El Belcar fue un automóvil brasileño tipo sedán fabricado por VEMAG con licencia de la firma alemana DKW. Construido entre 1958 y 1967 en un número de 51.000 unidades, el Belcar derivaba del DKW F94 y fue muy bien recibido por sus cualidades de robustez, capacidad (podían entrar seis personas) y un buen confort de marcha gracias a su excelente estabilidad.
Inicialmente conocido como "Grande DKW VEMAG", el modelo brasileño recibió el nombre de "Belcar" (por la abreviatura de "BEautifuL Car") en 1961 tras su lanzamiento cuatro años antes junto con la camioneta ("Perdua"). Inicialmente llevaron casi la mitad de sus componentes nacionales, pero al final de la producción ambos vehículos llegaron prácticamente al 100% de piezas brasileñas.
El Belcar llevaba inicialmente un motor tricilíndrico de dos tiempos refrigerado por agua con una cilindrada de 900 cm3, rindiendo una potencia de 50 CVs. Este motor llevó posteriormente lubricación automática mediante el sistema Lubrimat y carburador Brosol, pero a partir de 1959 el bloque se cambió por otro de un litro con 60 CVs como el que llevó el Fissore.
Otras características incluían el chásis construido mediante largueros con perfil rectangular, suspensión delantera mediante cintas de polietileno y brazos de suspensión triangular siendo la trasera mediante eje flotante Auto Union, frenos de tambor y sistema eléctrico de seis voltios (doce a partir de 1966). La caja de cambios era manual de cuatro marchas sincronizadas con embrague semiautomático "Saxomat" opcional; el depósito de combustible era de 45 litros y el peso del vehículo en vacío era de 940 kgs.
La última serie del modelo (Belcar S) ya contaba con puertas que se abrían en el sentido de la marcha, ruedas con doce orificios de ventilación para los frenos y un rediseño externo que consistía en la aparición de un frontal con cuatro faros integrados en la parrilla. Esta serie final apareció en septiembre de 1967 y tan solo duró hasta diciembre de ese mismo año; tan solo se tiene constancia de una serie especial llamada "Rio" aparecida en 1965 para conmemorar los 400 años de la fundación de Rio de Janeiro.
Este coche es todo un clásico en medio mundo por lo que tengo visto, ya que fue bastante usual encontrarlo en varios países sudamericanos aparte de Alemania y su entorno más próximo. Pero en la colección me faltaba algún representante, a pesar de que son modelos muy fáciles de encontrar a 1:43 por haber aparecido en varias colecciones de kiosko (en el caso del mío fue parte de una serie brasileña de hace tiempo). En fin, lo que tenemos es una miniatura de gama más bien baja fabricada por el sello PCT (habitual para coleccionables de países del Este europeo y América) sin la finura alcanzada por otras series como la argentina, no obstante no puedo decir muchas cosas malas de este Belcar y prácticamente lo mismo que dije en su día del Fissore vale también hoy. Volvemos a contar con un interior muy elemental, un molde correcto salvo quizás los pasos de rueda y una pintura bien aplicada. Detalles externos no hay apenas y los que hay no son destacables (incluso las luces traseras son malas), pero no puedo pedir más por los 8 euros que me costó. Y qué diablos, el modelo es bonito!
Curiosos los Deka, como se los mencionaba, habitualmente, un coche distinguible desde lejos, tanto por su forma (además derivaba del F91, que, si bien era distinto, visualmente se veía similar), como por su particular ruido (frecuentemente llamado tira pedos) como por su característico humo azulado (principalmente, los que no tenían mezcla automática, al tener que hacerlo a ojo, se le ponía aceite 2t de más, por si acaso, incluso, hay un club de propietarios que se llama, algo así como, club humo azul). En Argentina, mientras se fabricó (sedán 1000S, Universal que era la variante familiar y Fissore), se mantuvo con la imagen del original alemán, creo que nunca tuvo el sistema de mezcla automática, pero rindió buenos resultados a sus usuarios, incorporándose exitosamente, a diferentes categorías deportivas. Como bien mencionás, en Brasil tuvo el frente reformado, el cambio de apertura de las puertas delanteras, y las traseras pasaron de recorrer el borde del guardabarros a partirlo al medio al abrirse, interesante intento mas allá de gustos. También entrarom algunos sedanes dos puertas, pero muy poco vistos. La miniatura, al menos por fotos, se ve en un término medio, ni de los mas logrados no de los mas flojos, cumplidor y a muy buen precio. Un gran saludo. Luis
ResponderEliminarÉste es un ilustre desconocido por esta península... Me gustó bastante investigar sobre este modelo en su variante brasileña, nunca se termina de aprender en este mundillo de la automoción.
