Barreiros TA 260 Puma Volquete de IXO/Salvat

 

Pertenece a una colección de kiosko titulada "Camiones y Autobuses Españoles" de la ed. Salvat

Procedente del desarrollo de camiones militares Barreiros en los años 50, el Puma aprovechó la cualidades todo terreno de su estirpe y fue dedicado sobre todo al duro trabajo en obras públicas, canteras y minería aunque llegó a existir también en versión de transporte blindado. La adaptación del modelo contó con la conocida cabina "Relaxe" de Berliet, fabricante francés con el que la empresa española mantenía una estrecha colaboración.

Tras ganar Eduardo Barreiros un concurso internacional en Portugal para el suministro de camiones todoterreno, el gallego se tuvo que plantear la construcción de una gran estructura industrial para fabricar los camiones y la mayoría de sus elementos mecánicos. Rodeado de marcas como David Brown o Berliet, Barreiros escogió de esta última su tecnología de construcción de cabinas (algo más económico que desarrollar unas nuevas partiendo de cero) encargando su producción al especialista catalán Carrocerías Costa, quien las presentó en versiones corta y larga.

Dicha colaboración aportó algunos elementos propios como los faros delanteros encastrados en el paragolpes hasta 1962, cuando Barreiros cesó con la colaboración y pasó a trabajar directamente con Berliet al ensamblar las cabinas en la nueva factoría de Villaverde. La segunda versión de esta cabina también tuvo algún que otro elemento propio como la parrilla más estrecha con los faros colocados en ambos lados, en vez de llevarlos situados en el parachoques.

Como era natural estas cabinas se montaron también en el camión medio Puma, aparecido en 1959. Este modelo de dos ejes con tracción total y motor EB 100 de 115 CVs fue complementado por el Centauro a partir de 1963, aunque este camión era de mayor capacidad y contaba hasta con versión tractora. Actualmente quedan muy pocos ejemplares activos de estos camiones lógicamente debido a su dura vida en una época además muy difícil, siendo por otra parte el Puma un modelo particularmente opacado por el resto de la gama Barreiros.

Yo desconocía absolutamente este modelo y estoy seguro de que nunca ha visto alguno de ellos, por lo que es muy bienvenido en mi colección antes por su vertiente histórica que como miniatura. Me pareció un tanto excesivo el precio de este camioncito (casi treinta euros) por lo que en su momento no me pareció un objetivo fundamental, pero luego tuve la sorpresa de poderlo comprar nuevo a la mitad de su precio de salida y ahí no lo dudé, no obstante me sigue pareciendo una réplica muy sencilla aunque con la misma calidad que el resto de sus compañeros de colección. Esto quiere decir que veremos una cabina con un excelente interior, un muy buen pintado (aunque es una pena que la bañera sea de plástico pues trasluce) o unas ruedas convincentes. También acompaña el genial mecanismo del alzado y el aspecto del frontal, muy bien trabajado. Puede que sea uno de los prescindibles de la colección, pero si lo podéis encontrar de forma asequible entonces podría llegar a ser una buena compra.