Renault 18 GTX II de PCT/Salvat

 

Pertenece a la colección "Autos Inolvidables Argentinos" de la editorial Salvat Argentina.

El Renault 18 argentino se mantuvo en producción entre los años 1981 y 1993, cuando ya no se fabricaba en Europa desde hacía varios años. En el país austral el R18 llegó a tener una brillante carrera deportiva y comercial, llegando a vencer en el Nacional de Turismos. Al igual que su pariente el Fuego, se adaptaron bien a las tierras argentinas y todavía es posible verlos circulando.

La razón de ser del Renault 18 en Argentina fue presentar el sustituto del Torino como modelo de gama superior, por ello desde el principio llevó un bloque de dos litros y 99 CVs de potencia en vez del 1.6 europeo como tope de gama. El nivel de acabado disponible era el TX con caja de cambios manual de cuatro velocidades, elevalunas eléctricos, cierre centralizado, aire acondicionado y dirección asistida opcional. Y ya en 1982 se lanzó una versión mejorada levemente en potencia con caja de cinco relaciones acompañada por las versiones break y un nivel de acabado básico llamado GTL, con motor 1.4 de 77 CVs de entrada.

En abril de 1984 se había presentado en Europa un restyling lo suficientemente profundo como para que a la nueva versión se la denominase como "Type II". En este modelo se rediseñó la parrilla y todas las versiones sedán recibieron un pequeño "spoiler" trasero en la puerta del maletero, en el interior se colocó el salpicadero del coupé Fuego y se introdujo la versión GTX con motor de dos litros, pero para la versión argentina (y a partir de 1a gama del año 93) el bloque fue de 2.2 litros.

Pero no fue hasta mediados de 1985 cuando se incorporó dicho restyling en Argentina, siendo complementado en 1987 (una vez ya desaparecido el 18 en Europa en favor del Renault 21) con algunos elementos como un sencillo ordenador de a bordo o los elevalunas eléctricos traseros. Ya con la llegada del 21 se debió reducir la categoría de la gama 18 reduciendo equipamiento, aunque en el apartado estético se intentó dar un aire de modernidad durante todo el tiempo comercial de vida que le quedaba al modelo (finales de 1993).

Nuevamente tenemos la historia repetida de un nuevo molde que llega procedente de la serie de Salvat para Argentina sobre un vehículo europeo que nos solía faltar a los coleccionistas a 1:43, en este caso el añorado Renault 18 vestido de gala (si bien existe una bonita edición especial en verde dentro de la misma colección). Si queremos darle la oportunidad tendremos que obviar un poco la falta de calidad general percibida en la aplicación de la pintura, el mal detallado de las llantas, esos cristales horribles, la pésima colocación de algunos elementos (como la matrícula trasera o las ópticas) y lo pasable de su interior. De todas formas y en la vitrina los defectos pasan muy desapercibidos y se impone la bonita estampa del modelo; parece que lo bueno finalmente superó a lo malo y junto con un precio excelente las virtudes acabaron por convencer al aficionado que había desistido de conseguir el famoso y caro Altaya español de color marrón metalizado.