EliminarYa conocía el hecho de que este Auto Union fue comercializado en Argentina, pero no sé si era exactamente el mismo modelo que el brasileño o bien uno montado en Argentina procedente de Alemania.
El caso es que el frontal de la última versión me gusta mucho más que el de la primera, le quita un poquito el aspecto "payasesco".
En cuanto a la miniatura es del montón, la verdad, pero se vino junto con otras compradas casi "al peso".
Saludos y espero que todo vaya bien por el otro lado del charquito, Luis!
Casi diría que su mejor perspectiva es visto desde atrás, y quizás también si nos asomamos al interior. En el resto me recuerda a aquellas miniaturas de Solido de antaño: buen molde, pero poco más, y con lo justo para cumplir el expediente. Es en estos casos (excepcionales) que ocho euros me parecen demasiado. Si costase la mitad entonces diría que por ese precio es resultón.
ResponderEliminarPero aún así, tiene dos detalles que me parecen muy buenos: los larguísimos cromados que flanquean los laterales de la carrocería y bajos, y las letras a popa y a proa dando nombre a este coche.
Aquí no se pudo disfrutar de este coche, que hubiera venido muy bien para los tiempos que corrían, ya sabemos que el INI no quería competencia a sus productos (furgonetas sí, pero coches no)...
Saludos.
Nah, estuve contento cuando compré esos pocos brasileños por lo poco que gasté, y en la vitrina adornan mucho. No son malejos. Pero me alegro que para la colección argentina le pusiesen más leña al fuego, pues de ahí sacamos cosas que nos vienen de lujo para rememorar europeos (inéditos además en muchas ocasiones).
EliminarYo también me pregunto por qué no lo fabricaron bajo licencia, pero ya se sabe lo del INI y Franco. De todas formas algún que otro fabricante hizo cositas (Biscúter, por ejemplo) y estableció los principios de alguna industria. Cacería en el Pardo mediante, claro.
Saludos!
Es feo pero eso no es culpa de PCT.
ResponderEliminarPor el contrario, el modelo me parece muy bien resuelto, aunque -hay que decirlo- en clave económica.
De proporciones lo veo más que adecuado.
Cromados pintados en aluminio que contrastan con los cromados insertos que están cromados de verdad.
Las ruedas son correctas, aunque se entusiasmaron con el cromo. Las luces traseras no están mal, pero se pierden en el rojo de la carrocería, y el interior se ve monocromático, aunque con un par de pinceladas se lo puede volver a la vida.
Si yo fuera brasilero y tuviera algún lazo de cariño este Belcar, no hubiera dudado en incorporarlo a mis filas.
Si, estoy de acuerdo contigo, es buen ejemplo de miniatura básica y económica. Supongo que los brasileños estarían más o menos contentos con el resultado de la colección; en particular he visto algunos Chevrolets que "dan el pego", como decimos aquí.
EliminarEn fin, curiosidades de vuestro vecino...
No se si tan contentos... Creo que reclamaban el Belcar Sprint.
EliminarYa, por eso dije "más o menos" contentos...
EliminarNo hay una sola colección que yo conozca que haya dejado contentos a todos. Grandes porcentajes, sí...
Ignoro los motivos del rediseño a doble faro, en principio resulta muy discutible, como si el propio diseño del auto los rechazara...
