 2025

Abarth 595 SS de IXO/Altaya

 

Pertenece a la colección de kiosko "Microcoches de Antaño" de la editorial Altaya España.

Tras la aparición en 1957 del FIAT Nuova 500, el preparador italiano Abarth presentó en el mismo año y durante el Salón de Turín una versión potenciada que mantenía prácticamente su mismo aspecto. Posteriormente, en 1963 comercializó el 595 que se mantuvo en el mercado hasta 1971 en dos series: la primera con la carrocería del FIAT 500 D y la segunda (a partir de 1965) con la variante 500 F.

Abarth recibía los coches incompletos para incorporarles algunas piezas especiales, como el salpicadero con instrumentación específica (cuentarrevoluciones, velocímetro, indicador de temperatura del aceite y nivel de gasolina), un volante de tres radios, el carburador Solex con carcasa de aluminio (al igual que el cárter de aceite) y un sistema de admisión y gases de escape especiales. También se instalaron unos topes en el capó trasero para mantenerlo abierto con el fin de mejorar la refrigeración del motor.

En el caso de la versión 595 SS de 1964 el propulsor era un bicilíndrico de 594 cm3 con un rendimiento de 32 CVs, suficientes para alcanzar los 130 Km/h. El modelo llevaba un techo especial más rígido y podía llevar muchos elementos opcionales, como llantas de aleación o el volante Abarth de aluminio y cuero. Igualmente se comercializó el famoso kit "Assetto Corsa" en caja de madera conteniendo las piezas necesarias para transformar el 500 estándar en un 595 o 695.

Por lo demás, el 595 SS incluía una caja de cambios manual de cuatro relaciones, frenos de tambor, dirección por tornillo y suspensiones independientes de brazos tirados con amortiguadores telescópicos. Todos estos modelos de Abarth se podían adquirir en algunos concesionarios FIAT especializados al igual que los kits o las piezas para competir, algo que realizaron brillantemente en sus categorías.

















Hoy presento otro modelo desubicado en la clasificación de "microcoches" pero que presuntamente tiene encaje en el universo de Altaya sobre esos pequeños vehículos; sin entrar en políticas debo decir que la miniatura cumple sin más las expectativas y me sirve como complemento a los otros Abarth que tengo por aquí. Aunque el molde de este 595 no sea tan fino como los de Metro y no digamos Minichamps, no me desagrada en ese aspecto y tampoco en otros como en los detalles externos, las ruedas o el interior. Solamente me defraudaron las luces pintadas y un poco los limpiaparabrisas; en todo caso no se justifica pagar 15 euros si uno persigue este Abarth por que por menos dinero aún se pueden encontrar propuestas mejores buscando un poco.


















2 comentarios:

  1. Seguramente con más inocencia, he tenido un Fiat 500 de Solido, comprado allá por 2008, aunque ni sé dónde lo tengo, o si realmente lo tengo (en mi listado ni figura), pero las fotos no mienten.
    Del tuyo, me sorprende el baúl agarrado con una sola traba, la insignia en plano inclinado sobre la tapa del baúl y los limpiaparabrisas en pantógrafo (es verdad que se ven poderosos). Y el motor abierto, que para mí, es el detalle que define.
    El tuyo está mejor que el mío, 17 años marcaron toda una diferencia en el modo de hacer diecast.

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  2. En algún momento, en YT, ví un video de un 600 picado por el escorpión, en su versión mas extrema, pequeña bestia que llegaba a superar los 200 km/h (desde ya, en ese caso, con suspensiones nuevas y demás artilugios), y, quien hizo el contacto, mencionaba la valentía que hacía falta para las altas velocidades en dicho aparato (dicho groseramente, a cierta velocidad, y bastante antes de los 200, a los que el susodicho no llegó, se le llenaba el culo de preguntas). Estimo que en este minúsculo bólido, que, si bien excede el límite de microcoche, lo hace, a mi entender, por poco margen, llegar a 130, con suspensiones similares a las originales, solo con reglajes mas deportivos, sería para individuos bastante desaprensivos de su seguridad (consideremos que los primeros, a gatas que llegaban a 80 de fábrica). Por lo demás, toda una proeza de preparación.
    Si se tratara de una miniatura "suelta", creo que la crítica sería mas bondadosa, pero, considerando las bellezas que aparecieron en la colección, se puede considerar un cierto gusto a poco. El molde, creo, está en un aprobado sin florituras, razonablemente proporcionado, aunque me hace un poco de ruido la notoriedad del bajo relieve en el que calza el adorno del frente (en otros casos los vi mejor resueltos), los pilotos delanteros pintados, no son para agradecer, pero no se ven graves, por contrario, los traseros, parecieran sobredimensionados y poco felices, aunque, tanto el aplique porta patente, que parece muy bien hecho, como la tampografía de la identificación, le salvan la trasera. Está en mi ignorancia el detalle si don Carlo invirtió el punto bisagra del capó (se que los primeros pivotaban por debajo), pero, tal cual comenta el Gaucho, esa abertura de la tapa era un signo de identidad en los 500/600 Abarth. Si bien un poco fornidos, los limpia (son difíciles en vehículos mas grandes, en los chiquitos, salvo fotograbado, tienden a parecer de gimnasio) son una declaración de intenciones con su varilla horizontal.
    A mi gusto, una gráfica lateral típica del preparador, podría haber redondeado un detalle interesante, aunque, es justo decirlo, siendo tan artesanales, no se si hay dos iguales (ni de fábrica ni de kit).
    Te mando un gran abrazo
    Luis

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