Morris Marina 1.8 de Vanguards

El Marina fue diseñado y fabricado por la British Leyland bajo su marca Morris entre 1971 y 1980 en medio de un período de gran turbulencia en la industria automovilística inglesa. También llevó como nombres los de Austin y Leyland Marina y Morris 1700. No solamente se fabricó en Inglaterra, siendo también producido en Australia y Nueva Zelanda. Su sucesor se denominó Morris Ital, aunque seguía siendo un Marina en lo esencial.

Aunque fue un coche bastante popular (peleando estrechamente por las cifras de venta con el Ford Escort) está considerado por muchos como uno de los peores coches de la historia debido a su mala calidad de construcción y, sobre todo, por su pésimo manejo.

El Marina se podía adquirir bajo la forma de un sedán de cuatro puertas, un coupé de dos, el "Estate" familiar y hasta una pickup "coupé" muy del gusto australiano. En cuanto a su motorización, en gasolina la gama de motores era bastante amplia, con cilindradas de 1.3, 1.5, 1.7, 1.75 y 1.8 (sin contar con la versión australiana 2.6 con seis cilindros en línea). En diesel existió un raquítico 1.5 con unos 40 CVs que se ofreció en algunos países europeos y que no vendió más que unas 3.870 unidades.

El modelo fue bien acogido y a los dos años ya se habían fabricado unas 250.000 unidades en la planta de Cowley y estaba disponible en unos colores bastante variados, como el Lima, Púrpura (Black Tulip) o el Azul de Medianoche, como en el caso de la miniatura. No ocultaba cierta inspiración americana y un aspecto de ser un poco "transatlántico" (no le venía mal el nombre de Marina). No era un modelo innovador ni en su mecánica ni por su aspecto y ya desde el principio se cuestionaron aspectos tales como la posición de los limpiaparabrisas y la mala suspensión, que provocó bastantes accidentes por subviraje. El fabricante además atravesaba una mala fase debida a cuestiones laborales, con huelgas un día sí y otro también, lo que afectaba a la construcción de los vehículos y para colmo estaban apareciendo nuevos modelos con una estética más moderna, como el Volkswagen Golf (que se intentó contrarrestar con un restyling en 1975).

Todo esto se tradujo en falta de financiación, lo que fue provocando que se entrase en una espiral de caída libre que hizo que casi todo el grupo BMC desapareciese a principios de los 80, sobreviviendo solamente Rover (terminaría de caer a principios del siglo XXI como marca).

Terminaremos con la siguiente cifra, que da bastante que pensar: de los 807.000 Marinas producidos, se estimaban que no quedaban en circulación (allá por 2006) más de 745 unidades. Ni siquiera obtuvo el honor de ser considerado un clásico, aunque algún club de propietarios existe hoy en día en las Islas.





























Aunque el modelo fuese un fiasco, la miniatura del fabricante inglés Vanguards no lo es. Se trata de una puesta al día bajo la forma de un modelo limitado (viene con su certificación) de un molde ya veterano pero al que se le han incluido bastantes detalles, como los limpiaparabrisas en fotograbado, tiradores de puertas y rejilla frontal. El modelo moderno heredó la suspensión operativa independiente y la ruedas de goma, además de un horrible interior color verde lima. Tampoco es un buen detalle que las luces traseras sean pintadas, pero al menos hay matrículas y el conjunto no hace mal efecto. Otros detalles negativos son algunos fallos de pintado, pero quizás achacable solamente a mi modelo. La presentación es lujosa (con una cajita ilustrada, tarjeta de presentación y certificado numerado) lo que nos trasporta por un momento a esos tiempos en los que, de niños, comprábamos esas miniaturas que venían en cajitas de cartón... y que nunca guardábamos.