Pertenece a la colección "Autos Inolvidables Argentinos" de la editorial Salvat Argentina.
En 1967 fue presentado en Argentina un pequeño coupé con base mecánica Renault Gordini y carrocería con líneas muy afiladas denominado como "Andino". Su creador, Luis Varela, no obtuvo inicialmente el éxito esperado pero a partir de 1974, con la aparición de kits oficiales de montaje, se lograron ensamblar algo más de cien unidades hasta que en 1980 la apertura del mercado y una rebaja de aranceles sentenciaron al modelo.
La intención de Varela era crear un deportivo con espíritu italiano de Gran Turismo y, según la opinión de Juan Manuel Fangio, lo habría logrado. A mediados de los 60 Luis ya trabajaba en un chasis de su propia factura con elementos nacionales tomados, sobre todo, del Renault Gordini 850 mejorado que permitía alcanzar los 160 Km/h. El "Andino" (llamado así por sugerencia de su esposa) mostraba una línea con perfil muy bajo, trasera "fastback" y ventanas laterales panorámicas que llegaban a morder el techo. La idea gustó en IKA/Renault y proporcionaron la homologación y su garantía oficial.
La carrocería, inspirada en el prototipo Canguro de Bertone para Alfa Romeo, era cerrada para dos plazas e inicialmente de aluminio y luego de fibra de vidrio. Iba insertada en una estructura a base de travesaños de acero y cuadernas transversales con la particularidad de alojar el motor y la caja de cambios en unos soportes que podían ser desmontados fácilmente, una característica habitual en los vehículos de competición.
Mecánicamente, el Andino utilizaba un motor Renault de cuatro cilindros con 850 cm3 hasta 1971, pero posteriormente empleó un 1.2 con 50 CVs de potencia. Se encontraba instalado en posición casi central por delante del eje trasero y su potencia estaba gestionada por una caja de cambios manual de cuatro velocidades sincronizadas, la suspensión delantera era independiente a base de trapecios y la trasera por semiejes con muelles y amortiguadores. Los frenos eran de disco y las llantas de aluminio.
En cuanto al interior se lograba un ambiente "racing" gracias a su tablero central con multitud de relojes y a los asientos, tapizados en un material similar al cuero. Todo el vehículo pesaba algo menos de 700 kilogramos, por lo que (ayudado por una aerodinámica muy favorable) era posible alcanzar los 180 Km/h. con el motor más potente. Sin embargo, su producción artesanal hacía que el precio fuese demasiado alto y por ello en los tres primeros años solamente fabricaron doce unidades. Tras el cambio de modelo de producción a kits de montaje se estima que quedan actualmente en buenas condiciones unos cien ejemplares, algunos de ellos en Japón y España.
Hoy presentamos un curioso e interesante modelo de coupé argentino desconocido por mí (y supongo que para muchos) bien replicado por PCT para la extensa serie de Salvat sobre vehículos que en un momento u otro tuvieron presencia o fabricación en Argentina. Este Andino GT sale bien parado en general y resulta ser una miniatura llamativa y bonita, pero con un pobre interior y unos horribles faros. A pesar de ello cuenta con tantos atributos como para que resulte interesante comprarlo, como el buen detallado de la carrocería, una pintura muy aceptable y las llantas, bien resueltas. Igualmente me gustaron las luces traseras, pero hay algunos elementos pintados que no lucen como deberían. En todo caso es muy recomendable y con el tiempo podría llegar a ser una rareza.
Describir la capacidad y tenacidad de Luis María Varela, llevaría un rato largo, y, de su creatividad, salieron, entre otros, el Andino (entiendo que haciendo referencia a la cordillera de los Andes) retratado en este posteo, y el Berlineta, una modificación sobre plataforma del Fiat 600. Además, por las comunicaciones que tuve, internet mediante, con el, y en entrevistas que se pueden ver en YT, se percibe como alguien muy centrado y humilde, de muy buen trato.
