Pertenece a la colección de "Vehículos de Reparto y Servicio" de la editorial Salvat España.
El furgón SAVA Cosmos, de desarrollo y fabricación nacional, estuvo presente en el mercado español entre 1972 y 1986 con dos series diferenciadas sobre todo por la parrilla (negra en el caso de la segunda). SAVA acometió con este modelo un proceso de reforma que la llevó a abandonar la fabricación de vehículos comerciales ligeros y medios de origen inglés, como BMC.
La nueva gama se aprovechó del reconocimiento de los productos anteriores de SAVA (en aquellos años propiedad de ENASA) pero conservando unas virtudes propias bastante notables como un espacio de carga con una altura elevada, una luminosa cabina y la posibilidad de contar con dos carrocerías: una de tipo furgón cerrado (5721) y la "combi" acristalada (5723) con doble fila de asientos que posibilitaba transportar seis personas. Igualmente existieron versiones microbús de hasta 14 pasajeros.
La primera serie contaba con un interior muy cuidado, semejante al de un turismo, con un buen cuadro de mandos, una banqueta para tres personas y hasta tapicería en las puertas. La motorización consistió en un bloque diesel de cuatro cilindros en línea y dos litros y medio de cubicaje que rendía 75 CVs, el chasis era de largueros con perfiles en U con la carrocería soldada a él.
El vehículo contaba con unas buenas prestaciones de velocidad máxima y aceleración, por lo que fue buen candidato a ser transformado en vehículo de intervención rápida de Bomberos. Es el caso de la versión de hoy, un furgón con carrocería combi con dos puertas en el costado derecho y un portón doble detrás, pertenecía a la primera serie y estuvo emplazado en el cuartel de Pamplona, Navarra.
Estas SAVA son unos de esos modelos que yo nunca pensé en tener a escala 1:43, si bien las fabricó Otero como kit y producto terminado su alto precio y escasa disponibilidad siempre me desalentaron. Hoy tenemos una nueva versión para bomberos vestida con la habitual librea rojiblanca y la añadidura de la típica escalerita y el girofaro, pero no se terminan ahí los detalles ya que tenemos muchas luces insertadas, matrículas de época y un interior aceptable. Solamente falló un poco el control de calidad en la colocación de los faros, que quedaron torcidos y con alguna rebaba, pero no es tan grave y con un poco de habilidad se puede solventar y ya de paso eliminar los "pinchitos" según relató el amigo Luis.