FIAT Nuova 500 D de NOREV

En octubre de 1960 se presentó una nueva versión de la pequeña berlina urbana FIAT 500, significando la desaparición de los anteriores modelos (incluyendo al Sport) y unificando toda la gama. La nueva variante incorporó el motor del Sport que rendía 21 CVs y se hizo más refinado; además también reflejó una mayor preocupación por el medio ambiente gracias a su nuevo carburador.

El 500 D, un modelo homologado para cuatro personas, gano además en calidad interior gracias a los nuevos tapizados, asientos abatibles para crear una mayor superficie de carga, bordes acolchados en la parte inferior de los asientos para amortiguar posibles golpes en las rodillas y hasta algunos detalles dignos de coches de categoría superior como la intensidad ajustable de la luz del cuadro o la luz de cortesía para el conductor. También se reubicó el tanque de combustible y se mejoró el diseño de la caja del filtro de aire (ahora se abría mediante un par de tuercas de presión en vez de los tres tornillos anteriores).

El modelo fue incorporando mucho elementos modernos y también contó con un "aftermarket" (piezas fabricadas por terceros) muy abundante que permitía personalizar al vehículo. En particular, tuvieron mucho éxito el aro de volante cromado para accionar el claxon, los neumáticos con la banda blanca, el parasol con espejo incorporado para el acompañante o la funda de vinilo para el volante. Todas estas opciones junto con la agradable y compacta linea del FIAT Nuova 500 hicieron ganarse ampliamente el favor del público italiano y decretaron su éxito, que continuó posteriormente con la serie F de 1965 y las sucesivas. Juntos contribuirían a conseguir una cifra cercana a las 4.250.000 unidades cuando el modelo desapareció en 1975, incluyendo las versiones realizadas por Steyr, Autobianchi (Giardiniera), Neckar o la neozelandesa VW.



















Hay mucho y muy variado material para elegir si queremos hacernos con una miniatura del 500 en cualquiera de sus versiones incluyendo el "refrito" actual; sin duda es uno de los modelos más replicados a cualquier escala en el mundo del modelismo estático. Y sin embargo, yo hasta ahora carecía de un modelo estándar (el Abarth es otra cosa). Traté de poner remedio a esto consiguiendo una versión procedente de una colección francesa editada por Atlas llamada "Los coches de mi padre", un molde procedente de NOREV con varios años encima al cual se le realizó el viejo truco de añadir detallado. Y realmente no ha salido tan mal parado: el interior cuenta con unos bonitos asientos, las ruedas agradan y el trabajo de pintura es suficiente. Sin embargo, "el lobo asoma la patita" y se evidencia en la escasa presencia de luces como partes insertadas o la sobreabundancia de pintura base. No obstante, es suficiente y por su escaso precio no merece la pena que nos fijemos en las pobres representaciones de Mondo Motors, por ejemplo.