ResponderEliminarEn este caso, la versión presentada es la primera, con tapa de motor siguiendo la línea de la carrocería, por lo que le escuché narrar, a cierta velocidad, esa tapa tendía a arrancarse, por lo que, en sucesivas unidades, se optó por una tapa tipo Ferrari Dino.
La calidad del autito era muy buena, mas considerando el modesto origen en el Renault Dauphine/Gordini, logrando muy buenas prestaciones con respecto a su pariente de serie. Quizás me estoy metiendo en camisa de 11 varas, pero encuentro ciertas analogías con el Artés Campeador, desarrollo hispano con ciertas coincidencias (lamentablemente de un solo ejemplar, afortunadamente, rescatado y restaurado en forma excelente) a mi modesto entender.
Como mas de una vez hemos mencionado, las inéditas miniaturas de desarrollos locales, tienen, para quienes tenemos algún vicio con los motores, un atractivo mayor, ya que, a diferencia de productos mas universales, ese gustito autóctono que realza su sabor.
La miniatura es bastante representativa, de muy buenas proporciones, color adecuado, luces traseras (prestadas de los primeros Torino) prolijas, muy lindas llantas, pero, con las delanteras mejorables, tendrían que tener un poco mas brillante el lateral de las mismas, y, el pinchito, en ese tamaño, es muy notorio (lo del interior, nada que otros kiosqueros mejoren mucho que digamos). Son de esos modelitos para tener en tres o cuatro colores distintos
Te mando un gran abrazo.
Luis
Ah, mira, te pusiste en contacto con él! Qué curioso! Se ve una persona accesible, y según lo vi en viejas fotos de los 60 casi parece un "Beatle" argentino!
EliminarY desde luego talento no le falta, ni se puede imaginar uno cómo, partiendo de la base de un Dauphine/Gordini llegó a crear un coupé tan bonito.
Lo del nombre por lo visto fue por que su mujer le dijo que si los franceses tenían a Alpine los argentinos debían tener Andino, yo creo que estuvo muy bien visto.
Echo de menos esa gente talentosa que iba por libre y te sacaba algo como este Andino, hoy en día es imposible al menos en Europa, demasiadas regulaciones y homologaciones que requieren mucho capital para desarrollar un vehículo en plan artesano.
En cuanto a la miniatura, pide a gritos un detallado en lo que se ve del motor y un arreglo en los faros, es una pena que se vean así. Por lo que sé del color amarillo es que fue el usado para pintar el coche de presentación, algo que me cuadra con lo que refieres del "capó" (?)
Abrazos y buen finde!
Yo también terminé hablando con Varela en alguna oportunidad, es un tipo genial y pese a los años tiene un espíritu joven, siempre pronto a apoyarte, animarte y apadrinarte en cualquier proyecto que se te ocurra mencionarle.
ResponderEliminarEl auto es una belleza y es una muestra cabal de lo mucho que se puede hacer con tan poco.
El modelo está muy lindo, más que criticarle los faroles, yo reniego del interior monocromático, el Andino se merecía al menos un volante con aro de madera.
Vaya, buena gente el hombre! También a mí me hubiese gustado conocerle, seguramente tenga cientos de anécdotas para contar.
EliminarMe encanta la linea pero quedé un poquito desencantado al saber que era muy parecido al prototipo de Alfa, pero se me pasó al recordar lo complejo que es adaptar algo así partiendo de cero a una base tan diferente. Poca gente sale viva de eso.
Lástima lo del interior, y más después de ver lo chulo que era el del modelo real.
Me parece que rareza ya lo es, auto y miniatura; no le conocía antes de tu post.
ResponderEliminarEs encantador, auto y miniatura, con aires a la bota italiana. Y al tener mecánica fiable y conocida no debió tener tanto problema mas que su precio final por lo que comentas.
El color supongo o quiero pensar que era metalizado en el auto real?
Saludos!!
Yo lo había visto en algún post de blogs argentinos, me parece que lo tenía Diego. Surgió la oportunidad y no dudé en "ficharlo", la verdad es que está muy chulo!
EliminarEl color fue el de la presentación y no es metalizado, por lo que he podido ver. En la miniatura tampoco.
Saludos!!