Perteneciente a la colección "SEAT Sport", de la Editorial Altaya.
Conducido por Salvador Cañellas y D.Ferrater, participantes en este Criterium del año 1972.
En aquellos años bastante desoladores en el panorama deportivo automovilístico español, hay que reconocer el mérito de todo lo que se hacía con tan poco dinero como había para formar buenas escuderías competitivas. Por lo que, armados con mucha profesionalidad e ingenio, aquellos "locos" tomaban la base que más a mano tenían (en este caso el familiar 124) y lo preparaban para las modestas competiciones de aquellos años. Con lo que estaban creando una escuela que serviría de base para los buenos tiempos que hoy disfrutamos afortunadamente en la competición española, más en pilotaje que en ingeniería, todo hay que decirlo (aunque tengamos buenos constructores artesanales de supercoches, como el GTA Spano).
Tiempos iniciados por Cañellas, Serviá, Zanini, Albacete... los aficionados españoles tienen un gran respeto por esos nombres, y desde aquí les hago mi pequeño homenaje.
Salvador Cañellas efectuó en 1972 su primera participación como piloto de SEAT Competición, que también se estrenaba entonces. Al final de la competición quedaron en un meritorio cuarto puesto, pero lo bueno es que al final de ese año ganaría el Campeonato de Rally de España con este mismo coche.
En esta ocasión Altaya hace homenaje al 124 de la pareja Cañellas/Ferrater en la figura de un modelo que no debe faltar en las vitrinas del aficionado español. Siendo una miniatura bastante exclusiva y que nunca fue replicada antes (al menos en gran serie), cuenta con interesantes detalles como la jaula antivuelco, el frontal con la farera o la pintura bicolor. Menos convencimiento me causaron las ruedas (algo más gruesas de lo habitual) y los grupos ópticos traseros, pero siempre habrá que agradecerle a Altaya que dedicase una colección a nuestros campeones del automovilismo patrio.
hermoso modelo,
ResponderEliminarestos "de calle transformados" son los que más me gustan.
digamos que cualquiera corre con una ferrari,
lo interesante es tomar uno de estos, ponerle la jaula interior, las luces adicionales y ponerlo en la vitrina,
así luce realmente, más que el auto civil original y que el ferrari.
En esos tiempos así lo hacían, como este modelo no tenía secretos para cualquier mecánico de barrio, se juntaban unos cuantos aficionados, retocaban el motor, lo adaptaban mínimamente y, armados de bocadillos y referescos, se iban a dar vueltas a la pista o pagaban su licencia y se iban a correr a rallyes de tierra o subidas.
ResponderEliminarEran otros tiempos, más románticos si se quiere, pero es que hoy dia como no tengas mucho dinero y patrocinadores detrás no haces nada de nada... cuantos buenos pilotos se han quedado por el camino por culpa del tema económico...