ResponderEliminarParece un automovil con anteojos.
Eso sí, la miniatura a la orden del día, no creo que valga por popular pero sí por rareza.
Lo raro es hacer un restyling para solo cuatro meses. Lo mismo les sobraban esas rejillas, quien sabe...
EliminarPero a mí me gusta más que con el aspecto anterior. El modelo real de la foto se ve muy elegante...
Los brasileños siempre fueron adeptos a este tipo de injertos, ese frontal esta totalmente divorciado del resto del auto, me resulta espantoso.
ResponderEliminarNo recordaba que había salido ese modelo, en su momento allá por el 2014-15 cuando salió esa colección me pude hacer de varios modelos que eran comunes con los nuestros, entre ellos el DKW Vemag pero en la versión anterior original, que en su momento era una pieza rara de encontrar en otras marcas, teníamos solo los Schuco pero de dos puertas, así que fue bienvenida. Lo mismo con la rural.
Nadie imaginó que un lustro después tendríamos nuestra propia colección y réplica, idéntica a la fabricada localmente en la provincia de Santa Fe (no era importada, ni ensamblada aquí), así que hoy conviven ambas en la vitrina.
Algo común del coleccionable brasilero es el abuso de cromados, sobre todo en las ruedas, en muchos se pudo solucionar pintando de gris aluminio y con esto levantaron bastante en aspecto exterior.
Abrazos!
A mí me pasa que no tengo visualizado al modelo como algo familiar, así que veo el restyling y no me parece nada malo. Sigo pensando que ese modelo en color azul queda bonito.
EliminarCoincido contigo en lo de los cromados, pero eso también sucedió en la serie mexicana. Ya lo he visto en algún otro modelo. Es buena idea lo de la pintura gris... Pero afortunadamente salió luego la réplica argentina, aunque no la he visto que yo recuerde seguro que no le costará mejorar a ésta brasileña.
Abrazos!
La industria brasileña es mi asignatura pendiente, creo que hasta hubo cupes interesantes, el VW Puma, no? pero aparte de eso y por supuesto los fiitpaldi y Senna no conozco nada del pais, asi que gracias por traernos al blog y descubrirnos este clasico brasileño.
ResponderEliminarSaludos!
El Puma para mí es de los coches autóctonos más bonitos de Sudamérica.
EliminarYo tampoco conozco gran cosa, aparte de la existencia de modelos propios derivados de marcas europeas, también crearon modelos modernos originales como el Gol o el Ford Ecosport.
Saludos!
No te preocupes por la calidad de la miniatura. Vale la pena incorporar el gafotas a la colección. Yo ni sabía que existía. Los brasileños: siempre inquietos y dispuestos a dejar su marca. Iniciativa no les falta.
ResponderEliminarParece que los DKW son muy apreciados en Argentina y Brasil, como ya hemos comentado una vez. Hace unos cuantos años, en un Classic Auto (o feria similar) en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid, mi hijo y yo paramos ante uno de estos coches. Al comentar el gusto de los sudamericanos por la marca, se acercó el propietario, que estaba junto al auto, y nos dio detalles de la restauración del modelo y la ayuda inestimable que tuvieron de un club argentino, al que recurrieron en busca de apoyo e información. El respeto con el que habló del “Señor Presidente” de dicho club quedó patente. Tanto como la breve lección que nos dio sobre los motores de dos tiempos.
Saludos y a por todas, que a ti tampoco te falta iniciativa.
Sí Bernardo, parece que hubo una conexión entre vehículos alemanes de la posguerra entre Europa y Sudamérica, en parte me imagino que impulsada por la gran colonia alemana residente en Argentina, Brasil o Paraguay. Por ello no me extraña el gran conocimiento que se aprecia sobre estos coches (y microcoches) por parte del aficionado sudamericano, muchos siguen manteniendo como el primer día esos vehículos tan curiosos para nosotros en España.
EliminarSaludos y, como siempre, gracias por tu comentario!